Por José Alvarado Monte
En un recorrido guiado por la ciudad
de Lagos de Moreno disfrutamos de
una tarde maravillosa, reconociendo
una vez más lo que ya conocíamos
y quedamos comprometidos a volver
para realizar un recorrido guiada por
las haciendas del municipio. Lagos
para mi desde siempre le he tenido
un afecto muy particular y por eso me
interesa lo que ahí pasa.
En esa ciudad un conocido periodista
hace una dura crítica de las obras que
se han realizado en el centro histórico
y escribe una amplia relación a lo que
según su criterio está mal señalado,
que se puede perder el patrimonio
de la ciudad por ganar el de pueblo
mágico, en una parte de su relación
escribe “Es evidente que a la ciudad
no se le consultó” lo que consideramos
equivocada idea de levantar estructuras y contar el prestigio
turístico de la ciudad en la figura del Alcalde de Lagos en
monumentos a la estupidez de un bruto Alcalde herencia de
los laguences, a la fecha según el decir de tanta gente que
se la cree y me consta.
Pocos días después de esta publicación en el marco del
36 aniversario de la Biblioteca María Sainé de Helguera se
hizo la presentación el Libro de los Consejos del Alcalde. En
el sistema de Braile, La maestra Susana Espinoza que es la
encargada de dar talleres y cursos en Braile en la Biblioteca
fue ella quien realizo la trascripción de este libro identificado
de Lagos de Moreno.
Mas los escritores e historiadores Rafael de Alba y
Victoriano Salado Álvarez después de un estudio extenso
y documentado con el fin de demostrar que los cuentos del
Alcalde de Lagos proceden del Folclore Irlandés que son
diptongos que achacaron a los de Lagos y como lo dijo el
Padre Agustín Rivera quizás la polémica sobre esto continúe.
Ya que tocamos suceso laguenses voy a transcribir un
fragmento del norteamericano Albert M. Guilliam quien viajó
por México entre los años 1843,1844 él fue nombrado por su
gobierno cónsul de San Francisco California, fecha en que
esta era territorio Nacional, arribó al puerto de Veracruz sigue
la ruta de México. Jalisco, Zacatecas, Durango, Mazatlán su
recorrido por el territorio mexicano fue de unas 4000 millas
y escribió algo de lo que vio al llegar a Lagos “fue después
de oscurecer que arribamos a Lagos”, este pueblo está al
margen de un gran río, tomando su nombre por encontrarse en una región lacustre que forman las montañas al sur de la
ciudad más hay un lago artificial cuya extensión es de una
o dos millas.
Es un tropel de caballos. Mi amigo, un francés llegó
apresurado a decirme son americanos, tome mi sombrero
y nos fuimos al mesón donde se hospedaban, al verme se
alegraban de ver a un paisano en tierras tan lejanas, ellos
eran doce entre ellos tres damas, todos eran de nueva
Inglaterra, todos ellos bajo la protección de otro compatriota
que se encontraba en el Puerto de San Blas donde estableció
una fábrica manufacturera de algodón, esto me recordó lo
que dijo un político dominicano que dijo que si en el infierno
se dejaba una bolsa de café tras de ella irían los yanquis.
Quede muy complacido con lo que vi en Lagos el que no
padece la falta de agua, hay dos molinos para triturar trigo
dada la abundancia de agua, la vegetación florece, Lagos
puede disponer de una gran variedad de frutas todo el año,
ellos parecen tener interés y deleite de cultivar las huertas,
aquí las lechugas son con hojas muy grandes y quebradizas,
no tienen las características de dureza y acidez como en la
Unión Americana, son muy aficionados a comer sus hojas
y se ven hombres por las calles comiendo estas. Lo mismo
que como todos los mexicanos son muy afectos a bañarse
por todo el río se ve hombres, mujeres y niños disfrutando
de esto.
El nombre oficial de mi ciudad es el de San Juan de los
Lagos, desde el año 1633 ya que ahí se arreglaban todos los
asuntos civiles. Y los eclesiásticos en Jalostotitlan lo que al
correr de los años se independizo de ellos.
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