Primero Dios creó el mundo en
siete días o etapas, luego creó a Adán
y enseguida, de una de las costillas
de Adán, creó a Eva; y los puso en
un paraíso donde podían gozar de
Dios y no les faltaba nada. No había
dolor, ni frío, ni hambre: era un lugar
ideal para vivir, donde podrían ser
felices por siempre. Sólo les
puso una
condición para vivir ahí: obedecerle.
Les dijo que podrían comer de todos
los muchos árboles que había en el
paraíso, menos uno en especial. El
diablo se les apareció en forma de una
serpiente, y les dijo que si no obedecían
a Dios les iría mejor en la vida. Ellos le
creyeron al diablo y desobedecieron
a Dios y por ello perdieron su gracia
ante Él. Entonces Dios los echó de ese
jardín paradisiaco, por desobedientes,
pero les hizo la promesa de que si
aprendían a obedecerle en la tierra, un
día regresarían con Él, y volverían a
ser felices.
Caín y Abel. Noé y el diluvio.
Ya en la tierra, Adán y Eva tuvieron
dos hijos: Caín y Abel Gen 4; Caín
que era malo mató a Abel. Adán y Eva
tuvieron más hijos que se multiplicaron
y con el tiempo la humanidad creció
mucho, pero eran en su mayoría malos
y disgustaban a Dios por lo que un día
Dios decidió que los tenía que eliminar
y lo hizo con un diluvio, Gen 7 del que
sólo se salvaron, Noé y su familia. Noé
era justo ante los ojos de Dios y por
ello, Dios decidió que al destruir a la
humanidad, iniciaría una nueva cuenta
con él; por lo que le indicó que hiciera
un arca para que se salvara él, su
familia, y muchos animales.
Dios hizo un pacto con Noé, donde
el Señor se comprometió a no destruir
la humanidad con un nuevo diluvio y a
proteger a Noé y a su familia. Gen 9:9-
17 De esta familia que se multiplicó
con el tiempo, se formó una nueva
humanidad y al paso de muchos años,
ya estaba el mundo conocido, lleno
otra vez de diferentes naciones.
La torre de Babel
Luego, cuando ya eran muchos
los hombres sobre la tierra, un día
decidieron hacer una torre muy alta en
la ciudad de Babel Gen 11, pero Dios
les confundió el lenguaje y aparecieron
otros idiomas y como cada uno hablaba
lengua diferente, ya no se pudieron
entender entre sí y se separaron por
diferentes rumbos del mundo.
Dios llama a Abram
Tiempo después, de una de las
ciudades ubicadas en Mesopotamia,
la que se llamaba Ur, el Señor escogió
a un hombre llamado Abram que en
ese tiempo tenía 75 años, y lo invitó a
ser su amigo y a servirlo. Gen 12 Por
ser su amigo, Dios le prometió que le
daría una gran descendencia, con la
que Él, Dios, se formaría un pueblo
seleccionado para sí mismo.
Dios le indicó a Abram, que se
alejara de su tierra y su familia y se
fuera a una tierra nueva, que Él le
daría. Y Abram le creyó a Dios y se fue
a vivir a la tierra que el Señor le señaló.
Un día unos reyes atacaron a
Lot el sobrino de Abram, le robaron
sus cosas y se lo llevaron a él y a su
familia; Dios ayudó Abram y éste pudo
recuperar a su sobrino con su familia
y pertenencias. Melquisedec, rey de
Salem y sacerdote del Dios Altísimo,
sacó pan y vino; 19 y le bendijo,
diciendo: «Bendito sea Abram, por
Dios Altísimo, Creador de los cielos y
la tierra.20Y bendito sea Dios Altísimo,
que derrotó a tus enemigos por ti».
Gen 14:17-20
La circuncisión, señal del pacto
Era Abram de edad de noventa y
nueve años, cuando se le apareció
otra vez Jehová y le dijo: Yo soy el Dios
Todopoderoso; anda delante de mí y sé
perfecto. 2 Y pondré mi pacto entre Mí
y ti, y te multiplicaré en gran manera.
Este es mi pacto, que guardaréis
entre Mí y vosotros y tu descendencia
después de ti: Será circuncidado
todo varón de entre vosotros. Y no se
llamará más tu nombre Abram, sino que
será tu nombre Abraham, porque te he
puesto por padre de muchedumbre
de gentes. Gen 17:1-10 A Saraí tu
mujer no la llamarás Saraí, mas Sara
será su nombre. 16 Y la bendeciré,
y también te daré de ella hijo; sí, la
bendeciré, y vendrá a ser madre de
naciones Gen 17:15-16
Destrucción de Sodoma y
Gomorra
Tiempo después, Dios decidió
acabar con las ciudades más
pecadoras de aquel rumbo: Sodoma
y Gomorra. Abraham intercedió por
ellas en base a que quizá hubiera
algunos habitantes que fueran justos,
pero al no hallarlos, Dios decidió
destruirlas, pero antes envió a dos
ángeles a Sodoma a rescatar a Lot
el sobrino de Abraham. Una vez
que estuvieron fuera de Sodoma,
Lot, su esposa y sus dos hijas, Dios
envió fuego del cielo y destruyó a
las ciudades pecadoras. Uno de los
ángeles les había dicho que sólo
huyeran y no voltearan para atrás,
pero la mujer de Lot volteó a ver y se
convirtió en estatua de sal. Gen 19
Nacimiento de Isaac
Abraham tenía 100 años cuando
tuvo a su hijo Isaac, su esposa Sara
tenía en ese entonces 99 años. (Hacía
25 años que esperaba el cumplimiento
de las promesas de Dios, de hacerlo
padre de una gran pueblo)Gen 21
Dios ordena a Abraham que
sacrifique a Isaac
Cuando Isaac estaba mayorcito,
el Señor le pidió a Abraham que le
sacrificara a su único hijo, donde
descansaban todas sus promesas, y
Abraham estuvo dispuesto a hacerlo
por obedecer. Cuando lo iba a matar,
llegó un ángel de Dios y se lo impidió;
Dios no quería el sacrificio, sólo quería
probar la fe de Abraham. Gen 22
Jacob y Esaú
Cuando Isaac fue mayor, se
casó con Rebeca y tuvo dos hijos
gemelos: Jacob y Esaú. Gen 25: 24-
26. El mayor de los dos era Esaú y le
tocaba el derecho de primogenitura,
por lo que heredaría las bendiciones
de Dios; pero éste decidió vender sus
derechos a su hermano Jacob, por
un plato de lentejas, un día que tenía
mucha hambre. Gen 25: 31-34
Dios se aparece a Jacob en Betel
Esaú se molestó con Jacob y pensó
en matarlo, por lo que éste se fue a
casa de su tío Labán en Haram Gen
27:43-44 Cuando Jacob iba camino
a Haram durmió en el camino y vio
en sueños una escalera que estaba
apoyada en tierra, y su extremo
tocaba el cielo; y ángeles de Dios
que subían y descendían por ella. 13
Y Jehová estaba en lo alto de ella, el
cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de
Abraham tu padre, y el Dios de Isaac;
la tierra en que estás acostado te la
daré a ti y a tu descendencia. 14 Será
tu descendencia como el polvo de la
tierra… Gen 28:12-14
Jacob lucha con el ángel en
Peniel
Jacob tuvo doce hijos, el menor de
los cuales se llamó José. Se regresó
Jacob con sus hijos y esposas a la
casa de su padre Isaac. En el camino,
luchó con un ángel toda una noche y
al amanecer, el ángel le dijo: déjame
porque va a amanecer; Jacob le dijo
no te soltaré hasta que me bendigas.
El ángel le dijo: tu nombre ya no
será Jacob, sino Israel, porque has
luchado con Dios y con los hombres,
y has vencido Gen 32:24-28
José es vendido por sus
hermanos
Jacob-Israel amaba a sus hijos,
pero amaba más a José, porque lo
había tenido en su vejez, y le hizo
una túnica de colores. Viendo los
hermanos que Jacob amaba más a
José, llegaron a odiarlo y le tenían
envidia. José tuvo un sueño en el que
todos los hermanos ataban manojos de
zacate en el campo, pero los manojos
de sus hermanos se inclinaban ante
el manojo de él. Otro día soñó que
el sol, la luna y once estrellas se
inclinaban ante él; y sus hermanos se
enojaban más con él por esos sueños.
Un día en que los hermanos cuidaban
su ganado, Jacob-Israel mandó a
José a que viera como estaban sus
hermanos. Ellos cuando lo vieron
venir, pensaron matarlo y decidieron
al fin mejor venderlo como esclavo a
unos mercaderes que iban a Egipto; y
estos lo vendieron a Potifar, oficial de
Faraón, capitán de la guardia. Gen 37
José y la esposa de Potifar
José trabajó en la casa de Potifar
un tiempo, hasta que la esposa de
éste le propuso que los dos se hicieran
pareja y traicionaran a Putifar, al no
aceptar José, la esposa de Putifar se
molestó y lo acusó ante su esposo, de
quererla deshonrar, por lo que éste lo
hizo encarcelar.
José interpreta sueños y es
gobernador de Egipto
Ya en la cárcel, en José pronto
se manifestó la presencia del Señor,
pues José se ganó la confianza del
carcelero, quien lo puso a cargo de
los demás presos. Gen 39:21-23
Un día José interpretó los sueños
del Jefe de coperos y del Jefe de
panaderos, de Faraón, que por esos
días estaban en la cárcel, junto con
él. Gen 40:12-23 Dos años después,
siendo aún preso, José interpretó un
sueño del faraón en el que vio que
había siete vacas gordas y luego
siete vacas flacas, pero las siete
flacas se comían a las siete gordas,
lo que José le interpretó de parte de
Dios, que después de siete años de
abundancia vendrían sobre Egipto
siete años de hambre; por lo que el
faraón, viendo la sabiduría de José, lo
nombró gobernador de Egipto. Gen
41:1-46 Se dieron los siete años de
abundancia que había dicho el Señor
por boca de José y siguieron los
siete años en que hubo hambre en la
tierra de Egipto y los alrededores. De
Canaán llegaron los hijos de Jacob a
comprar trigo y se encontraron con
su hermano José que ahora era el
gobernante de Egipto. José los invitó
a vivir en Egipto y les pidió que vayan
por su papá Jacob Israel y que lo
trajera con ellos. Gen 42-45 y así se
quedaron los hijos de Jacob Israel a
vivir en Egipto durante muchos años,
en los que se multiplicaron y llegaron
a ser un gran pueblo.
F. Javier Contreras
No hay comentarios.:
Publicar un comentario