Basados en el libro de JOSUÉ de la Santa Biblia
Preparación antes de entrar en la
tierra prometida
Después de los cuarenta años que
el pueblo de Israel anduvo errante
en el desierto, Moisés ungió a Josué
como líder de Israel, por orden del
Señor. Luego Moisés murió y después
de que lo enterraron, El Señor habló
a Josué hijo de Nun, que había sido
servidor de Moisés, diciendo: Nadie
te podrá hacer frente en todos
los días de tu vida; como estuve
con Moisés, estaré contigo; no
te dejaré, ni te desampararé.
Esfuérzate y sé valiente; para cuidar
de hacer conforme a toda la ley que
mi siervo Moisés te mandó; no te
apartes de ella ni a diestra ni
a siniestra, para que seas
prosperado en todas las
cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu
boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche
meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme
a todo lo que en él está
escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo
te saldrá bien. Mira que te mando
que te esfuerces y seas valiente;
no temas ni desmayes, porque El
Señor tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas. Josué
se preparó para conducir a Israel
para que todos entraran en la tierra
prometida.
Jos 1:1-10
Josué envía espías a Jericó
La primera ciudad a tomar, sería
Jericó. Así que envió dos espías a
esa ciudad. Ellos fueron, y después
de ver todo, entraron en casa de una
prostituta que se llamaba Rahab. El
rey de Jericó, supo que habían venido
dos espías de Israel, por lo que
envió a sus soldados por ellos, pero
la muchacha los había escondido
en la azotea de su casa, entre unos
manojos de lino y les dijo a los
soldados que los espías ya se habían
ido; entonces los soldados se fueron
aprisa para capturarlos. Ella subió a
la azotea y les dijo a los espías, que
todos los habitantes de la ciudad
tenían miedo porque
sabían que al pueblo
d e Israel siempre
les ayudaba
Dios ;
entonces les dijo que
así como ella les había ayudado, ellos
también le ayudaran a ella y a su
familia cuando capturaran la ciudad,
y los espías le prometieron que así
lo harían y le dieron un cordón rojo
y le dijeron que lo atara a la ventana
para ellos ubicar cuál era su casa,
durante la guerra que vendría, y que
toda su familia se reuniera ahí con
ella y los ayudarían. Entonces ella,
aprovechando que su casa estaba
construida en el muro de la ciudad,
los hizo salir por una ventana que
daba hacia afuera de la ciudad y los
descolgó para que escaparan en la
noche.
Jos 2
El paso del Jordán
El Señor le dijo a Josué que todo
el pueblo se preparara para entrar
a la tierra prometida cruzando el río
Jordán y les anunció que haría otra
vez prodigios, pues el río se iba a
dividir y ellos entrarían caminando sin
mojarse los pies. Y todos empezaron
a caminar encabezados por el Arca
de la Alianza y al llegar los sacerdotes
que cargaban el Arca de la Alianza
hasta el agua, el río se detuvo arriba
y se formó un montón de agua
contenida y la parte de abajo siguió
corriendo hasta el mar.
Entonces el lecho del
río quedó seco y todo
el pueblo de Israel pasó
caminando hasta la tierra
prometida.
Jos 3
Las doce piedras
tomadas del Jordán
Luego dijo Dios a
Josué que doce hombres,
uno de cada una de las tribus de
Israel, recogieran del centro del río
una piedra cada uno, para que afuera
del río, hicieran un monumento
conmemorativo que recordara este
acontecimiento, para que cuando
los hijos preguntaran, porqué está
ese monumento ahí, los papás les
respondieran que marcaba el lugar en
el que Dios dividió el río Jordán, para
que pasara por ahí el pueblo de Dios,
al entrar en la tierra prometida.
Jos 4
Josué y el varón con la espada
desenvainada
Estando Josué cerca de Jericó,
alzó sus ojos y vio un varón que estaba
delante de él, el cual tenía una
espada desenvainada en su mano.
Y Josué, yendo hacia él, le dijo:
¿Estás a favor nuestro, o de nuestros
enemigos? El respondió: Soy el jefe
del ejército de Señor y acabo de llegar.
Entonces Josué, postrándose sobre
su rostro en tierra con reverencia; y
le dijo: ¿Qué quieres que haga? Y
el Príncipe del ejército de El Señor
respondió a Josué: Quita el calzado
de tus pies, porque el lugar donde
estás parado es santo. Y Josué así lo
hizo.
Jos 5:13-15
La toma de Jericó
La primera ciudad que se
encontraron al llegar a la tierra
prometida fue Jericó, que era una
ciudad amurallada. El Señor dijo a
Josué: Mira, Yo he decidido entregar
en tu mano la ciudad de Jericó y a
su rey, con todo y sus guerreros.
No tendrás que preocuparte de sus
muros. Lo único que vas a hacer es
rodear la ciudad caminando todos
una vez; y esto lo harán durante
seis días. Siete sacerdotes llevarán
siete bocinas de cuernos de carnero
delante del arca; y al séptimo día
darán siete vueltas
a la ciudad, y los
sacerdotes tocarán
las bocinas. Y
cuando toquen
prolongadamente
el cuerno de
carnero, así que
oigan el sonido de
la bocina, todo el
pueblo gritará a
gran voz, y el muro
de la ciudad caerá,
y la ciudad será
de ustedes; y así
sucedió: al séptimo
día, después de
las siete vueltas
de ese día, los
sacerdotes tocaron
las trompetas y la gente gritó a todo
pulmón y las murallas cayeron y los
israelitas se adueñaron de la ciudad
Jos 6
El Señor arrojó desde el cielo
grandes piedras de hielo.
Después de la toma de Jericó, se
juntaron los reyes de cinco ciudades
para atacar a los israelitas, El Señor
dijo a Josué: No tengas temor de
ellos; porque Yo he decidido
entregarlos en tu mano, y ninguno
de ellos te podrá ganar. Entonces
Josué los atacó y los hizo correr
y mientras iban huyendo de los
israelitas, el Señor arrojó desde el
cielo grandes piedras de hielo sobre
ellos; y fueron más los que murieron
por las piedras del granizo, que los
que los hijos de Israel mataron con
sus espadas.
Josué detiene el sol en Gabaón
La batalla continuaba, pero ya se
hacía tarde y si llegaba la oscuridad,
se iban a escapar los enemigos
de Israel, entonces Josué dijo en
presencia de los
israelitas:
Sol, detente
en Gabaón; y
tú, luna, en el
valle de Ajalón.
Y el sol se
detuvo y la luna
se paró, hasta
que la gente se
hubo vengado de
sus enemigos. Y
el sol se paró en
medio del cielo,
y no se apresuró
a ponerse casi
un día entero.
Y no hubo día
como aquel, ni
antes ni después
de él, habiendo
atendido El Señor
a la voz de un hombre; porque El
Señor peleaba por Israel.
Jos 10
Muerte de Josué
Después de estas cosas murió
Josué hijo de Nun, siervo de El Señor,
siendo de ciento diez años.
Jos 24:29
Por Javier Contreras
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