
cultural, de este mosaico
destacan las tradiciones y costumbres de sus
pueblos. El estado de Oaxaca es claro ejemplo
de la riqueza cultural existente en nuestro país,
y en el mes de mayo abre sus puertas para dar
paso a la celebración de las Velas Istmeñas.
El poeta oaxaqueño Andrés Henestrosa
comentaba sobre esta festividad: “Son las velas
supervivencias de antiquísimas celebraciones
de los indios, conectadas con los quehaceres
fundamentales del hombre: la caza, pesca y
agricultura, a las que los españoles tuvieron
el tino de dar un contenido cristiano, cosa
común en donde quiera que los conquistadores
se encontraron con este tipo de festividades
religiosas. Pero se puede decir que las Velas
son por fuera españolas y por dentro indias. En otras
palabras, que tienen la cáscara blanca y cobriza la pulpa…”
Las velas Istmeñas, consideradas como una de las
tradiciones más arraigadas en Oaxaca, constituyen las
fiestas principales y se celebran en toda la región, en la
que habitan los pueblos zapotecos, chontales, huaves,
zoques, mixes, mixtecos y chinantecos; con esta mezcla
de culturas, florecen las más coloridas danzas, que
caracterizan a las “Velas”.
La fiesta se hace en honor de los santos patronos de
las familias, grupos u oficios y lugares; se ha destacado su
origen prehispánico, en particular la relación con el culto a
los ancestros. Igualmente, se ha considerado, el trasfondo
agrícola, ya que su celebración corresponde al inicio del
culto de maíz y la entrada de las primeras lluvias.
En esta época del año es donde radica con mayor
fuerza la tradición de las Velas Istmeñas, cada barrio de
las comunidades hace gala de su vela distintiva, por citar
algunas, recordemos las de San Lucas, San Juan, San
Marcos y San Mateo.
“Mayo es el mes de las velas”, dicen; no obstante también
se lleva a cabo en otros meses del año, especialmente en
los días de los santos patronos. Lo que es un hecho es
que cuenta con ciertos pasos rituales que presentan pocas
variaciones.
En Tehuantepec, existe el cargo de xuaana el que se
entiende como “el que tiene el poder en la mano”, “el que
manda”, “el dueño de las costumbres” o “el que mueve el
mundo”.
Otros cargos dentro de la fiesta de la Vela, además
de los principales, mayordomos, capitanes y padrinos;
son el degussana, “organizador de las fiestas” que funge
como anfitrión y el de chagola, “casamentero”, quien es
el animador oficial de la celebración. La mayoría de los
cargos cuentan con su parte masculina y femenina; por
ejemplo: exista el gussana, también se tiene a la gussana
gola, “la gran anfitriona”; este cargo es de los más
valorados y clave en la organización de las velas. De igual
manera la organización de las velas es responsabilidad de
sociedades, conocidas como “sociedades de la vela”.
La fiesta de las Velas, por lo general se inaugura dos
días antes de la fiesta grande con la calenda, que consiste
en un recorrido por las principales calles de la Ciudad; dicho
recorrido tiene su inicio en la casa de los mayordomos o
algunas veces en algún salón de la parroquia. En el recorrido
las mujeres visten su traje regional, acompañadas por las
bandas de música, quienes interpretan sones populares;
también hay quema de cohetes y toritos; además de
estandartes y flores. Los días restantes de la celebración
se obsequian frutas y dulces, en el recorrido de los carros
alegóricos.
El día principal se le cantan las mañanitas dedicadas al
santo, al medio día se celebra la misa y después se inicia
la procesión, que comienza en la iglesia y termina en la
casa del mayordomo.
Para entregar la mayordomía, ésta se efectúa durante
la fiesta; ante el santo patrono, cargueros, autoridades,
familiares, amigos e invitados. La entrega se representa con
una vela adornada de flores. La celebración culmina con el
lavado de olla, es en este momento donde se comparte el
recalentado, así como bebida con la gente más cercana.
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