Se define como trastorno psicosomático aquel
que teniendo origen psicológico, presenta síntomas
fisiológicos que pueden producir alteraciones a nivel
corporal. Los problemas psicológicos terminan por
repercutir en el funcionamiento de los órganos hasta
producir una lesión real que necesita tratamiento
médico y también psicológico. La mayoría de las
enfermedades psicosomáticas son producidas por
estrés, ansiedad, nerviosismo…
Es importante que los padres y educadores seamos
conscientes de la importancia de lo psicológico y lo
emocional de los niños. Los vómitos, dolores de cabeza,
la misma enuresis, la onicofagia (morderse las uñas),
la succión del pulgar, la tartamudez, la masturbación
excesiva, los dolores de estómago y demás trastornos
tienen un claro componente psicosomático y debemos
saberlo para actuar a tiempo sobre el factor psicológico
desencadenante. Es importante destacar que las
técnicas de la relajación, la respiración profunda, el
mantenerse ocupados en algo que resulta gratifi cante,
el sentirse bien considerado, aceptado e integrado
socialmente, el reír con frecuencia y ver siempre las
cosas desde su lado positivo..., constituyen la mejor y
más sana garantía de salud.
Si en el hogar y en la escuela se garantizase desde
los primeros años la comprensión y el cuidado del
ambiente afectivo y equilibrador adecuado, se reducirían
en más de un 50% los trastornos psicosomáticos que presentan la mayor parte de los niños.
¿Pero, qué hacer para ayudar a los niños?
No basta con «recetar» para que se resuelvan los
problemas de la educación y los trastornos afectivos
del niño. Las anomalías en la conducta y los trastornos
psicosomáticos revelan que el niño no está logrando el
desarrollo afectivo, la seguridad personal y emocional
necesaria, y, ya sea en el propio hogar o en la escuela,
se han de poner los remedios necesarios.
1.-se recomienda estar siempre atentos a las
buenas conductas. Prestar atención a sus detalles de
buen comportamiento, de esfuerzo.
2.-escuchar de manera cuidadosa y dar valor a sus
opiniones. El diálogo afectuoso, frecuente y respetuoso
con el niño ha de presidir siempre las relaciones
padres-hijos, profesores-alumnos.
3.-Es importante explicar la conducta disciplinada
razonando con el niño y diciéndole el porqué de
comportarse de tal manera.
4.-darle un plus del elogio, alabanza y palabras de
ánimo sinceras, sobre todo cuando el niño está bajo
los efectos de tensiones y preocupaciones, dejándole
claro que cuenta con nuestro apoyo, para darle segur
idad.
5.-Hay que enseñar al niño a valerse por sí mismo,
a desarrollar destrezas sociales, a mejorar su nivel de
autoestima y a sentirse más integrado
y aceptado tanto en casa como en la
escuela.
6.- fomentar la práctica de un deporte,
la amistad, la alegría y las actitudes
positivas, y enseñar con el ejemplo
conductas equilibradas, comprensivas
y maduras, y contagiar al niño que,
por imitación, aprenderá la seguridad,
la serenidad y los comportamientos
equilibrados que previenen contra los
trastornos psicosomáticos.
P.A Puericultura Goretti Noemí
Hernández Saavedra
Ced. Profesional 6939663 Morelos #243
Tel: 3781083175/ 78 2 54 28
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