Con tristeza trascribo una noticia
que fue publicada por unos de los
periódicos más importante de Mexicali,
se refi ere la muerte del periodista, poeta
y escrito, Don Enrique Estrada Barrera
y colaborados de ka revista Presencia
Alteña, revista que por cierto presumía
en esa zona del norte como buen alteño.
¡Descanse en paz! Y transcribo lo
siguiente.
Falleció el periodista Enrique
Estrada Barrera
Dirigió a EL MEXICANO en Mexicali
Por Víctor ISLAS PARRA / EL
MEXICANO
PUBLICADO (EDICIÓN IMPRESA)
MEXICALI.- De un infarto al corazón
murió antenoche en su casa en esta
capital el periodista Enrique Estrada
Barrera, quien fuera hace años director
local del Gran Diario Regional EL
MEXICANO.
Fue también presidente de la Asociación de Periodistas
de Mexicali y presidente de Periodistas Revolucionarios
Unidos “El PRU”.
También ganó el Premio México de Periodismo y
se desempeñó como consejal del Bicentenario de la
Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana en
Baja California.
Originario de San Diego de Alejandría, Jalisco, Estrada
Barrera, quien al fallecer contaba con 71 años de edad, logró
eslabonar una serie de triunfos periodísticos.
Gustaba con orgullo platicar que fue a través de la revista
Alarma, en la cual, con su firma, por primera vez se dieron
a conocer las infamias cometidas por
“Las Poquianchis”, unas lenonas que
explotaban, mataban y enterraban
en el patio de un burdel clandestino a
señoras de la vida galante que ya no les
reportaban ganancias.
En el proemio de su más reciente
libro “Bicentenario, Independencia,
Reforma y Revolución”, Enrique Estrada
Barrera, escribió:
“La patria es siempre primero y el
amor a México es un símil de ideas. Así
lo enseñé a mis hijos Éricka, Esmeralda
y Enrique Estrada Olivas y gracias a
Dios, hablo de buenos y competentes
mexicanos; sinceros y amables, pero
sobre todo, que se preocupan por elevar
a diario sus conocimientos.
“Esta herencia alcanza a mis nietos
Esmeralda y Bernardo González
Estrada; Enrique Suárez Estrada y Laura
Elena Estrada Segura, con los mismos
conocimientos de amor a México,
siendo siempre fieles mexicanos. Con esa descendencia y el
amor fraterno a mi compañera y amiga, mi esposa Amparito
Olivas Beltrán, tengo todo el reconocimiento al que aspira un
ser humano y un buen mexicano”.
Estrada Barrera tenía una semana postrado en su
residencia en el fraccionamiento las Fuentes, pero el lunes
antes de la medianoche el corazón le dejó de funcionar.
Desde hace varios años en que sufrió un primer infarto
extremaba los cuidados de salud. !Descanse en paz!
En cada edición de aniversario del Gran Diario Regional
y eventualmente en alguna fecha conmemorativa, Enrique
colaboraba con artículos relacionados con la historia de
Mexicali y de Baja California en general.
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