Dr. Enrique Sigala Gómez
(Publicado en el blog LAGAR-SOFT).-En el
blog de Jagarsoft hemos hablado previamente de la
relación médico-paciente en algunos artículos, pero
muy poco hemos dicho de la relación médico-médico.
Es fundamental tratar éste tema, ya que muy pocas
veces la salud de un paciente está a cargo de un sólo
especialista. Es muy común expresar juicios sobre otros
médicos frente a los pacientes, sin embargo debemos
recordar que criticar negativamente a los colegas
profesionales es una práctica que daña la profesión y
su reputación en la comunidad en general.
¿Qué tan frecuentemente hacemos comentarios
acerca del trabajo de nuestros colegas? Con más
frecuencia de la que creemos: un estudio reciente
publicado en Journal of General Internal Medicine
demostró que muchos médicos tienden a hablar mal de
otros médicos durante sus encuentros con pacientes, al
discutir sobre la atención previa que el paciente recibió.
Para este estudio, se capacitaron actores para
interpretar a pacientes con cáncer avanzado y se les
pidió que secretamente grabaran sus conversaciones
con 20 oncólogos y 19 médicos de familia. En total, se
hicieron 34 visitas a los distintos médicos. Los actores
llevaron registros de su tratamiento previo, pero ninguno
solicitó opiniones sobre la naturaleza o la conveniencia
de este tratamiento.
Sin embargo, de los 34 encuentros entre médicos y
pacientes, el 41% incluyó comentarios sobre la atención
previa de un paciente. El número de estos comentarios
fue de 42, de los cuales 12 fueron considerados de
apoyo; 2, comentarios neutrales y 28, críticas negativas.
«No creo que los médicos se den cuenta de la
medida en que lo hacen o cómo puede afectar a los
pacientes», opina Susan H. McDaniel, autora principal
del estudio y profesora de psiquiatría y medicina familiar
en la Universidad de Rochester Medical Center.
En el momento, criticar a otro médico enfrente de
un paciente quizá pueda parecer una manera efectiva
de reafirmar tus credenciales y de desarrollar la
confianza del paciente, al tratar de reconfortarlo («tu
médico anterior no hizo un buen trabajo, pero ahora
yo lo haré») pero esa clase de comentarios traen otro
tipo de consecuencias: debemos saber que al hacer
comentarios negativos no nos enfrentamos solamente
a la posibilidad de ofender a nuestros colegas, sino
también a la posibilidad de dañar la satisfacción y
atención al paciente. Asimismo, crea pobre trabajo
en equipo entre los profesionales sanitarios, lo que
está vinculado a la mortalidad de los pacientes y
bajo bienestar de los empleados. Además según un
informe de este año de Medscape, expresar juicios
negativos sobre otros médicos frente a los pacientes
puede alentar a los pacientes a efectuar demandas.
En teoría, la solución más fácil, sería aconsejar que no
expresemos nuestra opinión acerca del trabajo de otros
médicos, pero en la práctica nos encontraremos con
muchas situaciones difíciles. ¿Qué hacer por ejemplo
si un paciente acude a ti con evidencia de negligencia
médica grave por parte de otro doctor? ¿O si hay una
diferencia de opinión sobre el diagnóstico?
La clave está en discernir entre una crítica
constructiva y una crítica destructiva o negativa y en ser
sensato en la manera en la que manifestamos nuestras
opiniones. En la crítica negativa la detección de errores
de nuestros colegas no tiene otro propósito más que el
de expresar la mala voluntad, afectar a los intereses de
los demás, y empañar la imagen de uno de nuestros
colegas profesionales.
En cambio, la crítica constructiva se puede hacer en
un ambiente que invita a la opinión, cuando los médicos
buscan revisión por pares. Es perfectamente apropiado
citar una mala acción, si el propósito es cambiar la calidad
de la práctica profesional, pero debemos considerar
tener prudencia para expresar nuestra opinión de forma
confidencial, sin una actitud de confrontación, y de una
manera que no se hable mal del colega.
Ante todo, hay que recordar la importancia de la
profesionalidad y el respeto a nuestros colegas y a la
profesión médica.
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