No quiero ir al doctor!!! No quiero tomar
la medicina!!! Les suena familiar? Para un
niño entre 1 y 3 años las visitas al doctor y
las medicinas pueden resultar un tema de
terror.
Pero qué pasa? “Si cuando era más
pequeño no lloraba. Se dejaba examinar
perfectamente y de pronto, de solo ver el
consultorio, me abraza y llora sin consuelo”
Imaginen por un momento estar en
los zapatos de sus niños: ¿Quién es ese
señor desconocido con ese traje blanco y
ese aparato tan sospechoso que le rodea el
cuello?. Se acerca a mí, me quiere separar
de mi mamá y revisarme con esos utensilios
fríos y feos que no conozco. ¡!!Abre mi boca
y me pide que me quede quieto!!! Auxilio
mamá ayúdame!!!!
Por supuesto que yo también lloraría
y me asustaría. De por sí, confieso que
todavía me asustan las inyecciones.
Que puedes hacer como mamá o papá
para hacer más agradable la visita con el
doctor?
· Platica con tu hijo y explícale de que
se va a tratar la visita al doctor. Nada más
atemorizante que lo desconocido. Enfatiza
que el doctor nos ayuda a que estemos
sanos, cuida de nosotros y nuestra salud.
· El doctor no es un ogro feo
que nos quiere llevar a su guarida. Si
amenazas a tu hijo cada que se porta mal
diciendo “te voy a llevar con el doctor si
no te comes las verduras”, lo único que
lograrás es que tu hijo le tenga más miedo
al doctor. Lo mismo con las medicinas,
aunque puede ser efectivo las primeras
veces, evita las frases “te voy a poner
una inyección si te sigues portando mal!”
· Un botiquín de doctor es un juguete
maravilloso. Además de ser muy divertido
jugar al doctor, es muy útil para explicarle a
tu hijo lo que le van a hacer. Puedes llevarlo
al consultorio con un muñeco y explicarle
paso a paso como lo van a revisar.
Recuerda que entre los 8 meses y el
año y medio, los bebés pasan por un
periodo normal que se llama “ansiedad
de separación” en el que el sentido de autoprotección del bebé se activa cuando
ve a un extraño e inmediatamente se pega a
mamá o papá para sentirse seguro. Puedes
platicar con tu doctor para que revise a
tu bebé mientras lo cargas o se sienta en
tu regazo. Si no es posible, acompáñalo
en la revisión tomando su mano en todo
momento.
·
Se vale llorar. El llanto es una forma de
comunicación en los niños pequeños, es una
forma de expresar el miedo y la ansiedad.
A veces uno como papá puede sentirse
apenado cuando nuestro hijo@ llora, sin
embargo es completamente normal que
lo haga ante una situación extraña como
la visita al doctor. No te presiones, dale
tiempo a calmarse a que esté listo para ser
revisado, el doctor lo entenderá.
· Canta una canción. Te prometo que el
doctor no se burlará de ti. Pero puedes darle
confianza y seguridad a tu hijo si cantas una
canción familiar o lo acaricias mientras lo
revisan.
· Puedes llevar un premio. Algunos
doctores ofrecen stickers o paletas a sus
pacientes después de la revisión, pero si no
es el caso, tú puedes llevar alguno de estos
premios para dárselo a tu hijo por su valentía,
pero también puede ser que tu hijo le dé al
doctor un “premio” en agradecimiento por
haberlo revisado.
· Ayúdale al doctor a establecer una
relación positiva con tu hijo. Si tu doctor
parece serio o distante puedes darle una
ayuda. Platícale sobre la vida de tu hijo para
que así puedan romper el hielo y el niño
adquiera mayor confianza.
“Doctor, que cree? a mi hijo le encanta
el helado de chocolate, a usted que sabor
le gusta?” “Doctor, es cierto que cuando
era chiquito a usted también le daban un
poquito de miedo las inyecciones? ”
· Enséñale a respirar. El otro día mi
hija de 3 años me dio una grata sorpresa
cuando comenzó a respirar profundamente
mientras el doctor la examinaba. En
realidad yo no le había dicho nada, pero en
ocasiones anteriores había platicado con
ella sobre respirar en aquellos momentos en
donde tenemos miedo o estamos llorando.
Ella lo aplicó maravillosamente.
· Usa un cuento. Antes o después de la
consulta puedes contar un cuento acerca de
ir al doctor. A mí me encanta el de “Franklin
va a l hospital” y así puedes hablar con tu
hijo sobre las emociones que acompañan la
visita al doctor.
Conozco a muchos pediatras, algunos
son más juguetones con los niños y algunos
son más serios. He visitado algunos
consultorios y he notado que hay quienes
tienen juguetes y cuentos para que los niños
jueguen en la sala de espera o mientras el
doctor platica con los padres. Ahora que soy
mamá creo que es muy importante a la hora
de escoger doctor tomar en cuenta además
de la preparación y la disponibilidad, el trato
que tiene con los niños.
¿Y las medicinas?
Bueno sí que es otro tema. Ni modo,
creo que buena parte de la chamba de ser
papá es cuidar a nuestros hijos y a veces
parte de ese cuidado incluye episodios
tortuosos como sacar los mocos, llevarlos a
vacunar y sí, darles la medicina. En algunas
ocasiones los niños pueden entender muy
bien y tomarla sin problema, otras un poco
de jugo o algo dulce ayudará a pasar el
trago amargo, otras veces necesitarán más
contención por parte de los padres.
Lo que es importante considerar es
que la medicina no es algo que esté a
negociación: “ándale, tómatela porfa”,
“si te la tomas te compraré un juguete”
(puedes usar premios o restringir cosas,
pero si te dice que no quiere juguetes o que
no le importa quedarse sin tele un mes?
La medicina debe de tomarse de todas
formas). Algo que puede ayudar es decirle:
“no me gusta verte enfermo@ y sé que esta
medicina no te gusta, a mí tampoco me
gusta dártela, pero sé que es por tu bien”.
Verán que conforme pasa el tiempo y los
niños crecen, las visitas al doctor serán más
llevaderas. Mientras tanto espero que estos
consejos ayuden para su próxima visita con
el doctor.
Dr. Enrique Sigala Gómez
Pediatra-Cirujano Pediatra
E mail: drsigala@hotmail.com
Pediatra-Cirujano Pediatra
E mail: drsigala@hotmail.com
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