La historia de las peleterías La
Michoacana comienza en Tocumbo
Michoacán en 1940 aproximadamente
cuando todas las razones para creer que
esta sería otra población de emigrantes
como la mayoría de los pueblos de
Michoacán.
Tocumbo descubrió el negocio de las
paletas. Su gente fundó y expandió los
famosos expendios de la Michoacana
una mezcla única entre franquicia y
negocio familiar que no es técnicamente
hablando ni lo uno ni lo otro. Pero resultó
ser lo suficientemente adaptable y flexible
para competir con grandes compañías
multinacionales de helados y generar
ganancias en el proceso.
No se sabe con certeza cuantas
peleterías con ese nombre existen en
el país algunos calculan que son 10000
otros estiman entre 8000 y 15000. Lo
único evidente es que están en todas
partes. Quizás solamente Bimbo,
Sabritas y PEMEX han penetrado
en el país de manera tan completa.
Con un cálculo conservador de tres
empleados por peletería en promedio la
michoacana podría estar dando trabajo
alrededor de 30000 mexicanos.
Todo ello gracias al tesón de un
grupo de hombres sin mayor educación
o experiencia empresarial agricultores
o ganaderos que se convirtieron en los
hombres del helado.
El origen de la michoacana está
envuelto en una controversia. Los
primeros nombres que resaltan en la
historia de las peleterías La Michoacana
son el Sr. Rafael Malfavon, Agustín
Andrade e Ignacio Alcázar afirman ser los
primeros en abrir expendios de helados
en la capital del país.
Sus locales eran pequeños y humildes
solo ofrecían algunas paletas de sabores,
refrescos y dulces, pero era el único medio
de subsistencia para ellos y sus familias
ya que les permitió salir adelante, en poco
tiempo se abrieron nuevas sucursales en
la ciudad de México. Agustín Andrade
llego a sumar 177 establecimientos
Pronto se les unirían en la Ciudad de
México los hermanos Luís e Ignacio
Alcázar quienes se convirtieron en los
mayores promotores de este negocio ya
que regresaron a Tocumbo y ofrecían
prestar dinero para que la gente se
interesara en el negocio del helado a
una tasa de interés del 2% mensual,
En un par de año la deuda se liquidaba
con las utilidades del negocio y el nuevo
comerciante tendría su propio negocio.
El modelo de financiamiento de los
hermanos Alcázar les permitió tener un
negocio propio a muchos tocumbences,
desde siempre cada propietario
administra su peletería a su modo, no
hay una contabilidad central ni planes de
mercadotecnia o estratégicos y el helado
se hace manualmente en las peleterías.
Para mediados de los años 50 a los
hombres de tocumbo les gustaba más la
idea de ser dueños de una peletería en
la ciudad de México que viajar a Estados
Unidos a trabajar en el programa de
bracero, Así fue como se formo una larga
cadena hombres y mujeres que se iban
de tocumbo a la capital.
En los primeros años las peleterías
eran lugares sencillos y sucios, y se
fabricaba en moldes de lámina metálicas
propensos a la oxidación y que con
frecuencia hacían que las paletas se
vieran deformes.
Hasta que en 1959 el Sr. Rafael
Abarca originario de rodeo una comunidad
campesina cercana a tocumbo puso su
propio local en la colonia nueva Santa
María en la ciudad de México, el antes
había trabajado en Estados Unidos
El Sr. Rafael Abarca se convirtió en
paletero y el concepto de las peleterías
La Michoacana entro a su segunda fase.
Introdujo gradualmente un mayor nivel
de calidad que luego copiaron otros,
el Sr. Valdovinos que trabajo en una de
las peleterías del Sr. Rafael Abarca fue
el primero en utilizar moldes de acero
inoxidable, también se introdujo los
primeros exhibidores con refrigeración
para que las personas pudieran elegir lo
que querían comprar.
Se introdujo nuevos sabores de
helados y se comenzó a experimentar
con una amplia gama de frutas tropicales
como guanábana, mango, papaya, coco,
plátano y otros nuevos sabores propios
de cada región.
Además se sustituyò la venta de
refrescos por las aguas frescas que
ofrecían un mayor margen de utilidad
que las bebidas embotelladas, así podría
controlar la calidad y existencia del
producto.
A finales de los años 60 y durante los 70
se establecieron cientos de peleterías sin
poder dar una cifra exacta, La michoacana
se fortaleció y creció consistentemente.
En parte se debió al hábito de los
tocumbenses de financiarse entre sí y
con la ayuda de los hermanos Alcázar.
Los bancos los hubieran embargado por
los prestamos incumplidos, pero en su
caso el crédito se basada en amistades
cercanas, vínculos familiares y confianza,
durante las depresiones económicas, los
prestamos se perdonaban o se posponían,
y rara vez las deudas tardaban mucho en
ser pagadas.
Finalmente en los 80 creció en forma
exponencial y grupos de tocumbences
formaron sociedades y buscaron pueblos
con alguna esquina o plaza atractiva para
instalar más y más peleterías. Mientras
miles de negocios de comida tuvieron
dificultades y desaparecieron durante la
crisis de esta época
Además de enseñar a personas con
deseos de trabajar de otros lugares como
el Rodeo Michoacán y Tamazuchale en
San Luís Potosí.
La feria de la paleta comenzó en 1989
como una manera de reunir dinero para
la iglesia que fue terminada en 1991 y
posteriormente para las celebraciones del
día de la virgen de Guadalupe y a fines de
año para celebrar los logros obtenidos en
el año y la satisfacción de regresar como
cada año a tocumbo, además de estar
presentes en la misa que se celebra en
honor a todos los paleteros.
En l990 aparece Alejandro Andrade
quien diseño un logotipo para la
Michoacana que es una indita con
un helado y su slogan que dice “La
Michoacana es natural” hoy en día su
firma vende a todos los paleteros que
manejen esta imagen ya que su negocio
es vender desde los congeladores, botes
de basura, vasos, servilletas, letreros
luminosos y demás artículos que se
necesitan en una peletería con el logotipo
distintivo.
Desde sus inicios y en gran medida la
fortaleza de la Michoacana es su método
de producción que le permite mantener
los costos más bajos de la industria .Hacer
los helados y paletas cuando se necesita
asegurando su frescura y calidad.
Además de que no hacen falta grandes
flotillas de camiones congeladores para
hacer las entregas pues todo se produce
y se vende en el mismo local.
Otra de sus fortalezas es la ilimitada
flexibilidad del concepto de La Michoacana
mientras las franquicias de helados están
constreñidas a vender lo que el corporativo
ordena, los paleteros de la Michoacana
pueden responder a los gustos locales,
de esta manera las franquicias como
Bing venden solo ciertos tipos de helados
muchas Michoacanas venden también
postres palomitas nachos y pizzas.
No obstante la mayor debilidad
de la Michoacana suele ser la
calidad dispareja en los productos.
Desde siempre cada propietario
administra y controla el negocio a su
modo. No hay una contabilidad central ni
planes de Mercadotecnia o estratégicos.
En la actualidad cada franquicia como
Bing, Holanda, Delfín, Haagen Dasz,
Baskin Robbins vende solo ciertos tipos
de helados muchas michoacanas han
diversificado su mercado y ahora también
venden postres palomitas nachos, papas
fritas, banderillas y Nachos. Es por eso
que no es franquicia ni negocio familiar no
hay una contabilidad central, ni planes de
mercadotecnia ni estratégicos.
Así fue como las Michoacanas fueron
creciendo en número por toda la republica
mexicana y algunos lugares de los EU.
Aunque hoy en día tienen diferentes
nombre como las delicias de Michoacán,
Tocumbo si, la flor de tocumbo La Original
Michoacana, La Nueva Michoacana y La
Michoacana del Portón etc.
Las Peleterías La Michoacana en la
actualidad debe cambiar para continuar
prosperando, las ventas la producción
y la administración se optimizaría si
existiera un acuerdo general entre los
paleteros para mantener una cierta
calidad una imagen corporativa y no
seguir independientes y desunidos. Con
este propósito se ha tratado de formar
una asociación de paleteros.
Uno de los mayores desafíos que
enfrenta hoy La Michoacana es como
modernizarse sin perder ese carácter
provinciano que tanto valoran sus clientes
conservando sus precios bajos.
La Michoacana tuvo éxito por que
atrajo a la clase trabajadora que llegaba a
la capital desde otras partes del país, en
esa medida el florecimiento del negocio
reflejo el proceso de transformación
de México de una sociedad rural a una
sociedad urbana.
La Michoacana sigue conservando su
esencia y sabores tradicionales 100%
natural además de no dejarse influenciar
por modas o sabores temporales y lo mejor
de todo es que en Tepatitlán tenemos el
grato sabor natural de la michoacana.
Artìculo de la Revista expansión A Fondo
2002.
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