Basados en el libro de
JONÁS
De la Santa Biblia
Introducción
El libro de Jonás es una
narración, cuya héroe es un profeta
del Reino del Norte.
Esta narración graciosa critica,
no a los idólatras o a los impíos, sino
a los mismos judíos piadosos, que,
encerrados en su nacionalismo,
olvidan fácilmente que Dios es el
Dios de todos los hombres.
La historia de Jonás se hizo
inmediatamente popular y Jesús la
mencionará:
— La conversión de los ninivitas
(Lc 11,30).
— La comparación con los tres
días que pasó Jonás en el pez (Mt
12,40)
Capítulo 1
Yavé manda a Jonás a Nínive

3 Se levantó Jonás, pero fue
para huir a Tarsis, lejos de la
presencia de Yavé. Descendió a
Jafa, donde encontró un barco que
salía para Tarsis, pagó su pasaje
y se embarcó para irse con ellos a
Tarsis, lejos del rostro de Yavé.
4 Pero Yavé envió un fuerte
viento sobre el mar, causando
una tempestad tan grande que el
barco amenazaba hundirse. 5 Los
marineros tuvieron miedo y cada
uno invocaba a su Dios. Después
echaron la carga del barco al mar
para sacarle peso. Jonás, mientras
tanto, había bajado al fondo del
barco para tomar
descanso, y dormía
profundamente. 6 El
capitán se acercó a
él y le dijo: «¿Cómo
estás durmiendo?
Levántate, invoca
a tu Dios, quizá se
acuerde de nosotros
y no pereceremos.»
7 Después se
dijeron unos a otros:
«Echemos suertes
para saber quién
nos trajo ese mal.»
Echaron suertes
y la suerte cayó
en Jonás. 8 Entonces le dijeron:
«Tiene que haber un causante de
nuestra desgracia
10 Aquellos hombres tuvieron
gran miedo y le dijeron: «¿Qué es
lo que has hecho?» Pues ahora
esos hombres sabían que huía de
la presencia de Yavé. 11 Le dijeron:
«¿Qué haremos contigo para que
se calme el mar?» Pues el mar se
embravecía.
12 Jonás les contestó:
«Llévenme y arrójenme al mar, y
éste se calmará, porque sé que por
culpa mía les ha sobrevenido esta
tempestad.» 13 Pues, por más
que los marineros se esforzaban
remando por alcanzar tierra, no
podían, y el mar cada vez se
ponía más agitado. 14 Entonces
invocaron a Yavé y le dijeron: «Oh
Yavé, no nos hagas perecer a
todos por causa de este hombre,
ni nos consideres culpables de
su muerte, ya que tú, Yavé, has
obrado todo según deseabas.»
15 Luego, llevando a Jonás,
lo tiraron al mar, y el mar calmó
su furia. 16 Aquellos hombres
temieron a Yavé y con gran
respeto le ofrecieron un sacrificio y
le hicieron votos.
Capítulo 2
Jonás en el vientre del pez
1 Yavé ordenó a un gran pez
que tragara a Jonás, y Jonás
estuvo tres días y tres noches en
el vientre del pez.
2 Entonces Jonás dirigió esta
oración a Yavé, su Dios, desde el
vientre del pez:
3 «En mi angustia llamé a Yavé
3 y me respondió,
3 grité desde el lugar de los
muertos
3 y tú oíste mi voz.
4 Me habías arrojado en el
corazón del mar,
4 y la corriente me cercaba,
4 tus olas y tus remolinos
pasaban sobre mí.
5 Y dije: He sido arrojado de tu
presencia,
5 nunca más veré tu santo
templo.
6 Me subían las aguas hasta el
cuello,
6 el abismo me rodeaba,
6 las algas se enredaban en mi
cabeza.
7 A las raíces de los montes
descendí,
7 al país cuyos cerrojos se
cierran para siempre,
7 pero me hiciste subir de la
fosa,
7 ¡oh Yavé, mi Dios!
8 Cuando en mí se me
desfallecía el alma,
8 me acordé de Yavé,
8 y mi oración llegó a ti, a tu
santo templo.
9 Los que sirven los ídolos
vanos
9 sacrifican sus esperanzas
10 pero yo en acción de gracias
10 te ofreceré un sacrificio y
cumpliré mis votos:
10 de Yavé viene la salvación.»
11 Entonces Yavé dio orden al
pez y éste vomitó a Jonás sobre la
tierra.
Capítulo 3
Conversión de
Nínive
1 Por segunda vez
la palabra de Yavé
llegó a Jonás y le
dijo: 2 «Levántate,
vete a Nínive, la gran
ciudad, y anuncia lo
que Yo te diga.»
3
Se levantó Jonás y
fue a Nínive, como
se lo había ordenado
Yavé.
3 Nínive era
una ciudad muy grande. Se
necesitaban tres días para
atravesarla. 4 Jonás entró en la
ciudad e hizo un día de camino
pregonando: «Dentro de cuarenta
días Nínive será destruida.» 5 Los
ninivitas creyeron en la advertencia
de Dios y ordenaron un ayuno, y se
vistieron de saco desde el mayor al
menor. 6 La noticia llegó hasta el
rey de Nínive, que se levantó de su
trono, se quitó el manto, se vistió
de saco y se sentó sobre cenizas.
7 Luego hizo publicar esta orden
en Nínive: «Hombres y bestias no
comerán ni beberán nada. 8 Que
se vistan de saco y clamen a Dios
insistentemente. Que cada uno se
corrija de su mala conducta y de
sus malas obras. 9 ¿Quién sabe
si Dios se arrepentirá y cesará su
enojo, de manera que no nos haga
morir?»
10 Al ver Dios lo que hacían y
cómo se habían arrepentido de
su mala conducta, se arrepintió Él
también y no los castigó como los
había amenazado.
Capítulo 4
Dios ama a todos los hombres
1 A Jonás esto no le gustó nada,
y se enojó. 2 Se dirigió a Yavé y
le dijo: «Ah, Yavé, es exactamente
lo que yo preveía cuando estaba
todavía en mi tierra, y por esto
traté de huir a Tarsis. Yo sabía
que tú eres un Dios clemente y
misericordioso, paciente y lleno
de bondad, siempre dispuesto a
perdonar. 3 Oh Yavé, te ruego que
tomes mi vida, pues ahora es mejor
para mí morir que vivir.»
4 Yavé le contestó: «Jonás,
¿crees tú que tienes razón para
enojarte así?»
5 Pero Jonás salió de Nínive y
se hizo una cabaña al este de la
ciudad, para ver lo que sucedería
a la ciudad.
6 Entonces Yavé Dios
hizo brotar una planta de ricino
que creció por encima de Jonás
para dar sombra a su cabeza y
así calmarlo de su enojo. Jonás se
alegró mucho por la planta.
7 Pero
al día siguiente, al amanecer, Yavé
mandó un gusano que malogró la
planta y la secó. 8 Al salir el sol,
Yavé hizo soplar viento caliente
desde el este.
8 El sol acaloró tanto a Jonás
que éste se desmayó. Se deseó la
muerte y dijo: «Mejor es morir que
vivir.»
9 Entonces Yavé le preguntó:
«¿Te parece bien enojarte por este
ricino?» Jonás respondió: «Sí,
tengo razón para estar enojado
hasta el punto de querer morir.»
10 Yavé le replicó: «Te afliges
por un ricino que no te ha costado
trabajo alguno y que no has hecho
crecer, que en una noche ha
nacido y en una noche ha muerto.
11 ¿Cómo, pues, Yo no voy
a tener lástima de Nínive, la
gran ciudad, donde hay más
de ciento veinte mil personas
que no saben distinguir el
bien y el mal, y gran cantidad
de animales?»
Nota: En esta ocasión se
transcribió la totalidad del
libro de Jonás. La versión
aquí plasmada se tomó de
la “Biblia Latinoamericana”
Edit. Verbo Divino.
Por Javier Contreras
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