La máscara es una
careta que sirve para
representar o para
encubrir una identidad
proporcionando así un
cambio de sentido en la
imagen del personaje,
apariencia, simulación
esto quiere generar
contraste entre las
apariencias, y en las
acciones ocultamiento
del rostro verdadero.
La máscara en suma
encubre, distorsiona,
aleja, disfraza lo que se
mantiene oculto.
En algún momento
de nuestras vidas, todos
usamos una máscara
algunos en forma
inofensiva y efímera,
otros en forma maquiavélica y prolongada ya con este
disfraz destruye, transforma, paraliza la vida de quien
se enamora e ilusiona sin sospechar de los planes del
que usa la máscara, las víctimas son casi siempre del
sexo femenino. Algunas se ven tan afectadas por el
rompimiento sentimental, otras optan por aceptar el
hecho, luchan y triunfan, las estadísticas señalan que
el divorcio ha tenido un aumento muy importante en
toda la república, he tomado como muestra a cuatro
ciudades alteñas y cuál es la taza de este hecho,
siendo la ciudad de Tepatitlán la primera, la sigue
Jalostotitlan, en tercer lugar San Juan de los Lagos, y
en cuarto lugar Lagos de Moreno.
Ha ocurrido lo mismo con niños nacidos fuera del
matrimonio, por lo que conozco como adulto mayor
el divorcio lo considero una cobardía en la mayoría
de los hombres, un aprovechamiento de alguien que
no ha respetado un juramento y un contrato civil
simplemente alguien que no ha podido con el tercio,
este es un imitador de las costumbres extranjeras, o la
influencia de figuras públicas factores o ídolos de los
medios de comunicación, la mayoría prefabricados de
oropel, a causa de esto la mujer no se casa o se casa a
una edad mayor que antes . Los jóvenes tienen menos
presión para casarse y prefieren adoptar un estilo de
vida donde se busca el placer y el ego, por encima
de la responsabilidad del matrimonio, la escases
de fuentes de trabajo, los salarios insuficientes son
obstáculos que los hombres consideran que cuando
ven el matrimonio como lo que es, responsabilidad,
matrimonio, familia, trabajo. Más para el divorciado su
futuro es una incógnita.
Cuando era joven trabajé en Los Ángeles,
California en una casa para ancianos que pagaban
para su cuidado, conocí e hice amistad con un hombre
de nombre Tony, cierto día en forma de lamento al
sentir que se le acababa la vida me confesó, yo fui
casado con la única mujer que en verdad me quiso
más un día me sentí superior y me divorcié de ella,
enmascarado busqué una felicidad que siempre me
resultó falsa y vacía sin Dios, ahora espero la muerte
en la más espantosa de las soledades, falleció al día
siguiente, pensé que por fin se había librado de algo
que le amargó la vida, LA MASCARA.
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