Por Felipe Padilla Hermosillo
Poco después de las 3.30 de la
tarde fuimos testigos de otra escena
verdaderamente espectacular: La Sma.
Virgen. De san juan sale del templo
parroquial para volver a su casa, a su
sagrado palacio.mas de 20 príncipes de
la iglesia forman su corte de honor. Su
recorrido con las principales y engalanadas
calles de la ciudad tuvo las características
de un autentico apoteosis. Las multitudes
entusiasmadas, delirantes, no solo
aplaudían y lanzaban vivas que dominaban
y sobresalían del clamoroso repiques de las
campanas y de los acentos bélicos de las
bandas de guerra….. las multitudes también
lloraban….. al principio yo no me explicaba
el porqué de ese llanto precisamente en
esos momentos de desbordante alegría,
pero reconcentrándome un poco, pensé:
Es que todos, tal vez inconscientemente, nos sentimos
pecadores, es decir, alejados de la casa paterna, y al
ver a nuestra madre, que abandona su casa y recorre
las calles de la ciudad, nos trajo a la memoria a aquel
anciano padre de la parábola del hijo prodigo y nos
parece que María no se resigna, no puede resignarse
a esperar impasible, encerrada en su nicho de plata,
cabe los muros de su santuario, la vuelta del hijo
prodigo, el retorno de la oveja perdida….. y por eso
sale en su busca por las calles y en las plazas….. y
ese gesto de amor y de ternura de la madre de dios,
no puede menos que conmover y quebrantar hasta
los corazones de piedra.
Al menos, ese es mi modo de ver las cosas, (nos
dice el actor del presente artículo histórico).
Nos sigue narrando dicho autor: La culminación
de este grandioso acto, y de todos los demás
actos conmemorativos del segundo centenario
fue, sin duda alguna, la concelebración del santo
sacrificio de la misa, presidida por excelentísimo
y reverendísimo señor arzobispo y delegado
apostólico don Guido del Mestre. Después del
evangelio el Excmo. Snr obispo doctor j. Guadalupe
Padilla predico la palabra de dios con fervor, unción
y elocuencia. Mas de los 16 obispos renovaron en
el altar el sacrificio de la cruz, y María como en el
calvario, STABAN JUXTA CRUCEM…..
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