Por José Alvarado Montes
Una historia, una vida; con la leyes de Reforma la Educación
Pública estaba en manos del gobierno y al no poder cubrir
la nación tuvo que rectificar, la concesionó a particulares y
a la iglesia católica, para 1867 estas ya rebasaban a las del
gobierno y se llamaron escuelas parroquiales. En 1887 aquí
en San Juan se funda una escuela para niños costeada por
el Santuario en la que fuera la casa del Padre Flores, en
la época del Porfiriato y del Maderismo hubo una tolerancia
religiosa hasta en 1914 con el asesinato de Madero las cosas
cambiaron, los líderes revolucionarios acusaron a la iglesia
católica de ser aliada de Victoriano Huerta y comenzaron las
represalias.
La casa del Padre Manuel Flores fue intervenida por
Hacienda y fue cedida para palacio municipal terminándose
como Escuela del Santuario, ahí albergaba las oficinas como
Delegación de
Hacienda del estado como juzgado de 1ª. Instancia y los
del Ministerio Público, terminada la Revolución Cristera ,
el edificio fue comprado por el ayuntamiento y el Gobierno
del Estado ocupo una parte del edificio para Escuela Oficial
con cuatro grados de estudio, los maestros fueron Pedro
Bonales , Juan José Acosta, José Ruiz Sánchez, Josefina
Ruezga Gutiérrez y Matilde García Torres.
El 24 de febrero de 1961 falleció una personalidad
de esas que tienen el don de transformar el campo en que
se desarrollan ya que cuando la vida de un semejante llega
a su fin. Importante es saber cómo ha vivido el como uno de
los talentos que El Creador le dio , lo conocí y sé que cumplió
a la perfección de maestro, educador, protector, padre de
familia honrado y distinguido digno de ocupar un lugar en
la historia de San Juan su nombre fue Ignacio Martin López.
El y su esposa María del Refugio Velázquez
de Martínez llegaron a esta ciudad en 1943, los dos como
directores de la Escuela Urbana Foránea para niñas # 94 y
el para niños # 93 el ya había desempeñado el mismo cargo
en otras ciudades del estado, pero ella no había salido de
Lagos , su tierra natal y con el pendiente de dejar a su padre
anciano y enfermo, lo primero que hicieron fue reconocer
las escuelas que dirigirían, la de El seria la Presidencia
Municipal donde se compartía con otras dependencias.
Sus hijos se quedaron en Lagos con su abuelo
materno y su segunda esposa; todos los días hacían el
viaje Lagos San Juan, salían de Madrugada y regresaban
al anochecer, cuando decidieron trasladarse definitivamente
a San Juan, se trajeron lo más indispensable; se instalaron en lo que era la primaria de niños instalada en una vieja
casona en la Calle Fray Antonio de Segovia. (Esta casa
fue primero del canónigo Romo que la daría a la Basílica)
después del profesor José Ángel Díaz Pérez funciono una
corta temporada como escuela de niñas por lo que la calle se
le conocía como la de la Enseñanza. La casa tenía una aula
y una especie de tapanco y en dos pequeños cuartos en que
se acomodaron, la Escuela por ser Oficial no tenía alumnas,
pues aún se veía con malos ojos dado el conflicto iglesia
estado o Revolución Cristera y la Educación Socialista, los
padres no mandaban a sus hijas, poco tiempo estuvieron ahí
ya que el Ayuntamiento la vendió a Don José Ruiz Márquez
quien transformara en una casa muy cómoda y bella, esto
complico la situación ya que el maestro ganaba poco y era
insuficiente para cubrir sus necesidades, que pidió ayuda al
Gobernador del Estado para poder pagar una renta y así
fue como se fueron a vivir a la Calle Rita Pérez de Moreno
# 49 en ese tiempo calle importante donde tenían sus
casas las gentes más pudientes de la Ciudad, lo que trajo
tranquilidad. El era muy activo y responsable acompañando
a su esposa, se dieron a la tarea de organizar su trabajo
convenciendo a la gente que de las Escuelas de Gobierno
no salían las llamas del infierno, labor que fue difícil atraer
alumnos. También animo a señoritas de la ciudad a trabajar
en la escuela sin más experiencia que habían adquirido
como alumnas de primaria, así empezó: Conchita Gutiérrez,
Concha González Esqueda, ( fue mi maestra ) y Anita
Padilla, a ellas se les llamaba señoritas y así empezaron a
darle vida a la escuela auxiliándolas en todo. Para 1950 ya
la Escuela estaba muy prestigiada, pero él seguía con un
sueldo muy raquítico y una familia muy numerosa, con 30
años al servicio del estado pidió su jubilación, la que fue de
200 pesos los que nunca fueron incrementados. Consiguió
una plaza Federal de mejor sueldo, la Escuela tenía carácter
de Rural ya que se encontraba en el barrio de la Sangre
de Cristo y se le conocía como la de María Padilla, esta le
quedaba muy retirada de su casa y en atención a su edad y
su prestigio, el Ayuntamiento le proporciono un local en la
Calle Vicente Guerrero ( hoy mercado de Artesanías )la casa
estuvo casi en ruinas pero tenía un zaguán y dos salones
en buen estado aquí atendió solo alumnos de 5º y 6º ano, El
nació en Guadalajara el día 20 de Abril de 1881 falleció en la
fecha antes mencionada y como dijera antes de morir,
“ ME VOY ENAMORADO DE LA VIRGEN, DE SU GENTE
Y DE MI ESCUELA.
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