martes, noviembre 10, 2015

Dos miradas non plus ultra

Gonzalo “Chalo” de la Torre Hdez.
chalo2008jalos@hotmail.com
Jalostotitlán, Jal. a 27 de agosto de 2015

 Un pasillo amplio, lleno de luz y aire, de colores vivos y agradables con ventanales que permiten que la mirada descanse sobre unos verdes prados bien cuidados y árboles que con su presencia te dicen: soy tu hermano y purifico el aire que respiras, además que embellezco tu entorno. 
Por ese pasillo, a unos metros en dirección mía, se acercan una señora de unos treinta y cinco años, pelo largo suelto cuya indulgente soltura enmarca un rostro hermoso lleno de amor hacia una niña, tomada de su mano; la infante, de unos tres años de edad camina con una evidente dificultad, pero su andar demuestra una decisión imbatible y decidida. Su rostro de facciones hermosas, orejas descubiertas y la frente cubierta por un tupé bien recortado a la altura de sus cejas, dejan ver unos ojos tan negros, hermosos e impactantes, que esa mirada no puedo ni deseo olvidar nunca. 
Al llegar al punto de encuentro, esa mirada se fija en mis ojos verdes y tiernamente, como ordenando de una manera amorosa, me pregunta: ¿quieres jugar conmigo? Imposible resistirse. La mamá, con su mirada mostró su aceptación y tomé la mano derecha de la preciosa y al instante sentí algo tan hermoso que es imposible describir con todas las palabras de nuestro idioma. De su mano, transmitiéndo una felicidad innenarrable, dimos varios giros y su sonrisa ha sido una de las mayores gratificaciones que he recibido. 
Luego, la madre, con lágrimas contenidas pero evidentes en sus bellos ojos, me comentó algo que me impactó aún más; después de varios meses de terapias, ése, precisamente ése, era el primer día que la niña caminaba por sí sola. Era el primer día que caminaba a pesar de su distrofia muscular. Imagine usted lo que sentí…y aún siento. 
Ese pasillo al que me refiero, se encuentra en el CRIT de Aguascalientes y conduce a unos módulos donde se encuentra todo un mundo de amor, sonrisas, buenas vibras, servicios y sobre todo, esperanza para los niños que tienen alguna incapacidad física y encuentran aquí muchas manos que están para hacer de su vida un mundo mejor. 
Los calendarios dicen que éste que escribe, desde que nació, el mundo ha dado sesenta veces la vuelta al sol. Pues yo creo que sigo siendo niño, pues los infantes, incluídos mis nietos y bisnietas siguen siendo unos amigos con quienes jugar al tú por tú. O sea, soy un niño de sesenta años. ¿Lo cree usted estimado lector? ¿Habrá algo más conmovedor que Dios haya hecho que los niños? 
La semana pasada, en las instalaciones del CRIT en Guadalajara, a donde he estado llevando a uno de mis sobrinos, Leonardo de Jesús Carrera Guzmán, mientras recibía sus terapias, admiraba el hermoso paisaje que es el llano de la Guadalajara de Pepe Guízar, ahora repleto de edificios modernos y el imponente templo de los Mártires, cuando percibí con la mirada, una señora que empujaba una camilla muy sui géneris; no se parecía a ninguna que haya visto en mi vida. No era bonita pero sí muy funcional. No fue eso lo que llamó mi atención. Atrajeron mi mirada unos ojos negros preciosos enmarcados en unos rasgos faciales de una finura pocas veces vista, unas pestañas como tejabán y unas cejas negras y bien definidas. 
Pero sobre sus cejas, un cráneo de grandes proporciones indicaba una malformación que impedía que tuviese una vida “normal”, como la suya o como la mía; Su abuela, doña Juana García, que lleva regularmente a sus terapias a Pau (Paulina) procedente del vecino y hermano estado de Nayarit, más concretamente de Tepic, de la colonia Burócrata, con el mayor de los cariños, coloca entre sus muy raquíticos pies y manos, unos aparatos que ayudan un poco a que su corta vida sea , un poquito mejor. Nació sin cerebro. Los médicos, al nacer, diagnosticaron una esperanza de vida para Pau, de entre unos tres o seis meses a lo máximo. Dios ha dicho que aún no es hora de llevarla al paraíso; Tiene ahora más de tres años de edad, recibiendo todo el cariño de sus padres y de su abuela, de la que se ha convertido en su adoración. Algún médico sugirió una cirugía, pero al revisar a fondo su expediente, llegó a la conclusión de que no había nada qué operar. Intervenir significaría necesariamente, la muerte de tan preciosa infante. Una verdadera lástima para la humanidad. 
Los padres y abuela, decidieron tomar todo el amor que esa niña, desprovista de cerebro, pero conducto del Creador, les pudiera proporcionar durante el tiempo que el Ser Supremo, con toda su generosidad y misericordia decida darles como regalo inolvidable y esperanzador. 
Por cierto; esa camilla junto con un colchón especial, su costo asciende a más de quince mil pesos de los cuales no tuvieron que desembolsar sus parientes, de muy escasos recursos, ni un solo centavo; se los donó el Teletón. La mirada de Pau, transmite… ¿cómo decirlo? Una felicidad no explícita pero manifiesta. Con su mirada, envía un mensaje divino, muy difícil de describir, pero fácil de recibir. La vida es bella y Dios con sus designios es un hermoso misterio. 
¿Sabe usted cuánto aporta económicamente al Teletón, esta familia por diez terapias diversas en beneficio de la preciosa Pau? La enorme cantidad de $ 95.oo pesos, incluído el IVA. (hasta en esto, el gobierno, impone el IVA) O sea, un promedio de nueve pesos con cincuenta centavos por cada terapia. Yo creo que un médico particular, cobraría eso, tan solo por contestarle a usted el saludo. 
En fechas recientes, se ha desatado en las redes sociales, una campaña en contra de Televisa, por rumores de que lucra con los donativos del Teletón. Eso no me consta. No puedo afirmar ni negar. Lo que sí me consta, y tengo pruebas, es de que los niños con necesidades especiales, reciben mucho amor, terapias funcionales y los padres reciben buenas dosis de esperanza, gracias a los donativos de las almas que generosamente aportan haciendo el bien, sin mirar a quién. 
Las cuotas simbólicas no cubrirían los costos de operación de doctores, terapeutas, recepcionistas, material, equipos, voluntarios y todo el personal involucrado. 
¿Cuánto valen nuestros niños? 
Respóndase usted mismo. 
Desde hace años, varios niños de Jalos, se ven beneficiados de los servicios del CRIT Aguascalientes, quienes gracias a los apoyos municipales, acuden cada semana a sus terapias en los vehículos que usted y yo pagamos con nuestros impuestos. Felicidades, pero… nunca me he enterado que el H. Ayuntamiento haya realizado algún donativo al CRIT referido. No digo que no lo hayan hecho, pero no me he enterado.

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