Hola, ¿me recuerdas...?. Soy yo... La muerte, te envío este
memorando, para notificarte que mañana te toca a ti...¡Sí!,
¿pensaste que vivirías mil años?. Calma, no te lamentes, no te
lamentes... ni te preocupes más... todavía te resta todo un día...
Y un día puede ser toda una vida... Si lo sabes aprovechar.
¿Cómo?...
Ya no postergues tu vida... Ya no renuncies a ella jamás.
Tienes 24 horas para demostrar tu cariño, tienes 24 horas para
decirle que le amas. Para bailar bajo la lluvia, para disfrutar aquella
melodía, para sentir el sol, para soltar tu llanto, para entregar tu
alma.
Tienes todo un día para pedir perdón, para ser un niño, para ser
un sabio, para reír con fuerza, para gritarle al viento, para disfrutar
del resto de la vida que queda en tu corazón...
La vida te está rodeando a cada instante aunque la busques
en el futuro, aunque creas haberla olvidado en el pasado. La vida
está allí contigo. Te envuelve con su magia, pero tú como un ciego
prefieres ignorarla.
Es por eso que te envío este memorando... Para que recuerdes
que tienes que morir... que mañana tomaré tu mano y te llevaré de
aquí.
Y quiero preguntarte...
¿Podrías describirme el aroma de las rosas?... ¿Podrías
decirme lo que sientes cuando el viento te envuelve con su ternura,
con su brisa y con su fuerza?...
¿Conoces la maravillosa sensación que brinda el amor?... ¿Haz
bailado al ritmo en tu corazón?... ¡Haz disfrutado el arte de hacer
el amor... sin ningún límite... o te ha detenido el temor, la culpa?.
Disculpa si soy indiscreta...
Lo que pasa es que me causa mucha gracia el pensar
que mañana que te tome en mis brazos... vas a estar muerto
completamente... al 100%... No habrá ningún asomo de vida en
ese cuerpo tuyo...
Y sin embargo hoy estas vivo... El 75% de tu ser parece estar
muerto. Tengo aquí a muchos suicidas que en el justo momento
que me vieron de frente, descubrieron que la vida es muy bella
y mucho más grande que todos esos problemas que creyeron
irremediables.. Justo cuando sus ojos dejaron de percibir colores,
cuando su piel dejo de tener sensaciones, cuando sus oídos no
escuchaban ni siquiera el silencio, cuando su boca no pudo decir te
amo, ayúdame, te perdono, te extraño, eres especial, cuando sus
brazos ya no pudieron abrazar, cuando sus piernas ya no pudieron
correr, cuando sus labios dejaron de sonreír.
En ese momento todo suicida me suplica una oportunidad, sin
entender que cada instante, de cada hora, de cada día de su vida
es una oportunidad... Una oportunidad para vivir con intensidad... Y
que yo la muerte, si doy oportunidades.
Pero sólo aquél que sabe usar la vida, sólo aquél que se da
cuenta que la vida no se puede comprar con ninguna cantidad de
dinero...
Que la vida es como una montaña rusa, a la que te subes y lo
disfrutas al 100%, porque sabes que el final esta cerca y que no
podrás comprar otro boleto.
¿Sabes?... Existe mucha gente con enfermedades que los
tienen al borde de la muerte... Gente admirable que lucha por
vivir, por conseguir sus sueños, por gritar su amor, por extender su
mano...
Por dejarle al mundo la huella en su corazón. Gente que aún
sabiéndose desahuciada sonríe feliz, persigue sus sueños y
sabe vivir... A muchos de esos guerreros de la vida si les doy una
oportunidad. Porqué ¡¡¡merecen vivir!!!.
Y cuando uno de esos seres que supieron vivir llega a mis
brazos... Los recibo contenta, porque no se quejan con el clásico
“si yo hubiera...”. Ellos hicieron todo lo que quisieron hacer.
Y por eso les indico el camino que han de seguir... Ese camino
que sin duda les hará volver a vivir.
Así que si no me recordabas, ¡¡¡aquí estoy!!!.
Porque mañana te toca a ti... Te queda un solo día... ¿Qué
harás con el?...
Si me convences puede que te permita vivir.
Hoy estas en los brazos de la vida...
Pero mañana...
Mañana estarás en los míos...
¡¡¡Así que vive tu vida!!!...
Te espero...
Atentamente...
La muerte.
Fraternalmente
C. L.A.E. Juan Manuel Becerra Casillas
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