El terror de la mujer que despertó de la anestesia justo antes de
la operación
Tenía los ojos tapados, un tubo por la garganta y paralizada. Sin
embargo estaba despierta y no podía avisarle a nadie de su estado. En
eso, sintió que el cirujano tocó su abdomen para -acto seguido- sentir
un pinchazo.
Alexandra Bythell descubrió que estaba consciente, con los ojos
tapados, el tubo endotraqueal en su garganta y el equipo médico
listo para abrirle el cuerpo. El efecto de la
anestesia había pasado y ella se despertó.
A esta mujer de 36 años estaban a
punto de practicarle una apendicetomía en
el hospital Royal Blackburn en Inglaterra.
“Todo el asunto fue aterrador”, cuenta.
“Yo estaba histérica de pánico pero
completamente incapacitada de hacer o
decir algo”.
“Pensé que iba a morir”, agrega.
Como ocurre en la mayoría de los
casos, cuando le pusieron la anestesia
a Bythell, quien es una enfermera
psiquiátrica, le pidieron que hiciera una
cuenta regresiva de 10 a cero y debió
haberse quedado dormida en el proceso.
Cuando despertó, no se podía mover porque los fármacos la
habían paralizado, pero sí podía escuchar al personal médico hablar
de su tamaño y peso.
Entonces sintió que alguien le auscultaba el abdomen y, acto
seguido, sintió un aterrador pinchazo.
En ese momento recibió una dosis de morfina que la dejó
inconsciente hasta que despertó de la cirugía.
La intervención fue exitosa, pero dejó secuelas en su estado.
“Intenté explicarle al personal lo que había pasado, pero sentí que
me estaban dando largas y constantemente me daban información
errada. Primero me dijeron que eran alucinaciones y después que
hubo un problema con una de las máquinas”.
Trauma psicológico
“Fue increíblemente angustiante descubrir que alguien no había
revisado si la máquina tenía gas”, señala.
El hospital admitió que no habían revisado los niveles de la
máquina de anestesia, pero aseguró que ya pusieron en marcha
nuevos protocolos para que el incidente no volviera a suceder.
También se disculpó con Bythell y la indemnizaron por el trauma
psicológico.
El caso de esta mujer es extremadamente raro. De hecho, se
estima que la probabilidad de tener un
incidente (cualquiera) con anestesia
general es menos del 1%. Y despertarse
está entre los casos más raros.
Aunque también son muy poco
probables, los otros riesgos -según los
Institutos Nacionales de la Salud de
EE.UU.- son confusión mental temporal,
infección pulmonar, ataque cardíaco,
accidente cerebrovascular, daño en las
cuerdas vocales y muerte.
La anestesia es una práctica
controlada en la que con la ayuda de
fármacos el anestesiólogo bloquea
las sensaciones de dolor y tacto de
un paciente. Esta puede ser parcial o
general.
Cuando la intervención quirúrgica requiere de anestesia general,
el paciente queda inconsciente, relajado completamente y sin reflejos.
No obstante, existe una pequeña minoría que no llega a
experimentar la completa inconsciencia. Están despiertos durante la
cirugía y no pueden hacer nada al respecto.
Se calcula que una de cada 15.000 personas experimenta lo que
se conoce como consciencia accidental durante una intervención
quirúrgica, en la cual recuerdan aspectos de la cirugía después de
despertarse. Casi un tercio de ellos siente dolor.
Por BBC Mundo.com -
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