Por José Alvarado Montes
La curiosidad es algo que nace desde
que estamos en el vientre materno,
cuando somos pequeños ya tenemos
preferencias y tratamos de conocer más,
cuando mayor es la curiosidad se puede
transformar en algo que dure toda la
vida con el poder del pensamiento y la
imaginación, nací en una casa cerca del
jardín del hospital y a unos cuantos pasos
en dirección opuesta de la orilla del río
lugares que fueron de mucho aprendizaje,
lo que llegó a interesarme en saber más
de los hechos ocurridos en mi pueblo.
Dicen que la escuela comienza en casa,
mi abuela fue la primera informante al
contestar las preguntas de lo que le habían
contado sus papas y sus abuelos y así
fue como me entere de cuando llegaron
los soldados franceses de Maximiliano e
hicieron su campamento en las arenas del
río, a esa guerra la llamaron la CHINACA
de esos tiempos contaban de los amoríos
de una mujer llamada Elena con un oficial
francés cuando la sorprendió el marido la
mató a balazos, en un corrido cantaban
esa tragedia.
Así mismo supe que mi abuelo, su
padre y toda su familia nacieron en los
ranchos de Verdolagas y los Aguirres
y que en tiempo del Presidente Porfirio
Díaz les quitaron grandes extensiones de
sus terrenos en 1907) les exigían ciertos
documentos que nunca conocieron,
lo mismo les sucedió a otros muchos
rancheros, supe también que El General
Díaz y sus tropas estuvieron en el
Rancho de Verdolagas.
Tenían como costumbre después
de cenar, rezar el rosario, se sentaban
y contaban los sucesos de recuerdos
que tenían así se enteró de la peste de
cólera a la que llamaron la grande ya
que años después azotó una vez más
a la que llamaron la segunda cólera,
también recuerda otras como la del tifo,
la gripa española, la del sarampión,
paperas, neumonía, tosferina, garrotillo,
viruela loca, y otras que no recuerda
y que todas dejaron muchas muertes.
Uno de mis abuelos se llamaba Susano
quien era arriero tenía un atajo
de bestias de carga en las
que transportaba personas y
mercancías, ocupaba varios
hombres para defenderse de
las gavillas de asaltantes que
eran el azote de los caminos, le
daba distintos nombres según
el rumbo a donde viajaba, a
los de Zacatecas les decían
arribeños, a los de Colima
y Nayarit abajeños, a los de
tierra caliente para el rumbo de
Michoacán, tapatíos a los de
Guadalajara y Paso del Norte
a lo que hoy es Ciudad Juárez.
Su casa estaba en la calle de
Concordia # 38 y frente de ella estaba
El Asilo de los niños huérfanos. Contaba
mi abuelita que un Sr. Cura y dos o tres
señoritas fundaron el Asilo de niños, su
primera Directora fue una monjita llamada
Gertrudis Rochin, el Sr. Cura y después
Canónigo Don Refugio Cervantes fue su
protector y guía espiritual.
Antes de que estallara el conflicto
iglesia estado y la persecución religiosa
El Padre Pedro Esqueda frecuentaba con
frecuencia el lugar donde impartía clases
de doctrina cristiana,( hay una foto) su
aprensión y muerte le causo mucho pesar
y aumentaba con las balaceras entre
soldados del gobierno y cristeros. Varios
años después me entrevisté con la madre
Dolores de Alba, en la pared de la sala
tenían una foto de la madre Gertrudis y
guardaban con mucho cariño una sotana
del Padre Esqueda, su reclinatorio,
su libro de oraciones, una cajita de
madera en donde guardaba Las Hostias
Consagradas, mi madre me contó que
en la persecución el Padre Esqueda se
fue a Los Ángeles California y trabajó
en una impresora pero su vocación lo
hizo regresar y que repartía entre los
niños monedas fraccionadas de aquel
país. Mi padre me contó que él conocía
al hombre que lo entrego, que después
de esto se fue a Aguascalientes y como
era alcohólico una noche se quedó
dormido en alguna forma se quemó el
petate mientras dormía y murió por las
quemaduras, nunca reveló su nombre
por respeto a su familia.
Al Movimiento Cristero se le unieron
dos tíos abuelos uno llamado Apolinar
Montesy, un día con intención de
aprehenderlo llegaron los federales a su
casa del rancho y al no encontrarlo mataron
a su hijo Ramón, incendiaron su casa, a
su esposa la tomaron presa, la encerraron
en la bartolina del hospital. Días después
una noche entraron por el río su esposo y
sus hombres y la rescataron ocultándola
en el rancho de otros familiares, mi otro
tío se llamaba Nemesio Aguirre, combatió
en la primera cristiada y años después en
la segunda, fue compañero de Don José
María Ramírez de Jalostotitlán. Nemesio
fue apresado aquí en San Juan, lo iban a
fusilar pero logró escapar un músico de
Jalostotitlán canta en un corrido de las
andanzas revolucionarias de Él y de don
José María Ramírez. Unos dicen que
murió en un combate con los federales y
otros que se fue a la Ciudad de México y
ahí desaparece su huella, supe muchas
cosas más llevado por LA CURIOSIDAD
1907.
Porfirio Díaz exige le ley de
colonización y terrenos baldíos lo que
resulta que el 60% de las tierras del país
se acumularon en unas cuantas familias
dejando en la miseria a millones de
mexicanos.
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