Por: NeismyJanette Gómez Covarrubias
Materia: Psicología y Problemática Nacional
Mtro. Pablo Huerta Gaytán
Centro Universitario de Los Altos,
Universidad de Guadalajara
Muchas veces nos damos cuenta que las personas
comen para vivir, viven para trabajar y trabajan para comer.
El sentido de la frase que encierra la cabeza o título, ilustra
el contenido de este escrito, porque gran parte de la vida de
una persona la invierte en torno a su trabajo. Según los datos,
regularmente un joven jalisciense se incorpora al mundo
laboral alrededor de los 23 años de edad, supuestamente
después de terminar con los estudios universitarios, pero
en realidad muchos empiezan a trabajar desde antes de
concluir una carrera.
De acuerdo con la información del Servicio de
Administración Tributaria (SAT) la edad promedio para la
jubilación de las personas oscila entre los 65 años de edad,
y reciben una tasa de salario mínimo, o sea, de $70.10 por
díaactualmente.
Con base en estos datos, una persona trabaja 42 años de
su vida. Por lo tanto es importante analizar este fenómeno
desde una perspectiva psicológica y poder considerar las
probables consecuencias que trae consigo el trabajo en
la vida de las personas, ya que se pasa la mayor parte de
tiempo de su vida en esta actividad, para ser precisos en
promedio 40 horas a la semana.
Más allá del salario, como se ha dicho, escuchado y
repetido la frase “el trabajo dignifica al hombre” (Garrido,
2006). ¡Claro que lo es! El trabajo da identidad, autoestima,
es fuente de crecimiento personal, de gran motivación
y maduración en quien lo realiza, por lo tanto es esencial
evaluar las condiciones en las que se trabaja, porque de no
ser así, se producirán evidentes daños psicológicos en los
empleados.
La propia dinámica económica y los cambios sociales y
demográficos en una sociedad tienen un fuerte impacto no
sólo en el número de empleos, sino también en la composición
del empleo por sexo, rama económica, categoría, grupos
ocupacionales, perfil educacional, etc. (Garrido, 2006)
Todo lo anterior da pie a un aumento de inestabilidad que
hace empeorar la calidad de vida de las personas, haciendo
cada vez más difícil encontrar un empleo de condiciones
dignas y por consiguiente aumentando el grado de ansiedad
y estrés de los ciudadanos.
El fenómeno de la globalización, hace que la desigualdad
social aumente y haya cada vez menos contratos, más
presión en la productividad debido a las demandas del
mercado, olvidándose muchas veces del bienestar del
empleado.
Bajo la perspectiva de la Psicología, se puede considerar
la posibilidad de que las condiciones de trabajo pudieran
cambiar: que se cumpla con un ingreso digno y otros
beneficios como seguridad respecto a la estabilidad y
accidentes laborales, consideración de un contexto ético
y moral, que se tome en cuenta el interés o necesidades
del empleado, protección social como la jubilación segura y
sobre todo las horas e intensidad del trabajo adecuado.
Reducir horas a la jornada laboral como lo han hecho
varios países europeos, España entre ellos, (El universal)
además de lo antes expuesto,se podría mejorar la salud
mental de las personas; tendrían más tiempo para estar en
casa con su familia, descanso y actividades recreativas; se
optimizaría la producción, bajarían los niveles de ansiedad
y estrés para mejorar las relaciones sociales dentro de la
empresa.
Debido a que la mayor parte del tiempolas personasse la
pasan trabajando, es importantísimo que tanto el gobierno,
autoridades de salud pública y los psicólogos, se centren
en estudiar cómo mejorar las condiciones laborales,que las
jornadas sean las recomendables para reducir en número
de enfermedades mentales en el país, sobre todo el famoso
“estrés” que está en su apogeo.
Recordemos que el trabajo no sólo brinda beneficio
económico, dignifica yfortalece una identidad, da oportunidad
de desarrollo, integra socialmente y las personas asumen
su compromiso ideológico, por lo tanto es indispensable que
aumentensu calidad de vida y salud mental.
Referencias:
- El universal. (s.f.). Recuperado de http://www.eluniversal.
com.mx/notas/827663.html
- Garrido, E. A. (2006). Psicología y desempleo. Revista
Internacional de Psicología, 1-19.
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