viernes, agosto 14, 2015

Historia de la salvación

Eliseo y los arameos Tenía el rey de Aram guerra contra Israel, y consultando con sus generales, dijo: Atacaremos tal pueblo por sorpresa, pero Eliseo le mandaba decir al rey de Israel: cuida tal pueblo porque lo van a atacar los de Aram. Cuando llegaron los atacantes, encontraban el pueblo resguardado. Entonces decía el rey de Aram a sus oficiales: ataquemos aquel otro, y Eliseo le avisaba al rey de Israel y cuando llegaban los de Aram pretendiendo sorprenderlos , el pueblo estaba prevenido esperando el ataque. 
El rey de Aram se molestó mucho porque pensó que había un traidor entre sus oficiales que iba y avisaba a los de Israel, sus planes secretos. 
Pero uno de sus oficiales le dijo: No, rey señor mío, nadie te ha traicionado, sino que Eliseo , el profeta que hay en Israel, revela a su rey hasta las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta o tu dormitorio. 13 Y él dijo: vayan y entérense dónde está, para que yo envíe soldados a arrestarlo. Le informaron que estaba en Dotán. 14 Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. 
15 El ayudante de Eliseo se levantó de mañana, salió y vio el ejercito que tenía sitiada la ciudad. Entonces asustado le avisó a Eliseo y le dijo: ¿qué haremos? 16 Eliseo le respondió: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 17 Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que él vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y éste miró que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo . 18 Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: ruego que hagas que esta gente no vea hizo que aquellos soldados no entendieran dónde estaban y se sintieran perdidos , conforme a la petición de Eliseo. 19 Eliseo se acercó a ellos y les dijo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria. 
20 Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria. 21 Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío? 22 El le respondió: Si no matas a los que capturas en la guerra, ¿cómo matarías a estos? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores. 23 Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. 2 REYES 6:8-23 

Eliseo y el sitio de Samaria 

24 Tiempo después de esto aconteció que el rey de Siria reunió todo su ejército, y subió y sitió a Samaria. 25 Y hubo gran hambre en la ciudad al grado de que una cabeza de burro se vendía en el equivalente al jornal de toda una semana, a consecuencia de aquella guerra. La gente estaba desesperada por el hambre y le pidieron a Eliseo que orara a ver si se resolvía la situación; él oró y les dijo: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas habrá comida abundante en la ciudad, pero muchos no lo podían creer por la desesperación que tenían. 3 Había a la entrada de la puerta de la ciudad cuatro hombres leprosos, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos? 4 Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos. 5 Se levantaron, pues, al anochecer, para ir al campamento de los sirios; y llegando a la entrada del campamento de los sirios, vieron que no había nadie en las carpas. 6 Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército ; y los sirios pensaron el rey de Israel había pedido ayuda al rey de Egipto o a algún otro rey y que un gran ejército había venido a ayudar. 7 Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas. 
8 Así que los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata y oro y vestidos, y fueron y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron cosas, y fueron y las escondieron. Cuando se dieron cuenta de que todo el campamento estaba vacío, y que los sirios se habían ido, fueron a la ciudad a informar. Toda la gente se despertó y corrió al campamento de los sirios llenos de alegría, comieron y se hartaron y tomaron toda la comida que quisieron para llevar a la ciudad; y tal como había dicho Dios por boca de Eliseo; ese día hubo comida en abundancia para todos. 2 REYES 6:24-7:17 

Muerte de Eliseo y fin del reino de Israel 
Tiempo después, murió Eliseo y años después, Salmanasar rey de Asur vino y puso sitio a la ciudad de Samaria, capital del reino de Israel y la capturó y desterró a la mayoría de la población hasta el lado norte de su imperio y trajo gente de allá y repobló Samaria; razón por la que los habitantes de Judá nunca volvieron a considerar a los samaritanos como israelitas auténticos, sino como una mezcolanza de israelitas e infieles y llegó a darse el caso de que se tuvieran suficiente recelo como para no dirigirse la palabra entre ambos pueblos. 2 REYES 13:14 -21 y 17:1-8 (Muchos años después Jesús visitará samaria y le predicará a la mujer samaritana y a sus habitantes y también los mencionará en la parábola del buen samaritano) 

Senaquerib invade a Judá 

Tiempo después, a los catorce años del reinado del rey Ezequías, rey de Judá, subió Senaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fortificadas del reino, y las tomó. 5 Vinieron, los siervos del rey Ezequías al profeta Isaías a pedirle que orara y pidiera ayuda al Señor. 6 Isaías les respondió: Así ha dicho Jehová: No temas del rey de Asiria. protegeré a esta ciudad y la salvaré para proteger mi honor y por fidelidad a mi siervo David. 
35 Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana los que quedaron vivos, encontraron que la mayoría de los soldados estaban muertos. 36 Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive. 2 REYES 18:13-19:36 

Enfermedad de Ezequías 
1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás . 2 Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: 3 Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con abundantes lágrimas. 4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano ; al tercer día subirás a la casa de Jehová. 6 Y añadiré a tus días quince años, 7 Y dijo Isaías: Tomen una masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó. 

8 Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me dará quince años más? 9 Respondió Isaías: Esta señal tendrás de que hará Jehová esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados? 10 Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra avance diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. 11 Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra diez grados . 2 REYES 20:1-11 

Nabucodonosor destruye Jerusalén 
En el octavo año del reinado de Joaquín, el reino de Judá fue invadido por Nabucodonosor rey de Babilonia, y la ciudad de Jerusalén fue destruida y saqueada .13 Nabucodonosor se llevó todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová. 14 Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres. 15 Asimismo llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia. 16 A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los artesanos y herreros, que fueron mil, y a todos los valientes para hacer la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia. Solamente dejaron a los pobres, para que labraran las viñas y la tierra. 2 REYES 24:8-25:10 
Con esto inicia el destierro del pueblo de Dios en Babilonia, mismo que va a durar 70 años, hasta que los persas dominen el mundo conocido y les permitan regresar a Jerusalén a los descendientes de los desterrados, encabezados por Esdras y Nehemías.

Por Javier Contreras

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