Se encuentra en Villa la Venta, localidad pertenciente al municipio de
Huimanguillo, Estado de Tabasco.
La tradición oral actual indica que el nombre de La Venta proviene del
hecho que a finales del siglo pasado, esta localidad se especializaba en
la venta de madera, por ello, los vecinos para referirse al lugar le llamaron
“La Venta”.
La Venta es el principal sitio arqueológico de la cultura olmeca, tuvo su
apogeo entre 900 adC y 400 adC. Se levanta sobre una isla en medio de
la región pantanosa que forma el río Tonalá, en el límite entre Tabasco y
Veracruz, zona rica en flora y fauna. La superficie de la isla es de apenas
unos 5.2 km². En el centro de la isla, los edificios forman una plaza en
forma de rectángulo irregular, con una pirámide principal localizada en el
centro, montículos y monumentos en el norte y en el sur.
Esta zona arqueológica tiene gran importancia por su antigüedad, en
el patrón y orientación tan regular de su arquitectónica y en su función
como un centro cívico- ceremonial y residencial.
La mayoría de los edificios tuvieron una misma orientación y estuvieron
ordenados a lo largo del eje norte-sur; estaban constituidos por plataforma
hechas mediante la acumulación de enormes cantidades de diferentes
tipos de tierra, arcillas y arenas, y sobre estas se erigían construcciones
de material perecedero como: paredes de bajareque y techos de palma.
En general, las plataformas tienen una altura de 3 a 4 metros , y unos 100
de largo como máximo.
Las piedras grandes de basalto fueron traídas de las montañas de
Tuxtla, fueron utilizadas exclusivamente para los monumentos incluyendo
las cabezas colosales, los “altares” y varias estelas.
La estructura más importante de La Venta es una pirámide construida
con barro acumulado. Su planta es irregularmente circular, tiene un
diámetro medio de 128 m y una altura de 31,4, no tiene plataforma en la
cumbre, ni escalera, ni rampa. La superficie exterior tiene diez entrantes
y diez salientes, y le dan a la estructura la forma de un molde de gelatina.
La cantidad de barro que se empleó en su construcción es calculada en
100 mil m³.
Al sur del patio ceremonial fueron construidas una pequeña
plataforma rodeada de columnas de basalto y un muro de ladrillos rojos y
amarillos unidos con barro rojo, que delimitaba el patio. Las excavaciones
demuestran que por lo menos el edificio conocido como Pirámide
A1 era escalonada, lo que prefigura la futura forma tradicional de las
estructuras que soportaban los templos en todas las grandes ciudades
de Mesoamérica.
En su apogeo, La Venta fue un centro ceremonial que contuvo
una serie de ofrendas enterradas, de tumbas así como esculturas
monumentales similares a las encontradas en San Lorenzo Tenochtitlan.
Se calcula que el sitio tuvo una población de por lo menos 1.800 personas.
Los hallazgos en esta zona han sido tantos y tan variados que han
permitido definir algunos de los rasgos más importantes de esta antigua
civilización. En la venta se han encontrado el mayor numero de esculturas
de piedra, entre las que destacan: Cabezas colosales(cuatro), estelas y
altares. También, se han encontrando ricas ofrendas de objetos de jadeita
y cerámica, al igual que monumentales afrentas masivas, únicas en el
mundo prehispanico.
Uno de los “altares” de basalto más sobresaliente es el que representa
probablemente a un shaman vestido con indumentaria muy elaborada
y sentando dentro de lo que parece una cueva. La figura se encuentra
aferrada a una cuerda que envuelve la parte derecha del altar donde se
encuentra la figura. El lado izquierdo está erosionado pero se piensa era
similar al derecho.
Se cree que estos “altares” eran tronos en los cuales los olmecas
utilizaban en ceremonias o rituales muy importantes. Esto conduce a
interpretar la figura como un contacto con sus antepasados o recibiendo
ayuda de estos.
Hoy el extremo meridional entero del sitio es cubierto por una refinería
de petróleo y se ha demolido en gran parte, haciendo las excavaciones
difíciles o imposibles.
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