Por: Miguel Lizárraga Fregoso
Lic. en Administración
Materia: Diferencias Culturales
Mtro. Pablo Huerta Gaytán
Centro Universitario de Los Altos,
Universidad de Guadalajara
Lic. en Administración
Materia: Diferencias Culturales
Mtro. Pablo Huerta Gaytán
Centro Universitario de Los Altos,
Universidad de Guadalajara
En México, la discriminación
hacia las diversas comunidades
indígenas las ha condenado a vivir en
la miseria. Esta práctica se ha visto
desde hace tiempo, primordialmente
motivada por la manera en que
estas comunidades visten, su color
de piel, su lengua, sus tradiciones y
sus costumbres.
Hoy en día, el indígena, al igual
que el migrante, es víctima de la
falta de comprensión por parte de la
sociedad mexicana, convirtiéndose
en la razón del rechazo hacia sus
hábitos y conducta.
Además, un marco de protección
y de reconocimiento para la
sobrevivencia, debe ser impulsado
por el gobierno, ya que su ausencia
ha condenado a la sociedad a
adoptar sentimientos xenofóbicos
hacia las distintas etnias.
Es importante enfatizar que la
discriminación no sólo abarca a las
comunidades indígenas, también
incluye a las clases socialesmedia
baja, baja, pobre y de extrema
pobreza que juntas son mayoría
de la población en la República
Mexicana, cuya realidad es crucial
que el pueblo mexicano se dé cuenta
de su alarmante incremento.
Hay que informar y generar
conciencia dentro de la sociedad
sobre cómo la constante
discriminación va atacando a la
cultura mexicana, una cultura rica
en diversidad, sin dejar de lado el
papel que juega el gobierno en torno
a los indígenas, la forma en la que la
sociedad no indígena los diferencia,
y el hecho de que las oportunidades
que impulsa el Estado, son casi
prácticamente enfocadas al sector
urbano y no al rural, donde la mayoría
de estas comunidades indígenas
habitan y laboran.
Primero que nada, cabe recalcar
que el Estado tiende a aprovecharse
del indígena en cuestiones diversas
sólo por el simple hecho de que el
idioma español no es su lengua
materna. Los pueblos indígenas han
sido siempre sometidos y jamás se
les ha considerado su independencia
como pueblos, es decir, el Estado
busca siempre
administrar
al indígena
sin invitarlo
a participar.
Debido
a este
problema ,
los
indígenas
han
forjado una
conexión
entre ellos
mismos con el fin de rescatar,
prepararse, defender y promover su
modo de vida.
Día con día, estas comunidades
luchan por implementar marcos
legales que favorezcan el desarrollo
de sus pueblos y, más que la
integración, la inclusión, donde
las prácticas y costumbres de
los indígenas sean respetados y
aceptados, puesto que no sólo
basta con integrarlos a una sociedad
donde el estilo de vida es totalmente
diferente a la de ellos.
Y es que vivimos en una sociedad
que desde siempre ha tenido estos
niveles de discriminación, no
solamente por el origen indígena de
las personas, sino por cuestionas
económicas, por cuestiones de raza,
de piel, por cuestiones de clase
social. Aunado a esto, se encuentra
la enorme grieta social y económica
que divide a la comunidad mexicana.
El reparto de las oportunidades
y el acceso de la población a las
mismas, es muy diferente para
cada mexicano dependiendo de su
situación económica y el ambiente
en el que se desarrolla. El hecho
social patente de que en general los
sectores social y económicamente
más privilegiados en nuestro país,
suelen tener un fenotipo más
blanco que los sectores menos
privilegiados, es un claro indicio de
que estas formas de discriminación
han afectado la distribución del
ingreso y del privilegio.
Esto significa que hoy en día
hemos alcanzado un nivel de
discriminación que se ha vuelto
perceptivo. Nos basta con ver a una
persona para adjudicarle un estatus
social, posición económica, creencia
o incluso un origen. La sociedad
tiende a pensar que una persona de
raza distinta, como la indígena, no
posee cierto nivel de conocimientos,
capacidades, costumbres o
mentalidad que cualquier otra
persona de la sociedad urbana, y por
lo tanto, es inferior.
Facilitar el acceso y aceptación
de las culturas indígenas en la
sociedad, por el ritmo de vida que
se ha adoptado hoy en día, ha
sido un proceso muy difícil para
esemulticulturalismo existente en
México. Sin lugar a dudas, las
diferencias que hace la sociedad con
las culturas indígenas se perciben
todos los días en las prácticas
discriminatorias hacia los miembros
de estas comunidades.
Al integrar a las culturas
indígenas al desarrollo nacional,
lo único que se ha hecho es negar
su origen y segregarlas de este
México imaginario –de patrones de
pensamiento occidental– que se ha
creado tomando como modelo a las
civilizaciones extranjeras. A lo largo
de los años, desde el proceso de
la conquista e independencia hasta
hoy en día, la cultura mexicana se
ha visto envuelta en una serie de
influencias internacionales muy
fuertes.
Debido a estas tendencias que
antes solían ser las combinaciones
de razas, como los indígenas
con españoles por ejemplo, y
que actualmente puede ser la
globalización, ya que el mexicano
ha dejado o se ha despojado por
voluntad propia de su verdadera
identidad. Hemos adoptado tanto
las costumbres como actitudes
occidentales, cuando nuestras
raíces son principalmente indígenas.
Entonces, la discriminación al
indígena es también un proceso
de negación/no aceptación de los
mexicanos a sus propias raíces.
Finalmente, es necesario
comprender y observar de forma
crítica la manera en que el Estado y
el gobierno se han ido despojando de
las responsabilidades que tienen con
los pueblos indígenas. Es importante
resaltar que son comunidades que se
han ido abandonado, primeramente
por el gobierno, pero también por la
misma sociedad.
Como el país se vuelve cada vez
más industrializado y comercial,
las estrategias de mercado o los
empleos que necesitan ser cubiertos
son distintos a los que podrían
proveer los indígenas. Y si bien,
estos trabajos no son distintos o el
indígena es perfectamente capaz,
el miembro de la sociedad urbana
querrá denigrarlo por el concepto
que se tiene de inferioridad. Aunado
a esto, se encuentra el hecho de que
la mayoría de estas comunidades
indígenas habitan en el campo, y
debido a la comercialización de la
tierra, la explotación de la madera
y el crecimiento de las ciudades el
indígena es desplazado de bosques
y de tierras de pastoreo y agrícolas.
Adicionalmente, las regiones donde
se establecen los pueblos indígenas
son los primeros en ser afectadas
por el deterioro del medio ambiente.
En suma, es impresionante cómo
la sociedad está llevado a cabo
esta cruda realidad que afronta
México entero en la actualidad,
pero si en verdad se quiere lograr
una armonía jurídica de avanzada
en materia de no discriminación, es
urgente generar una propuesta de
ley o marco legal para prevenir la
discriminación en todo el territorio,
que permita crear una infraestructura
institucional, que luche contra los
factores estructurales que generan
discriminación.
Lamentablemente, los indígenas
y los migrantes tienden a ser los
más afectados por cuestiones
de injusticia y desigualdad social
derivadas primordialmente de
prácticas discriminatorias motivadas
por el mismo pueblo mexicano.
Debemos evitar que las brechas
discriminatorias sigan violentando
sus derechos a la educación, la
salud, la seguridad social, la vivienda,
los servicios básicos, trabajo y la
alimentación.
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