Por Luis Gutiérrez Medrano
Pobre ateo, dime
¿Por qué no puedes creer
En un Dios en el que creo?
¿No te basta mirar
El orden magistral del universo?
¿por qué no aceptas el misterio
De un arcano cerebro
Que da solución
A mil millones de ecuaciones
A un mismo tiempo?
¿Por qué negar las causas
Que puede lograr tales efectos?
Tú niegas a Dios y te diré por qué
¡Eres soberbio!
Te crees el centro
De un circulo
Que ciertamente es imperfecto.
Tú no quieres ver
Y no estás ciego.
¡Dime! ¿ a quien acudirás
Cuando la angustia y el dolor
Llegue a tu pecho?
Eres como un niño huérfano
Caminando sin rumbo
en las candentes arnas
del desierto.
Ningún oasis… ni una sombra
¡Ningún techo!
Eres náufrago,
En un mar borrascoso
Asido de un madero,
Ni una estrella se ve brillar
En tu oscuro firmamento.
Ni un faro que te guíe…
Ni en dónde anclar tu nave
Ningún puerto.
¡Pobre ateo! Si te humillaras
Y humildemente confesaras
¡Dios mío! Quiero creer en Ti
Aunque no creo!
Ya verías como florece tu desierto!
------------------------------------------------------------------------------------
¿Por qué no puedes creer
En un Dios en el que creo?
¿No te basta mirar
El orden magistral del universo?
¿por qué no aceptas el misterio
De un arcano cerebro
Que da solución
A mil millones de ecuaciones
A un mismo tiempo?
¿Por qué negar las causas
Que puede lograr tales efectos?
Tú niegas a Dios y te diré por qué
¡Eres soberbio!
Te crees el centro
De un circulo
Que ciertamente es imperfecto.
Tú no quieres ver
Y no estás ciego.
¡Dime! ¿ a quien acudirás
Cuando la angustia y el dolor
Llegue a tu pecho?
Eres como un niño huérfano
Caminando sin rumbo
en las candentes arnas
del desierto.
Ningún oasis… ni una sombra
¡Ningún techo!
Eres náufrago,
En un mar borrascoso
Asido de un madero,
Ni una estrella se ve brillar
En tu oscuro firmamento.
Ni un faro que te guíe…
Ni en dónde anclar tu nave
Ningún puerto.
¡Pobre ateo! Si te humillaras
Y humildemente confesaras
¡Dios mío! Quiero creer en Ti
Aunque no creo!
Ya verías como florece tu desierto!
------------------------------------------------------------------------------------
Me gusta la niebla
Por Luis Gutiérrez Medrano
Cuando el sol se vuelve ofensa
Y casi me calcina
Sueño con la niebla
Húmeda…fresca,
Deslizándose traviesa
Entre arbustos y entre hierbas
Cubriendo pudorosa
La desnudez de la pradera…
Inventando mil fantasmas
Entre arbustos y entre peñas.
Un pino es un mástil
De un barco que navega
Entre olas turbulentas
Avanzando casi a ciegas.
Una pequeña colina
La transforma en montañas inmensas,
Y me pregunto ¡Dónde termina!
¿en donde empieza?
Niebla
Que baja blandamente de las sierras
Con olor de incienso y primavera.
Sí, cuando el sol se vuelve ofensa
Sueño con la niebla,
Húmeda… fresca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario