Transparencia Internacional detalla
que el sector educativo es particularmente
vulnerable a la corrupción; en México, las
familias de escasos recursos son las más
afectadas.
La corrupción, falta de transparencia
y rendición de cuentas son capaces
de socavar el derecho humano a
la educación, en particular entre la
población con menor ingreso económico,
pues actúan como un impuesto añadido a
los pobres, sobre todo cuando tratan de
acceder a los servicios básicos, reveló el
más reciente reporte de Transparencia
Internacional (TI).
La corrupción en la educación afecta
principalmente a los sectores pobres
y menos favorecidos, especialmente
mujeres y minorías, que no pueden
afrontar el costo oculto del ingreso a
instituciones ni adecuarse a las reglas que
determinan sus posibilidades de éxito.
El “Informe Global de la Corrupción:
Educación de Transparencia
Internacional” puntualiza que, por
ejemplo, una familia mexicana de escasos
recursos puede destinar un tercio de
sus ingresos a las ‘mordidas’, lo que
se traduce en incapacidad de pagar las
cuotas escolares o incluso alimentarse.
El documento revela que las familias
en México pagan en promedio 30
dólares extra al año para que cada uno
de sus hijos reciba educación, la cual es
constitucionalmente gratuita.
El sector educativo es particularmente
vulnerable a los actos de corrupción.
Aunque el gobierno desembolsa colosales
recursos públicos a través de complejos
niveles administrativos, los sistemas
de control alrededor de estos fondos
son insuficientes, tanto por parte de los
gobiernos como de las instituciones.
La investigación expone que los
prestadores de servicios educativos
ocupan una posición de poder que
les permite exigir favores por medios
extorsivos.
En entrevista, Eduardo
Bohórquez, presidente de Transparencia
Mexicana, refirió que el fraude escolar
es uno de los principales problemas
de corrupción en el sistema educativo
mexicano y que en esta se incluyen
los alumnos que, a cambio de una buena
calificación, sobornan a los profesores.
El Presidente de esta organización,
compañera de Transparencia
Internacional, puntualiza
que las cuotas “voluntarias”
solicitadas en las escuelas
públicas para el ingreso de los
estudiantes son generadoras de
prácticas ilícitas.
El sistema educativo
justifica que estas asignaciones
monetarias, requeridas al momento
de ingreso del infante a la escuela,
sirven para dar financiamiento del
sector educativo, detalla Bohórquez.
Ante ello, debería existir un sistema
estricto de rendición de cuentas para
saber a qué se destina el dinero.
De acuerdo con la investigación,
los padres buscan brindar a sus hijos
las mejores oportunidades y a menudo
desconocen qué actos constituyen una
exigencia ilícita.
Bohórquez informó que 17% de los
mexicanos reporta haber emitido algún
tipo de soborno dentro del sistema
educativo.
Tan sólo a nivel básico, en tres
de cada 100 ocasiones, los mexicanos
tuvieron que sobornar a funcionarios para
que el infante pudiera inscribirse en una
escuela pública, un estimado de 6,000
millones de pesos.
El aumento en el número de alumnos
de educación superior a nivel mundial, de
32 millones en 1970 a 159 millones en el
2008, muestra que la formación superior
ya no está más reservada a las élites,
opina Transparencia Internacional.
Los cambios constantes en el entorno
en el cual funcionan las instituciones de
educación superior suponen riesgos de
corrupción específicos y las instituciones
que no cuenten con mecanismos
efectivos de supervisión y control son las
más propensas al cohecho.
En algunos
casos, esto ha socavado la totalidad
del sistema de educación superior y la
reputación de las investigaciones y los
graduados de estos centros de estudio,
independientemente de que hayan sido
responsables o no del deterioro.
Al respecto, Bohórquez alertó sobre la
difícil transparencia de universidades
públicas en México; apelando a la
gobernabilidad de la institución misma,
se promueve la proliferación de prácticas
ilegales.
El Presidente de Transparencia
Mexicana concluye: “El hecho que
no tengamos un sistema educativo
haber desaprovechamiento
de recursos deja a personas fuera del
sistema educativo”, lo que se convierte
en un obstáculo para el combate a la
pobreza.
Abuso de poder
Transparencia Internacional define a
la corrupción como “el abuso del poder
delegado para beneficio”.
Modalidades de corrupción en la
educación:
* Contratación de obras de
construcción
* Escuelas paralelas sin habilitación
* Docentes fantasmas
* Desvío de recursos destinados
inicialmente a libros de estudio y a
suministros
* Soborno en el acceso a educación y
compra de calificaciones
* Nepotismo en la designación de
docentes
* Falsificación de diplomas
* Uso indebido de subsidios escolares
con fines particulares
* Ausentismo y remplazo de la
educación formal por formación particular
privada
* Explotación sexual en el aula, pues
representa el abuso del poder delegado
Sobornos
1/3 del ingreso de las familias
pobres lo gastan en mordidas, lo que les
imposibilita pagar cuotas escolares.
17% de los mexicanos reporta haber
metido algún tipo de soborno dentro del
sistema educativo.
3 de cada 100 ocasiones los mexicanos
tuvieron que sobornar a funcionarios para
que el infante pudiera ser inscrito en una
escuela pública.
6,000 millones de pesos es el gasto
anual en sobornos a funcionarios para
que los niños a nivel básico puedan
ingresar a escuelas públicas.
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