Dr. Enrique Sigala Gómez
Pediatra-Cirujano Pediatra
Pediatra-Cirujano Pediatra
El dolor testicular agudo es una de las urgencias
que requieren una más rápida actuación por parte de
los especialistas médicos. Fundamentalmente existen 3
entidades clínicas que pueden ocasionar un cuadro de dolor
agudo testicular en niños y adolescentes: la orquiepididimitis
(infección del testculo), la torsión testicular y la torsión de
una Hidátide de Morgagni.
La orquiepididimitis es un proceso infeccioso localizado
en el testículo y el epidídimo
(conducto enrrollado que se sitúa
en un polo del teste y de donde se
origina el conducto deferente); el dolor
se acompaña de inflamación local y
enrojecimiento de la piel escrotal; en
ocasiones existe disuria y/o polaquiuria
(molestias urinarias en relación con
una infección de la orina asociada).
En niños es una entidad rara, y
poco frecuente en adolescentes. El
análisis de orina puede evidenciar
la presencia de la infección de orina
asociada. El tratamiento consiste
en la antibioterapia adecuada y el
pronóstico es favorable.
La torsión testicular es la entidad
más grave de las que aquí analizamos.
Es más frecuente en recién nacidos
o en adolescentes y el diagnóstico
precoz es fundamental. Consiste en
el giro (torsión) del testículo sobre los
elementos del cordón espermático
(vasos testiculares y deferente); esta
torsión compromete el aporte de
sangre al testículo y si no se corrige
en las primeras 4-6 horas de dolor,
se puede producir la necrosis irreversible del testículo. El
tratamiento debe ser quirúrgico procediéndose a la detorsión
del teste y si se recupera su vascularización, a su fijacin para
prevenir nuevas torsiones. El aspecto externo del escroto es
similar al descrito en el caso de la orquiepididimitis, y sólo la
Gammagrafía escrotal en las primeras horas y/o la ecografíadoppler
que nos pueden medir el flujo de sangre arterial al
testículo, podrán asegurarnos el diagnóstico. La presencia
de dolor inguinal y/o abdominal y la ausencia de molestias
urinarias (sedimento urinario normal) pueden reforzar la
sospecha clínica. Dada la gravedad de esta entidad, cuando
no sea posible descartarla con los medios disponibles se
recomienda la exploración quirúrgica con objeto de “salvar”
el testículo. En los casos de torsión completa con necrosis
del teste debe procederse a su extirpación, dado que se
producen alteraciones inmunológicas que pueden dar lugar
a lesiones en el testículo contralateral que comprometan su
capacidad fértil; además el testículo sano debe ser fijado
para prevenir una torsión.
La torsión de una hidátide de Morgagni es la causa más
frecuente de dolor agudo escrotal en la edad pediátrica. Se
trata de un resto embrionario que carece de función tras el
nacimiento y que permanece unido al testículo por un fino
pedículo en el que se encuentran
sus vasos y que con facilidad se
puede girar comprometiendo su
aporte sanguíneo y provocando con
ello dolor intenso. En la exploración
es posible en ocasiones apreciar un
punto azulado móvil en el interior
del escroto y que es doloroso a
la palpación. El dolor testicular
disminuye al elevar el teste, y ni
el cordón inguinal ni el abdomen
suelen ser dolorosos; el resto de los
hallazgos pueden ser idénticos a los
comentados en la torsión del testículo.
La clínica puede desaparecer con
el uso de antiinflamatorios y reposo
pero es fundamental no errar en el
diagnóstico por el riesgo de que se
trate de una torsión testicular. Debe
confirmarse el diagnóstico mediante
una ecografía-doppler del testículo
afecto.
Incluso en manos de cirujanos
expertos y con el auxilio de las
técnicas de imagen comentadas,
existen casos en los que establecer
el diagnóstico con seguridad es una
tarea casi imposible. Ante la duda siempre es preferible el
tratamiento quirúrgico (es una intervención de muy bajo
riesgo y corta duración) a tener que quitar un testículo de
un niño.
En los casos de torsión del testículo y orquiectomía debe
informarse a los padres de la posibilidad de colocar una
prótesis testicular que ocupe el lugar del testículo extirpado
con objeto de disminuir las repercusiones psicológicas de la
amputación. La existencia de un único teste sano asegura
una adecuada capacidad reproductora.
Tu opinión me interesa: drsigala@hotmail.com
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