Ese famoso coco. Que los niños desvelados son amenazados
con eso de que si no te duermes va a venir el coco y te llevará.
Dice Javier Carranza “El Costeño”, que quién carambas se va a
dormir con esa canción. En todo caso, el niño podría decir: si va
a venir el “coco”, es mejor que me agarre despierto.
Esa leyenda de origen mexicano, trata de un personaje
fantasmagórico, cuya función es precisamente ésa; asustar a
los niños que no se duermen temprano. Pero si no se duermen
sin susto, pues menos, asustados. ¿A quién se le ocurrió
semejante idea?
Bueno, pero aparte de sustos, mejor hablemos de otro
coco, más conocido aunque no tanto.
Esos de una cascarota
verde, fibrosa, con una cáscara durísima pero que
contiene en su interior un agua deliciosa y cuando
maduran producen una manzana no menos
deliciosa.
El coco es fruto del cocotero, un árbol
tropical (palmeras) característico de las
costas y que al mencionar su nombre, nos
viene de inmediato la idea generalizada
de un coco con ginebra, disfrutado bajo la
sombra de una palmera, en la comodidad
de una hamaca y en compañía de
una hermosa chamaca, recibiendo la
brisa marina que acaricie nuestros sueños
y con el rumor permanente y cautivante de las olas
marinas.
¡Cosa más cierta, caballero! El coco es el prototipo de
bebida costera en época de vacaciones. Pero no es solamente
eso. El coco reviste una importancia fundamental en el bienestar
de la humanidad, aún y cuando no tuviésemos acceso a las
playas o por su precio en el altiplano, inaccesible al presupuesto
familiar.
Para comenzar, del coco se aprovecha absolutamente
todo. No hay desperdicio. Veamos a continuación, algunos de
los usos y beneficios que nos da ese fruto delicioso y barato y
que en nuestro país es muy abundante.
Esa cáscara fibrosa que es incomodísima para retirarla,
es utilizada para tapetes previos de alfombra, esto es, la base
de las alfombras o bien, como relleno de cojines, colchones,
pisos automotrices, filtros para campanas de cocina y otros.
Esa cáscara dura, de color café obscuro y que tiene tres
orificios, que semejan la cara de un changuito (probablemente
de ahí derive su nombre) tiene una de beneficios al utilizarlo
como materia prima del carbón activado. Que entre otros usos,
es fundamental en la potabilización, del agua, tratamiento de
aguas residuales, purificación del agua, clarificación de mieles y
aceites, deodorización y decloración de líquidos, purificación de
medicinas, purificación del aire, etc.
De la pulpa, se obtiene la leche de coco, con la que se
elaboran diferentes bebidas, como la piña colada, la crema de
coco y otras, básicas también en la fabricación de dulces como
el famoso alfajor, las cocadas, las greñudas, los quebramuelas
y todos los que usted conozca con ese origen. Ya deshidratada,
esa pulpa se llama copra; es fundamental en la industria
alimenticia pues de ella se extrae el aceite de coco y la manteca
del mismo, que también son usadas en la industria alimentica y
cosmética, para colaborar a enaltecer la belleza femenina.
Y claro, no puede faltar la famosa agua de coco. Es
el producto más conocido y que tiene una gama enorme de
propiedades nutritivas y benéficas para la salud. Para empezar,
es el mejor rehidratante natural que existe, aparte de su sabor
tropicalísimo y que algunas personas la consideran hasta
afrodisíaca. Vaya usted a saber. Pero de que es deliciosa,
es deliciosa. Se procesa de manera industrial y se envasa
en presentaciones de exportación a los EEUU y Canadá, en
diversas plantas y una de ellas se encuentra en Celaya,
Gto.
De la palmera llamada cocotero, se aprovecha
también su madera, ya que su flexibilidad y
resistencia la hace ideal para construír casas y techos
en zonas costeras. Las palmas, u hojas enormes,
sirven como techos en las llamadas palapas y son
muy populares para la gente de escasos
recursos económicos.
Aparte, proporciona trabajo y
representa la supervivencia de
muchísimas familias, ya que del coco
dependen los cortadores, los recolectores, los vendedores,
los empresarios, los empleados o empleadas de las plantas
de procesamiento, los transportistas, los industriales del coco
y los comerciantes de la venta final al consumidor. Esos se
benefician directamente.
¿Sabía usted que en la población de Papanoa, Gro.
Hay una planta que da trabajo todo el año a cuando menos
cincuenta personas que logran una producción de hasta 35,000
litros semanales de agua de coco?. Si consideramos que
promediando los diferentes tamaños de cocos, se necesitan
más o menos tres de ellos para obtener un litro de agua,
quiere decir que para obtener esos 35,000 litros, es necesario
extraer el agua de 100,000 cocos. Nomás. Se dice fácil, pero
extraer esa cantidad requiere de muchas personas trabajando
febrilmente a un ritmo enloquecedor, perforando y destilando
cada coco, para lo cual varias personas arriman los mismos
al área de extracción, otros retiran lo restos para su posterior
proceso de aprovechamiento y otros efectúan la pasteurización
inmediata y carga para su inmediato traslado. El agua de coco,
es un producto perecedero y requiere no perder el tiempo. Debe
llegar a la planta de comercialización en un promedio de doce
horas. No admite demoras.
Cuando saboree un coquito, disfrútelo y considere que
mucho de su bienestar, se debe a ese modesto fruto tropical,
que además es delicioso. Uhmmm.
Gonzalo “Chalo” de la Torre Hernández
chalo2008jalos@hotmail.com
Zihuatanejo, Gro. A 5 de agosto de 2015
chalo2008jalos@hotmail.com
Zihuatanejo, Gro. A 5 de agosto de 2015
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