lunes, enero 04, 2016

Historia de la salvación

Basados en el libro de
OSEAS, JOEL y Amós
De la Santa Biblia

OSEAS Introducción al libro de Oseas * 

Oseas encabeza a los «Profetas Menores». Menores lo son si se mide por el largo de sus libros. 

La profecía auténtica no es cosa de palabras y de literatura, y era necesario que el profeta hubiese experimentado en carne propia lo que Dios siente y vive, en cierto sentido, tan realmente como nosotros. El primer profeta de Dios-amante fue un profeta engañado por su esposa, a la que, a pesar de sus infidelidades, no dejó de amar. 

— El libro de Oseas comienza con el relato de su problema conyugal. De allí saca una lección para Israel, infiel a Yavé (cc. 1-3). 

Capítulo 1: Cásate con una mujer que se prostituye 

2 Cuando Yavé comenzó a hablar por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Vete y cásate con una de esas mujeres que se entregan a la prostitución sagrada y ten hijos de esa prostituta. Porque el país se está prostituyendo al apartarse de Yavé.» 3 Fue, pues, y tomó a Gomer, hija de Diblayim. Ella quedó esperando y le dio luego un hijo. 4 Yavé entonces le dijo: «Ponle el nombre de Jezrael, porque dentro de poco haré pagar a los reyes de la familia de Jehú la sangre que derramó en Jezrael y no habrá más reyes en Israel. Aquel día Yo haré que Israel sea derrotado en el valle de Jezrael.» 
6 Nuevamente Gomer quedó embarazada y dio a luz una niña. Y Yavé dijo a Oseas: «Ponle el nombre de No Amada, porque Yo no seguiré teniendo más compasión de Israel para seguir perdonándolo.» 
8 Cuando la niña ya estaba grandecita, Gomer quedó embarazada otra vez y dio a luz otro hijo. 9 Y dijo Yavé: «Ponle el nombre de No mi Pueblo, porque ustedes no son mi pueblo y tampoco Yo Soy para ustedes.» 

Capítulo 3 

1 Yavé me dijo: «Vuelve a querer de nuevo a una mujer adúltera que hace el amor con otros, así como Yavé ama a los hijos de Israel a pesar de que lo han dejado por otros dioses y les ofrecen tortas de pasas.» 
2 Recuperé, pues, a mi esposa, pagando por ella quince monedas de plata y una carga y media de cebada. 
3 Y le dije: «Te quedarás aquí conmigo mucho tiempo, sin ofrecerte a nadie y sin traicionarme con ningún hombre, y yo tampoco tendré relaciones contigo.» 
4 Porque también por muchos días los hijos de Israel quedarán sin rey, sin jefe, sin sacrificios, sin piedras sagradas, sin consultas a Yavé y sin ídolos para proteger la casa. 
5 Después volverán los hijos de Israel, buscarán a Yavé, su Dios, y a David, su rey. Cuando llegue el momento acudirán llenos de respeto a Yavé para recibir sus beneficios. 

Capítulo 6 

1 «Vengan, volvamos a Yavé; pues si Él nos lesionó, Él nos sanará; si Él nos hirió, Él vendará nuestras heridas. 
2 Dentro de poco nos dará la vida, al tercer día nos levantará y viviremos en su presencia. 
3 Empeñémonos en conocer a Yavé. Su venida es tan cierta como la de la aurora, y su intervención, tan repentina como la llegada del día. Llegará como la lluvia, como el aguacero que riega la tierra. 
4 «¿Qué he de hacer contigo, Efraím? ¿Cómo he de tratarte, Judá? El cariño que me tienen es como una nube matinal, como el rocío que sólo dura algunas horas. 5 Por eso, les envié profetas para desarraigarlos, y de mi propia boca salió su sentencia de muerte. 
6 Porque me gusta más el amor que los sacrificios, y el conocimiento de Dios, más que víctimas consumidas por el fuego.» 

Capítulo 11: De Egipto llamé a mi hijo 

1 Cuando Israel era niño, Yo lo amé, Por Javier Contreras y de Egipto llamé a mi hijo. 2 Pero mientras los llamaba, más se alejaban de Mí. Ofrecieron sacrificios a los baales y quemaron incienso ante los ídolos. 3 Yo, sin embargo, le enseñaba a andar a Efraím, sujetándolo de los brazos, pero ellos no entendieron que Yo cuidaba de ellos. 4 Yo los trataba con gestos de ternura, como si fueran personas. Era para ellos como quien les saca el bozal del hocico y les ofrece en la mano el alimento. 
5 Pero ¡volverán a Egipto! Ya que no han querido volver a Mí, tendrán por rey a Asiria. 6 La espada arrasará sus ciudades, exterminará a sus hijos y se saciará con sus fortalezas. 
Mi corazón se conmueve y se remueven mis entrañas. 9 No puedo dejarme llevar por mi indignación y destruir a Efraím, pues Soy Dios y no hombre. Yo Soy el Santo que está en medio de ti, y no me gusta destruir. 

Nota: La Biblia Latinoamericana, Edit. Verbo Divino comenta con respecto al versículo 9 (Soy Dios y no hombre), lo siguiente: Los percances que nos parecen castigos de Dios son, en realidad, los medios que Él considera más apropiados para llevar a cabo la formación de cada persona. 

JOEL 

Introducción al libro de Joel * 

Se anuncia el día en que Dios dará a todos sus hijos el Espíritu de los profetas. 

Capítulo 3 Yo derramaré mi Espíritu 

1 «Esto es lo que ha de suceder después: 
1 Yo derramaré mi Espíritu sobre cualquier mortal. 
1 Tus hijos y tus hijas profetizarán, 
1 los ancianos tendrán sueños 
1 y los jóvenes verán visiones. 
2 Hasta sobre los siervos y las sirvientas 
2 derramaré mi Espíritu en aquellos días. 
3 Daré a ver señales en el cielo, 
3 y en la tierra habrá sangre, fuego y nubes de humo. 
4 El sol se cambiará en tinieblas 
4 y la luna en sangre 
4 cuando se acerque el día de Yavé, 
4 día grande y terrible. 
5 Entonces serán salvados 
5 todos aquellos que invoquen el Nombre de Yavé. 
5 Pues unos se salvarán en el cerro Sión, 
5 habrá sobrevivientes en Jerusalén, 
5 como lo ha dicho Yavé 
5 allí estarán los que llame Yavé. 

AMÓS 

Introducción al libro de Amós* 

Hacia la mitad del siglo VIII antes de Cristo, el Reino de Israel aparece rico y muy próspero. La pequeña propiedad ha ido desapareciendo y las riquezas se concentran en unos pocos ricos, mientras por otra parte crece el proletariado; el lujo de unos pocos insulta la miseria de los pobres. 

Inesperadamente, el Eterno ruge desde Sión y de Jerusalén hace oír su voz por medio de Amós, pastor natural de Tecoá, pueblecito situado a unos nueve kilómetros al sur de Belén, en el país de Judá. Dios lo saca «de detrás de su rebaño» y lo envía hacia el país vecino, Israel del Norte. 

El profeta comienza entonces a recorrer las ciudades del Reino de Israel, denunciando las injusticias sociales y la religión que se contenta sólo de ritos externos. Anuncia el castigo de Dios y el destierro de Israel;… al fin predice también tiempos felices. 

Amós es el profeta de la justicia social; nos revela a un Dios que defiende el derecho de los pobres. 

Capítulo 5 

21 Yo odio y aborrezco sus fiestas y no me agradan sus celebraciones. 22… no me gustan sus ofrendas ni me llaman la atención sus sacrificios. 
23 Váyanse lejos con el barullo de sus cantos, que ya no quiero escuchar la música de sus arpas. 24 Quiero que la justicia sea tan corriente como el agua, y que la honradez crezca como un torrente inagotable. 

Capítulo 7 Las visiones 

1 Esto fue lo que me mostró el Señor Yavé: Cuando estaba brotando de nuevo el pasto, después del corte para el rey, él estaba fabricando langostas. 2 Al ver cómo pelaban los campos, intervine y dije: «Por favor, Señor Yavé, perdona. Pues, ¿qué será de Jacob, que es tan pequeño?» 3 Yavé se arrepintió y me dijo: «Esto no va a pasar.» 
4 En seguida, el Señor me mostró otra cosa: El Señor llamaba al fuego para que secara los manantiales y marchitara los campos. 5 Entonces exclamé: «Por favor, detente, Señor Yavé. Pues, ¿cómo se salvará Jacob, que es tan pequeño?» 6 Yavé se arrepintió, manifestando que no pasaría nada. 

Conflicto con el sacerdote Amasías 

12 El sacerdote Amasías fue a decirle a Amós: «Sal de aquí, visionario: vete a Judá , gánate allá la vida dándotelas de profeta, 13 no profetices aquí que es un santuario real, un templo nacional 14 Amós le replicó: «Yo no soy profeta ni uno de los hermanos profetas; soy cuidador de rebaños y recojo higos silvestres. Yavé es quien me sacó detrás de las ovejas y me dijo: Ve y habla de parte mía a Israel, mi pueblo. 

Las “introducciones” a los libros de OSEAS, JOEL Y AMÓS, están tomadas de las introducciones respectivas que la editorial Verbo divino escribió en la “Biblia Latinoamericana».

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