Dionisia Álvarez Ramírez nace en el Municipio Valle
de Guadalupe el 23 de Septiembre de 1929, desde muy
pequeña perdió la vista, lo cual impulsó el pronto
desarrollo de un magnífico oído musical. Vivió en la
ciudad de México de los 8 a los 11 años y a la muerte de
su madre regresó a Valle de Guadalupe. En su infancia
iba a escuchar las lecciones a la escuela, pero fue con
el maestro Juan Arias que aprendió a leer en sistema
Braille; sorprendentemente aprendió también a tejer.
Aprendió a tocar el órgano con ayuda de Toya Aguilera y
la guitarra gracias a Don Jesús Álvarez.
Desde los diecisiete años ya cantaba en la Iglesia junto
con su amiga Catalina Aguilera, con la cual formaría el dueto
“La perla de los Altos”. Ambas tuvieron una intensa vida
artística, presentándose en la radio en Guadalajara y en la
XEW en la ciudad de México en programas como el de Don
Ángel Fernández Y Chucho Zarsosa y en programas de
radio en Estados Unidos.
Es compositora de más de treinta canciones que
fueron interpretadas por grandes cantantes de su tiempo
como Catalina Aguilera, Olivia del Valle, Capullo, Las
Jilguerillas, David Lamas, Irene Pedrosa, Socorro Aguilar,
Margarita Aguilera y Luz María Oropeza y hasta su muerte
acompañada por las integrantes de la estudiantina que
dirigió por muchos años.
Carmen Celia Beltrán en su programa Liras Femeninas
dedicado a los compositores Vallelupenses: Dionisia
Álvarez y Salvador García Franco, dijo de ella: “La
Jalisciense que ha sabido pensar alto sentir hondo y
llevar al pentagrama las más hermosas imágenes de
amor convertidas en canciones”.
En 1981 participó en la composición del Himno a Jalisco,
la Música del Corrido a Valle de Guadalupe y del himno
en honor a nuestro fundador Don Lino Carmen Martínez
López.
Fue maestra de Música - en especial de guitarra- y de
quien aprendieron muchas personas; hasta pocos años de
su muerte dirigió el coro de niñas o Jóvenes que cantaban el
himno al fundador cada tercer domingo de Noviembre. Gran
colaboradora de los Vallelupenses a través de instituciones y
de manera particular a Jóvenes estudiantes y seminaristas.
Entre los tantos reconocimientos y premios que en vida se
le brindaron merece especial mención el de “Hija Predilecta
de Valle de Guadalupe”, otorgado por el H. Ayuntamiento
de Valle de Guadalupe, en 1987 y la develación de la placa
Junto a otros hombres ilustres del Municipio.
Como lo refirió Francisco Escobar Mireles, con motivo de
la entrega del Premio Don Lino 2007 al que fue acreedora:
“Nació en una época en que no estaba tan avanzada la
cultura en pro de los minusválidos y estando impedida
del sentido de la vista, supo labrarse su propio destino
con trabajo” y no sólo eso, sino que dio empleo a muchas
más personas. Como bien lo expresara Francisco Aguinaga
Esqueda en su Homenaje Póstumo “No nos dio el
pez, sino que nos enseñó a pescar”… por todo esto,
Dionisia Álvarez ha quedado en la historia y corazón de los
Vallelupenses como una mujer que no erró el camino aún
viviendo en las tinieblas.
En el 2010 obtiene el primer premio en el concurso
de composición musical, con motivo del Centenario de la
Parroquia de Valle de Guadalupe con la pieza “Añoranza”,
en la que me comentaba que ”expresa la nostalgia de los
hijos ausentes por su pueblo”.
Campanitas de mi Valle
Cuanto tiempo sin oír
Su sonido cristalino
Que me hacen tan feliz
En Jalisco esta mi tierra
Hondonada entre montañas
Y hasta lo alto se oye el eco
Del repique de campanas 1
1Parte de la letra de la canción”Añoranza”.
Que padre ser del Valle
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