lunes, julio 18, 2011

La niña se fue al arroyo

Yo tengo una nietecita
Según dicen y es verdad
Inteligente y bonita
Pero ella tiene además
Vocecita de cenzontle
Y soprano natural.

Se fue la niña al arroyo
Sin permiso de mamá,
Quería cortar unas flores
Era santo de papá.
Mas deben saber los niños
Porque esto es una verdad
Que al niño que no obedece,
Casi siempre le va mal.
Tenía cortado un ramito
Pero quería otro más
Se resbaló entre las hojas
Y hasta el fondo fue a parar.
Pasaron unos momentos
Que fueron eternidad,
Y la madre angustiada
La fue al arroyo a buscar.
Por donde quiera gritaba
¿hijita, endonde estás?
Y el eco le respondía…
Solo el eco y nada más.
Llega la madre al arroyo
y angustiada ve flotar
una rubia cabecita
que a diario solía peinar;
la coloca entre sus brazos
y la empieza a acariciar
no latía su corazón
ni la sentía respirar.
Se hinca, y le pide al cielo
Virgen María ¡Ten piedad!
Tú también perdiste a tu hijo
Y sabes de este penar.

Tu hijo tiene en el cielo
Angelitos hasta hartar
Y firmemente yo creo
Que pudiera no notar
Entre miles de angelitos
Uno menos o uno más.
La Virgen miró a su hijo
¿ Que le diría en su mirar?¡
Cristo movió la cabeza
Como diciendo ¡Ay mamá!
Bien sabes, lo que me pidas
Nunca te voy a negar,
Y si tú, así lo quieres
¡Que se haga tu voluntad.
Y la niña abrió los ojos
Con mirada angelical
Y en voz muy queda le dijo
Tengo un secreto mamá,
Y por favor yo te pido
No lo vayas a contar:
Soñé que estaba en el cielo
De las nubes más alla
Y entre miles de angelitos
Comenzaba yo a jugar,
estaba yo muy contenta
Yendo de aquí para allá…
Pero sabes una cosa
Que creo que te va a alegrar:
Yo me siento más contenta
Entre tus brazos ¡mamá!

Luis Gutiérrez Medrano

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