En 1872, nació el primer periódico “El Fronterizo”; encuentran oro en Valle de San Rafael; solicitud de los mineros; acta de instalación del Pueblo Real del Castillo
Por ENRIQUE ESTRADA BARRERA *
BAJA CALIFORNIA.- Real del Castillo, es hoy, además de un
pueblo sólo, un lugar, que de 1870 a 1882, concentró la riqueza
bajacaliforniana, además que cientos de turistas y de buscadores
de oro y plata se establecieron ahí, trabajando muchos de ellos
en las minas “La Trinidad”, “La Suiza”, “La Mina del Pueblo” y “La
Joaquina”, que le dieron vida al poblado nacido en el Valle de San
Rafael.
El movimiento en este lugar, sirvió para que los 112 residentes
solicitaran al Presidente Municipal de Santo Tomás, la disposición
para que el naciente caserío se transformara en pueblo. Con la
disposición del subjefe del Partido Norte de Baja California, Lic.
Manuel Clemente Rojo, el alcalde de Santo Tomás, Antonio L.
Sosa, levantó el Acta de Fundación del pueblo el 2 de octubre de
1870.
Independientemente de todo, Real del Castillo, guarda en su
historia hechos grandes, porque fue ahí donde funcionó la capital
del Partido Norte de Baja California que se ubicaba en la ex misión
de Santo Domingo.
Del 2 de octubre de 1872 hasta 1882, fue la capital Real del
Castillo, cambiándose después a Ensenada de Todos los Santos y
es en ese tiempo, cuando por primera vez nace el Periódico Oficial
a cargo del subjefe del Partido Norte de la Baja California, Lic.
Manuel Clemente Rojo y es ahí donde también por consecuencia,
nace el primer periódico de la frontera norte de la Baja California:
“El Fronterizo”.
Real del Castillo, que se le recuerda con hermosos momentos y
bellas estampas regionales, es justo reconocer tan bonito lugar, que
independientemente de haber dado oro y plata a Baja California,
hizo que la Entidad, reclutara muchos gambusinos sobre todo del
sur de la Península y de los estados de Sonora y Sinaloa.
Encuentran oro en Valle de San Rafael
Según escribió Donald Meadows, el 21 de julio de 1870,
apareció en el “San Diego Unión”, de San Diego, California una
información:
“La semana pasada tuvimos la satisfacción de tener en nuestras
manos, por unos momentos, aproximadamente dos onzas de oro
en greña –en piedras que variaban de tamaño desde el de un grano
de maíz al de una nuez- traído por un mexicano que rehusó revelar
el lugar donde las encontró. Trajo también una especie de cuarzo
encontrado en las cercanías del placer, del cual cuando menos
la mitad era de oro. Sin embargo nos hemos percatado que las
minas están en el Valle de San Rafael, en la Baja California, a una
distancia aproximada de San Diego de 120 millas y de que esas
minas auguran igualar en extensión y riquezas a cualquiera de las
conocidas en los antiguos tiempos de California. Esperamos tener
noticias más amplias al respecto para nuestra próxima edición”.
Si bien quien llevó el oro a San Diego no dio ni su nombre
ni señales del lugar donde lo encontró, quien así lo hacía era
Ambrosio del Castillo, un sonorense que había estado antes en las
minas de California y que después reconoció las de Valle de San
Rafael y una vez que tuvo dinero se vino de California junto con su
hermano Manuel.
El 20 de agosto de 1870, el periódico “Los Angeles Daily Star”,
publicó, un despacho enviado por la línea telegráfica entre San
Diego y Los Angeles, que decía:
“Algunos mexicanos se presentaron ayer aquí con una
gran cantidad de oro en polvo y varias pepitas de metal virgen
traídos de las recién descubiertas minas del Valle de San Rafael,
aproximadamente a noventa millas de esta ciudad. La pepita más
grande pesó nueve onzas y fue valuada en más de ciento treinta
dólares. Tanto el cuarzo como las pepitas fueron hallados en el
Valle de San Rafael y ya están trabajando ahí como 200 mineros.
Trece libras de roca pulverizadas en un mortero dieron doscientos
quince dólares. Un hombre obtuvo mil ochocientos dólares, en diez
días, acarreando a distancia fango para lavarlo”.
Solicitud de los mineros
Ante el movimiento que ya registraba Real del Castillo y la
llegada de muchos mineros y gambusinos, los 112 residentes del
poblado, escribieron una carta solicitando la fundación del poblado,
al Presidente Municipal de Santo Tomás, Antonio L. Sosa, donde
le pedían:
“Ciudadano Presidente Municipal:
“Los que suscribimos C. C. Mejicanos y vecinos de este Real,
debidamente inscritos en el Registro Civil, ante esa Honorable
Corporación, con el debido respeto exponemos: Que habiendo
en este Real un número suficiente de vecinos, entre los cuales se
cuentan ya muchas familias y otras que diariamente van llegando,
nos vemos en la precisa necesidad de terrenos de siembra para
poder dedicarnos al cultivo de ellas que tan indispensable se hace
en todo punto en donde hay grande emigración. Es incuestionable
que la agricultura es uno de los ramos que dan más adelanto a
una población nueva y convencidos enteramente de ello, aunque
somos informados que podemos tocar en propiedad ajena.
“A. V. V. Pedimos, se dignen declarar Pueblo este Real que
de este modo, después de marcados los ejidos correspondientes,
puedan las familias pobres y laboriosas, tener un medio honroso
de subsistencia. Es Justicia que esperamos de esa tan digna como
Honorable Corporación. Prometemos no proceder de malicia y lo
necesario. Real del Castillo, Septiembre 25 de 1870”.
El documento, del cual tuvo conocimiento el
Sub Jefe Político, Manuel Clemente Rojo, que
también residía en el pueblo de Santo Tomás,
donde se asentaba la Sub Jefatura Política, fue
contestado por Rojo, en los siguientes términos:
“Tengo el honor de contestar el oficio de
Vd. fecha de ayer, manifestándole mi entera
conformidad con el parecer de Vd. Y del H.
Ayuntamiento que dignamente preside, sobre la
fundación del Pueblo del Real del Castillo.
“Al efecto y para solemnizar el acta invito a
Vd. y al Honorable Ayuntamiento para ir a dicho
lugar a levantar el acta correspondiente al día dos
de Octubre del corriente año.
Independencia y libertad. Santo Tomás,
Septe. 29 de 1870.
Manuel C. Rojo. C. Presidente del H. Ayuntamiento, Antonio L.
Sosa, Pte.
Acta de Instalación del Pueblo del Real del
Castillo
El acto por medio del cual se fundó el Pueblo de Real del
Castillo, es firmado por el Sub Jefe Político, Lic. Manuel Clemente
Rojo, así como por las autoridades correspondientes, quienes
celebraron un acto muy mexicano, el dos de octubre de 1870,
escrito por el Ing. Adalberto Walther Meade:
“En el nombre de Dios y de la República Mexicana, en el lugar
que ponemos por nombre Real del Castillo, a dos de Octubre
de mil ochocientos setenta, nosotros, Manuel C. Rojo, Sub Jefe
Político del Partido, Antonio L. Sosa, Presidente del Ayuntamiento,
Joaquín Riesgo y Bravo primer vocal, Jesús Montoya, segundo
vocal, Daniel Félix Síndico Procurador, reunidos en la casa del
Ciudadano Francisco Arenas y en sesión pública, se dio lectura a
una petición dirigida al Honorable Ayuntamiento, por los vecinos de
ese lugar, solicitando que se declare como pueblo, enseguida a la
comunicación del Ciudadano Presidente Municipal, que pasó a la
Sub Jefatura Política del Partido, demandándole su cooperación
para el mismo fin, y a la contestación del Ciudadano Sub Jefe
Político, convocando al mismo Ayuntamiento para reunirse en ese
mismo lugar el precedente día; se puso a discusión el asunto sobre
la conveniencia del establecimiento de este lugar como pueblo y
el Ciudadano Sub Jefe Político dijo: que el Supremo decreto del
nueve de junio de mil ochocientos cuarenta y nueve, prohíbe el
establecimiento de las colonias de los requisitos establecidos
por la ley; pero el Supremo decreto del catorce de marzo de mil
ochocientos sesenta y uno acordaba la fundación de dos colonias
en esta frontera y el Sub Jefe Político de este Territorio debían
indicarle al Supremo Gobierno, los lugares más adecuados para
tan importante objeto; en tal consideración y viendo la emigración
de familias mejicanas que ha llegado a este lugar, y que llega
continuamente todos los días, es de sentir que se diga a la
Superioridad que este lugar es uno de los más adecuados para el
pueblo, y como se tiene el precedente de la Concesión Suprema,
que se pida la carta puebla del mismo con las exenciones y
privilegios que el Supremo Gobierno tenga a bien concederle”.
Fijación y preceptos de Real del Castillo
El informe escrito por Walther Meade en su libro El Partido Norte
de Baja California, UABC 1983, establece asimismo, que en el acto,
el Presidente Municipal de Santo Tomás, Antonio L. Sosa, se dirigió
a todos los asistentes para decretar la fundación del Pueblo del
Real del Castillo, en los siguientes términos:
“Estoy de acuerdo con el parecer del Ciudadano Sub Jefe
Político, que no abrigo ninguna duda a cerca de la sanción Suprema,
que esperaba que recayese sobre la fundación de este pueblo, más
como de hecho está ya reunido viviendo en comunidad, necesitando
por lo tanto administración de justicia, seguridad y orden público, le
parecía conveniente que desde luego quedase el pueblo fundado
y se dictasen las disposiciones para la elección de sus autoridades
locales; en seguida los regidores primero y segundo y el Síndico
procurador hablaron en el mismo sentido, y estando conformes en
un mismo parecer se acordó lo siguiente:
1º.- Queda establecido el Pueblo del Real del Castillo al N. O.
del Valle de San Rafael en la Municipalidad de esta Frontera.
2º.- Procédase desde luego a la elección de un Juez de Paz
para la administración de justicia y de un inspector que sirva de Jefe
de la Policía del lugar.
3.- Dese a la primera Autoridad Política del Territorio, con una
copia de esta acta cuenta, suplicándole recomiende al Supremo
Gobierno su aprobación”.
2 de Octubre de 1872, se cambia la Sub Jefatura Política
Instalado como Pueblo Real del Castillo, sigue recibiendo a
muchas familias, según relataba en su tiempo Mariano Ma Lee,
quien muy joven llegó a Ensenada y se trasladó a Real del Castillo,
para servir como ayudante de cochero, en un movimiento diario de
290 carretas que llegaban a Real del Castillo, ya en extinción y el
mineral El Alamo, que nacía con fuerzas mineras.
Esto obligó a que el Sub Jefe Político del Partido Norte,
Manuel Clemente Rojo, dejara Santo Tomás y trasladara el Partido
a Real del Castillo, donde se instaló e incluso, donde apareció
por primera vez el Periódico Oficial y donde también, por primera
ocasión apareció en 1872, el periódico “El Fronterizo”, primero
editado en Baja California.
*Premio México de Periodismo
Cronista y Forjador de Baja California.
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