Basados en el libro de
OSEAS, JOEL y Amós
De la Santa Biblia
OSEAS
Introducción al libro de Oseas *
La profecía auténtica no es
cosa de palabras y de literatura, y
era necesario que el profeta hubiese
experimentado en carne propia lo que
Dios siente y vive, en cierto sentido,
tan realmente como nosotros. El primer
profeta de Dios-amante fue un profeta
engañado por su esposa, a la que, a
pesar de sus infidelidades, no dejó de
amar.
— El libro de Oseas comienza
con el relato de su problema conyugal.
De allí saca una lección para Israel,
infiel a Yavé (cc. 1-3).
Capítulo 1: Cásate con una mujer
que se prostituye
2 Cuando Yavé comenzó a hablar
por medio de Oseas, le dijo al profeta:
«Vete y cásate con una de esas mujeres
que se entregan a la prostitución
sagrada y ten hijos de esa prostituta.
Porque el país se está prostituyendo
al apartarse de Yavé.» 3 Fue, pues, y
tomó a Gomer, hija de Diblayim. Ella
quedó esperando y le dio luego un
hijo. 4 Yavé entonces le dijo: «Ponle
el nombre de Jezrael, porque dentro
de poco haré pagar a los reyes de la
familia de Jehú la sangre que derramó
en Jezrael y no habrá más reyes en
Israel. Aquel día Yo haré que Israel sea
derrotado en el valle de Jezrael.»
6 Nuevamente Gomer quedó
embarazada y dio a luz una niña. Y Yavé
dijo a Oseas: «Ponle el nombre de No
Amada, porque Yo no seguiré teniendo
más compasión de Israel para
seguir perdonándolo.»
8 Cuando la niña ya estaba
grandecita, Gomer quedó
embarazada otra vez y dio a luz
otro hijo. 9 Y dijo Yavé: «Ponle
el nombre de No mi Pueblo,
porque ustedes no son mi
pueblo y tampoco Yo Soy para
ustedes.»
Capítulo 3
1 Yavé me dijo: «Vuelve a
querer de nuevo a una mujer
adúltera que hace el amor con
otros, así como Yavé ama a los
hijos de Israel a pesar de que
lo han dejado por otros dioses
y les ofrecen tortas de pasas.»
2 Recuperé, pues, a mi
esposa, pagando por ella
quince monedas de plata y una carga
y media de cebada.
3 Y le dije: «Te
quedarás aquí conmigo mucho tiempo,
sin ofrecerte a nadie y sin traicionarme
con ningún hombre, y yo tampoco
tendré relaciones contigo.»
4 Porque también por muchos días
los hijos de Israel quedarán sin rey,
sin jefe, sin sacrificios, sin piedras
sagradas, sin consultas a Yavé y sin
ídolos para proteger la casa.
5 Después volverán los hijos de
Israel, buscarán a Yavé, su Dios, y
a David, su rey. Cuando llegue el
momento acudirán llenos de respeto a
Yavé para recibir sus beneficios.
Capítulo 6
1 «Vengan, volvamos a Yavé; pues
si Él nos lesionó, Él nos sanará; si Él
nos hirió, Él vendará nuestras heridas.
2 Dentro de poco nos dará la vida, al
tercer día nos levantará y viviremos
en su presencia.
3 Empeñémonos en conocer a Yavé.
Su venida es tan cierta como la de la
aurora, y su intervención, tan repentina
como la llegada del día. Llegará como
la lluvia, como el aguacero que riega la
tierra.
4 «¿Qué he de hacer contigo,
Efraím? ¿Cómo he de tratarte, Judá?
El cariño que me tienen es como una
nube matinal, como el rocío que sólo
dura algunas horas. 5 Por eso, les
envié profetas para desarraigarlos, y
de mi propia boca salió su sentencia de
muerte.
6 Porque me gusta más el amor
que los sacrificios, y el conocimiento
de Dios, más que víctimas consumidas
por el fuego.»
Capítulo 11: De Egipto llamé a mi
hijo
1 Cuando Israel era niño, Yo lo amé,
Por Javier Contreras
y de Egipto llamé a mi hijo. 2 Pero
mientras los llamaba, más se alejaban
de Mí. Ofrecieron sacrificios a los
baales y quemaron incienso ante los
ídolos. 3 Yo, sin embargo, le enseñaba
a andar a Efraím, sujetándolo de los
brazos, pero ellos no entendieron que
Yo cuidaba de ellos. 4 Yo los trataba
con gestos de ternura, como si fueran
personas. Era para ellos como quien
les saca el bozal del hocico y les ofrece
en la mano el alimento.
5 Pero ¡volverán a Egipto! Ya que
no han querido volver a Mí, tendrán por
rey a Asiria. 6 La espada arrasará sus
ciudades, exterminará a sus hijos y se
saciará con sus fortalezas.
Mi corazón se conmueve y se
remueven mis entrañas. 9 No puedo
dejarme llevar por mi indignación y
destruir a Efraím, pues Soy Dios y no
hombre. Yo Soy el Santo que está en
medio de ti, y no me gusta destruir.
Nota: La Biblia Latinoamericana,
Edit. Verbo Divino comenta con
respecto al versículo 9 (Soy Dios y no
hombre), lo siguiente: Los percances
que nos parecen castigos de Dios
son, en realidad, los medios que Él
considera más apropiados para llevar
a cabo la formación de cada persona.
JOEL
Introducción al libro de Joel *
Se anuncia el día en que Dios
dará a todos sus hijos el Espíritu de los
profetas.
Capítulo 3 Yo derramaré mi
Espíritu
1 «Esto es lo que ha de suceder
después:
1 Yo derramaré mi Espíritu sobre
cualquier mortal.
1 Tus hijos y tus hijas profetizarán,
1 los ancianos tendrán sueños
1 y los jóvenes verán visiones.
2 Hasta sobre los siervos y las
sirvientas
2 derramaré mi Espíritu en aquellos
días.
3 Daré a ver señales en el cielo,
3 y en la tierra habrá sangre, fuego
y nubes de humo.
4 El sol se cambiará en tinieblas
4 y la luna en sangre
4 cuando se acerque el día de Yavé,
4 día grande y terrible.
5 Entonces serán salvados
5 todos aquellos que invoquen el
Nombre de Yavé.
5 Pues unos se salvarán en el cerro
Sión,
5 habrá sobrevivientes en Jerusalén,
5 como lo ha dicho Yavé
5 allí estarán los que llame Yavé.
AMÓS
Introducción al libro de Amós*
Hacia la mitad del siglo VIII antes
de Cristo, el Reino de Israel aparece
rico y muy próspero. La pequeña
propiedad ha ido desapareciendo y las
riquezas se concentran en unos pocos
ricos, mientras por otra parte crece el
proletariado; el lujo de unos pocos
insulta la miseria de los pobres.
Inesperadamente, el Eterno
ruge desde Sión y de Jerusalén hace
oír su voz por medio de Amós, pastor
natural de Tecoá, pueblecito situado a
unos nueve kilómetros al sur de Belén,
en el país de Judá. Dios lo saca «de
detrás de su rebaño» y lo envía hacia
el país vecino, Israel del Norte.
El profeta comienza entonces
a recorrer las ciudades del Reino de
Israel, denunciando las injusticias
sociales y la religión que se contenta
sólo de ritos externos. Anuncia
el castigo de Dios y el destierro de
Israel;… al fin predice también tiempos
felices.
Amós es el profeta de la
justicia social; nos revela a un Dios que
defiende el derecho de los pobres.
Capítulo 5
21 Yo odio y aborrezco sus fiestas
y no me agradan sus celebraciones.
22… no me gustan sus ofrendas ni me
llaman la atención sus sacrificios.
23 Váyanse lejos con el barullo de
sus cantos, que ya no quiero escuchar
la música de sus arpas. 24 Quiero que
la justicia sea tan corriente como el
agua, y que la honradez crezca como
un torrente inagotable.
Capítulo 7 Las visiones
1 Esto fue lo que me mostró el
Señor Yavé: Cuando estaba brotando
de nuevo el pasto, después del corte
para el rey, él estaba fabricando
langostas. 2 Al ver cómo pelaban los
campos, intervine y dije: «Por favor,
Señor Yavé, perdona. Pues, ¿qué será
de Jacob, que es tan pequeño?» 3
Yavé se arrepintió y me dijo: «Esto no
va a pasar.»
4 En seguida, el Señor me mostró
otra cosa: El Señor llamaba al fuego
para que secara los manantiales y
marchitara los campos. 5 Entonces
exclamé: «Por favor, detente, Señor
Yavé. Pues, ¿cómo se salvará Jacob,
que es tan pequeño?» 6 Yavé se
arrepintió, manifestando que no
pasaría nada.
Conflicto con el sacerdote
Amasías
12 El sacerdote Amasías fue a decirle
a Amós: «Sal de aquí, visionario: vete a
Judá , gánate allá la vida dándotelas de
profeta, 13 no profetices aquí que es un
santuario real, un templo nacional
14 Amós le replicó: «Yo no soy
profeta ni uno de los hermanos
profetas; soy cuidador de rebaños y
recojo higos silvestres. Yavé es quien
me sacó detrás de las ovejas y me dijo:
Ve y habla de parte mía a Israel, mi
pueblo.
Las “introducciones” a los libros de
OSEAS, JOEL Y AMÓS, están tomadas
de las introducciones respectivas que
la editorial Verbo divino escribió en la
“Biblia Latinoamericana».
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