Un 26 de noviembre
de 1979 en una casa de
la calle Hernández, nace
una de las pintoras con
el mayor talento que he
podido imaginar, creo que
ni ella misma conoce el
alcance de su don, a lo
que me viene una pregunta
muy peculiar ¿el artista
nace o se hace? Esta es
una pregunta que muchos
interesados en el arte han
de formularse en algún
momento de sus vidas.
La verdad, a mí siempre
me ha gustado escribir e
inventarme historias, incluso
llegar a inventarme una serie de caricaturas llamadas
“Eva Gaviota” en honor a la pintora más excelsa que he
conocido; pero, tampoco llego a considerarme una artista.
Pienso que es muy diferente tener cierta sensibilidad al
arte a, en serio, crear algo sumamente bello que llegue
a ser considerado una obra de arte. Esa ya es una liga
totalmente superior a la que estoy. Obras de Arte las que
si hace Evangelina García Gutiérrez, que es una artista en
toda la extensión de la palabra, por mujeres como ella el
mundo es más bello, y el arte una ciencia extraordinaria
llena de talentos desconocidos. Conocí algunos de los
primeros trazos y bosquejos de obras de arte de Evangelina
y desde pequeña se le veía el talento, ahora que toda una
gran mujer lo demuestra en cada trazo mágico que sale
de sus benditas manos, pienso que el artista tiene que
nacer siendo artista debido a que de alguna manera debe
traer de “fábrica” esa sensibilidad, esa comprensión del
arte en sí. Es lo que la mayoría conocemos como un don.
Si se trae un don eso significa que, sea el medio que sea,
sale tan natural siempre como si uno se estuviera lavando
los dientes. Es una característica tan marcada que es
imposible de ocultar. Si alguna persona de estas negara
ser así, se estaría negando así mismo.
La personalidad, igual que el “ser artista” se forja con
una buena ración de “eso” que trajimos al nacer y otras
raciones de lo que vamos adquiriendo con el vivir. Las
experiencias que absorbemos con el correr de la vida nos
marcan un sendero que, en miles de ocasiones, se bifurca,
se pierde en la bruma o en el bosque que es la existencia...
ese camino que, tantas veces nos llena de dudas y nunca
sabemos a dónde nos lleva.
Alguien puede nacer con el talento, pero si este no es
fomentado entonces esta persona nunca sabrá de lo que
es capaz. Bien dicha es esa frase de “la práctica hace al
maestro”. No hay que desmotivarse al ver grandes obras.
Si a ti te gusta la figura humana por ejemplo, entonces bien
puedes tomar cursos o simplemente agarrar un lápiz, papel
y poner en frente a tu hermanito para dibujarlo. En fin, la
constancia, la repetición es lo que nos vuelve mejores.
No solo la práctica. El sólo nacer con el don no significa
que ya venimos sabiéndolo todo. Al contrario, para seguir
desarrollando e ir mejorando la técnica es necesaria la
investigación. Hay que informarse como sea: libros, cursos,
tutores, internet, videos, etc. Mi conclusión siempre ha sido
que es una combinación de las dos: un artista nace y se
hace. Si solo naciera entonces no tendría la información, ni
la constancia. Si solo se hiciera, sería más difícil todavía,
pues si se llegará a desarrollar cierta habilidad, sería
menor a la de muchos otros que les sale de una manera
más espontánea.
Una forma complementa a la otra. Tristemente, se les
llama artistas a veces a personas que tienen gran fama y
no tan buen trabajo. Pero en fin, el juzgar si es arte o no ya
es otra cosa.
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