El temperamento es la peculiaridad e intensidad
individual de los afectos psíquicos y de la estructura
dominante de humor y motivación. El término proviene del
latín temperamentum: ‘medida’. Es la manera natural con
que un ser humano interactúa con el entorno. Puede ser
hereditario y no influyen factores externos (sólo si esos
estímulos fuesen demasiado fuertes y constantes); es la
capa instintivo-afectiva de la personalidad, sobre la cual la
inteligencia y la voluntad modelarán el carácter (en el cual
sí influye el ambiente); ocupa también la habilidad para
adaptarse, el estado de ánimo, la
intensidad, el nivel de actividad,
la accesibilidad, y la regularidad;
el temperamento es la naturaleza
general de la personalidad
de un individuo, basada las
características del tipo de sistema
nervioso. El temperamento está
relacionado con la influencia
endocrina (que se debe a los
genes, y que se manifiesta en
determinados rasgos físicos y
psicológicos). El temperamento y
el carácter definen la personalidad
del ser humano; y la diferente
combinación e intensidad que
éstos se manifiesten en sus
diferentes áreas, nos hacen únicos
y humanos. Los temperamentos
o el temperamento es el rasgo
descriptivo del estilo de actuar que
nos distingue de los demás como
únicos e irreemplazables, de modo que podamos armonizar
con ellos.
El estudio de los temperamentos ocupaba un papel
importante en la psicología anterior al siglo XX. Actualmente,
tiene su gran valor cotidiano y de utilidad para las personas
en búsqueda de mayor sentido a su vida mediante su
expresión temperamental y de sus virtudes. Médicos de la
antigüedad como los médicos griegos Hipócrates y Galeno
distinguían cuatro tipos de temperamentos, considerados
como emanación del alma por la interrelación de los
diferentes humores del cuerpo:
1. Sanguíneos, las personas con un humor muy
variable.
2. Melancólicos, personas tristes y soñadoras.
3. Coléricos, personas cuyo humor se caracterizaba
por una voluntad fuerte y unos sentimientos impulsivos, en
las que predominaba la bilis amarilla y blanca.
4. Flemáticos, personas que se demoran en la toma de
decisiones, suelen ser apáticas, a veces con mucha sangre
fría, en las cuales la flema era el componente predominante
de los humores del cuerpo.
A esto se suma los descubrimientos del fisiólogo ruso
Iván Pávlov, quien enunció que las características del
temperamento están dadas por el sistema nervioso que
a su vez tiene tres características: fuerza, equilibrio y
velocidad de correlación; de ahí que la combinación de estas
características dan origen a los tipos de sistema nervioso que
caracterizan a cada temperamento: sistema nervioso rápido
y equilibrado (sanguíneo), sistema
nervioso lento y equilibrado
(flemático), sistema nervioso débil
(melancólico) y sistema nervioso
fuerte, rápido y desequilibrado
(colérico).
Según la clasificación de
Hipócrates existen 4 tipos
de temperamentos según la
predominancia de uno de los
cuatro humores dentro de la
psicología:
Características del
temperamento sanguíneo
• Se trata de una persona
cálida, campante, vivaz y que
disfruta de la vida siempre que se
pueda.
• Es receptiva por naturaleza,
las impresiones externas
encuentran fácil entrada en su
interior en donde provocan un alúd de respuestas.
• Tiende a tomar decisiones basándose en los
sentimientos más que en la reflexión.
• Es tan comunicativo que, es considerado un
superextrovertido.
• Tiene una capacidad insólita para disfrutar y por lo
general contagia a los demás su espíritu que es amante de
la diversión.
• Este tipo de personas por lo general, hablan antes
de pensar, son extrovertidas, muy activas e intuitivas.
Características del temperamento flemático
• Es un individuo calmado, tranquilo, que nunca se
descompone y que tiene un punto de ebullición tan elevado
que casi nunca se enfada.
• Son personas serias, impasibles y altamente
racionales.
• Son calculadores y analíticos.
• Generalmente, ese temperamento da personas muy
capaces y equilibradas.
• Es el tipo de persona más fácil de tratar y es por esa
naturaleza el más agradable de los temperamentos.
• El flemático es frío y se toma su tiempo para la toma
de decisiones.
• Prefiere vivir una existencia feliz, placentera y sin
estridencias hasta el punto que llega a involucrarse en la
vida lo menos que puede.
Características del temperamento melancólico
• El melancólico es el más rico y complejo de todos los
temperamentos.
• Suele producir tipos analíticos, abnegados, dotados
y perfeccionistas.
• Es de una naturaleza emocional muy sensible,
predispuesto a veces a la depresión.
• Es el que consigue más disfrute de las artes.
• Es propenso a la introversión, pero debido al
predominio de sus sentimientos, puede adquirir toda una
variedad de talentos.
• Tiende a ser una persona pesimista.
Características del temperamento colérico
• Es caluroso, rápido, activo, práctico, voluntarioso,
autosuficiente y muy independiente.
• Tiende a ser decidido y de firmes opiniones, tanto
para él mismo como para otras personas, y tiende a tratar de
imponerlas.
• Es extrovertido, no hasta el punto del sanguíneo.
• Generalmente, prefiere la actividad.
• No necesita ser estimulado por su ambiente, sino
que más bien lo estimula él con sus inacabables ideas,
planes, metas.
• Tiende a fijarse metas muy altas, porque considera
que es capaz, pero no siempre las cumple, no
por falta de capacidad sino de tiempo o
tropiezos encontrados.
• Dominante y hasta manipula
para su objetivo.
• Tiende a ser
manipulador, pero también
es muy intolerante.
• Quiere hacer todo
lo que le da la gana.
Muchos de los
investigadores mostraron
un interés sobre un nuevo
temperamento, que denominaron biotemperamental o
naturalista, que se desarrolla a la vez que crece la persona
y se desarrolla en el medio social. Las características
del temperamento biotemperamental o naturista son los
siguientes:
• Afinidad por sus habilidades.
• Comparte sus atributos con los demás.
• Se identifica más por el mismo sexo.
• Se convierten en agresivos en el momento sexual.
Es por ello, que debemos conocernos a nosotros
mismos en primera instancia en relación a qué tipo de
temperamento tenemos y que influencia hemos tenido en
nuestras relaciones con el medio socio-cultural y de esa
manera forjado nuestro carácter, para que en ese contexto
tengamos la información necesaria y adecuada para tomar
decisiones asertivas en relación a una situación dada. Y al
conocer los diferentes tipos o clases de temperamentos que
hay en cada individuo, tendremos la posibilidad de tener
mejores relaciones interpersonales y por ende habrá mayor
productividad colectiva, social, comunitaria e individual.
Fraternalmente
C. L.A.E. Juan Manuel Becerra Casillas
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