En realidad la pretensión de esta ocurrencia
es hacer una atenta invitación para evitar el
abstencionismo en los procesos electorales en la
jornada del día 7 de junio, que será seguramente,
de vital importancia para el país, los estados y los
municipios.
No se pretende en forma alguna, incidir
en el voto a favor de tal o cual candidata o
candidato, ni de partido alguno en particular de
los contendientes en estos comicios.
Lo que se pretende es invitarlo a reflexionar
acerca de la conveniencia de ejercer su derecho
a elegir a quien represente sus intereses y vea
por su bienestar.
Imaginemos un diálogo que pudo haber sido posible
en el municipio de Tuxcueca, Jalisco luego de las elecciones
más recientes en nuestro estado.
-¡compadre!, ando medio enojao y decepcionao.
-Adió. ¿Y eso porqué compadre?
-Pos porque no ganó el candidato que yo quería que
ganara.
-¿y quén quería que ganara pa´nuestro presidente?
-Pos Don Fulano.
- ¡Ah no, pos sí!, ganó don Zutanito. Con razón viene
enojao.
-Es que con eso de las eleiciones extras, pos salió
ganando mi rival y eso me trai muy enmuinao.
-Pos lo comprendo, pero no hubo más remedio que
hacer otras votaciones porque hubo un empate, que ni
revisando voto por voto y casilla por casilla, se desempató.
-Pos qué coincidencia. Haber empatao, ¡hombre!
-Por cierto, compadre: me imagino que las dos veces
usté votó por su favorito. ¿o no?
-Este… Pos la verdá anduve muy ocupao y yo creí
que no hacía falta que yo votara; al fin que somos munchos
los que votamos.
- Pero compadre; ¿entonces de qué se queja? Desde
endenantes si hubiera ido usté a la casilla y vota por su
candidato, pos hubiera ganao su favorito y no hubiera
habido necesidá de otras votaciones. Pero no fue así y
aistá el resultao. La verdá pos ora se aguanta, compadre.
- ¡No, pos sí! ¡Ya qué!
Le recuerdo estimado lector, que este diálogo es
enteramente imaginario y no significa que en ese municipio
así hablen sus habitantes. Es sólo producto de mi
imaginación darle ese tono de hablas rurales.
Lo que sí afirmo que no es producto de mi imaginación,
es que quien no vota, acepta tácitamente lo que otras
personas decidan. Eso es parte de la democracia. Algunas
personas afirman que quien no acude a ejercer el sufragio,
no tiene derecho a reclamar. En este asunto de los derechos
electorales, ni me meto. Me defiendo más callado.
De lo que sí estoy convencido es que en México
tenemos un gran privilegio: el de poder elegir libremente
a nuestros gobernantes. Y tener ese derecho ha costado
mucho en la vida social del país, de manera que hagamos
que ese costo social no sea en vano, acudiendo a las urnas
el domingo 7 de junio a manifestar mediante las boletas
electorales, nuestra voluntad para situar en los puestos de
servicio público, a las personas que creamos que junto con
su equipo de trabajo, buscarán la mejoría sustancial de los
ciudadanos que habitamos este maravilloso país.
Si tiene usted un favorito o favoritos, apóyelos
en las urnas; no solamente en las pláticas de café o en
eventos sociales. Su voto es importante y éste puede ser la
diferencia a favor de su candidato o candidata.
Desde luego que le invitamos a no permitir que
induzcan su voto el día de la elección a favor de tal o cual
candidato. El voto es libre y secreto y es responsabilidad de
todos, que así siga siendo.
Por favor acuda a votar; por quien usted desee, pero
no se abstenga. Eso nos conviene a todos los ciudadanos.
También le hacemos la atenta invitación a ejercer el voto en
forma ordenada y en paz.
El respeto a las preferencias de las demás personas,
es pieza fundamental de la democracia.
Gracias de antemano, estimadísimo lector y hasta la
próxima ocurrencia.
Gonzalo “Chalo” de la Torre Hdez.
chalo2008jalos@hotmail.com
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