viernes, septiembre 09, 2016

Homeopatía en la obesidad

Por: Maverick

Estudio tomado de la Tesis de Postgrado en Nutrición Clínica y Terapéutica en Obesidad del Dr. Roberto Navarro Ortega. La palabra obesidad proviene del latín obesitas, que significa “a causa de que yo como”. 
La obesidad es un desequilibrio entre la cantidad de energía que se ingiere y la que se gasta, como resulta obvio, la balanza se inclina hacia lo que se ingiere. No obstante, el problema de la obesidad no se puede reducir a un concepto simplista de entradas y salidas, sin considerar que el organismo tiene mecanismos de regulación y que éstos llegan a presentar alteraciones. 
La mayoría de las personas e incluso gran parte del personal de salud consideran al obeso como un gran comelón. Sin embargo, existen evidencias claras de que no necesariamente es así; recordemos que la palabra latina obesitas “a causa de que yo como”, pero no “a causa de que yo como mucho”. 
En la gran mayoría de los pacientes se debe a la ingestión excesiva de alimento, inactividad física, o ambas. Algunas personas obesas pueden tener índices bajos de termogénesis. Los estudios en gemelos, separados poco después del nacimiento, han enfatizado la importancia de factores genéticos en la obesidad. Un inicio rápido de obesidad masiva acompañada de letargo o poliuria sugiere una lesión hipotalámica. Algunos casos de obesidad se acompañan de retargo de la pubertad. El hipotiroidismo no suele acompañarse de obesidad notable. En el síndrome de Cushing hay redondeo de la cara con cojinetes grasosos supraclaviculares característicos, “joroba de búfalo”, y obesidad del tronco con extremidades delgadas. La obesidad se acompaña de hipertensión, hiperlipidemia, diabetes sacarina, intolerancia a los carbohidratos y trastornos renales y pulmonares. Los pacientes obesos están en mayor peligro durante las operaciones quirúrgicas y la anestecia, lo mismo que durante el embrazo. 
La obesidad se acompaña también de aumento del peligro de enfermedad cardiovascular, sin embargo no está claro si es un factor de riesgo independiente o resultante de la hipertensión, la hiperlipidemia y la diabetes acompañantes. 
La imagen es algo importante para todas las criaturas racionales. Podemos reconocer a las personas, a los animales y a los objetos gracias a la imagen establecida que conocemos de ellos. 
El hábito y los factores ambientales, al parecer, influyen en la regulación del apetito. Los individuos delgados tienden a ingerir alimento sólo cuando tienen hambre, en tanto que los obesos lo hacen en respuesta a estímulos como la hora del día, olores, sabores y otros más. Las personas obesas que tienen trastornos mentales concomitantes pueden experimentar menosprecio de su propia imagen corporal. Sienten que sus cuerpos son grotescos y que otros las miran con hostilidad y desdén. 
Ahora bien ¿Qué es la Homeopatía? Es la ciencia y el arte de curar según la ley de los semejantes, es un extraordinario método terapéutico capaz de curar de una manera suave, rápida y duradera. 
La homeopatía prácticamente arranca con Hipócrates, quien en el siglo IV antes de Cristo, después de su fructífera experiencia como primer médico que sustenta sus ideas a través de la atenta observación de la Naturaleza, anuncia que existen dos maneras posibles de curar: por los contrarios y por los semejantes. El camino de los contrarios será seguido, siglos más tarde, por Galeno y toda la medicina llamada científica y contemporánea, la que podemos considerar “medicina oficial”. 
El sistema de los semejantes será esbozado por filósofos como Santo Tomás de Aquino, y por médicos que defienden el llamado “vitalismo” en medicina. Samuel Hanhnemann debe ser considerado el auténtico creador de la Homeopatía, todo un sistema clínico-terapéutico completo del arte de curar. En Homeopatía se insiste en recoger los síntomas en los mismos términos en que los enuncia el paciente, pues ése es el lenguaje en que están escritas las patogenesias o pruebas medicamentosas. Así, el médico homeópata se ve abocado a un examen múltiple de su enfermo. Un proverbio común dice que “donde termina el examen de un médico de la medicina oficial aún no ha comenzado el examen homeopático” y en buena parte es verdad. 
El homeópata debe establecer un diagnóstico clínico patológico valiéndose de todos los métodos a disposición de la ciencia, un diagnóstico constitucional que revele la particular estructura temperamental y psicofísica de su paciente, un diagnóstico de terreno o diátesis predisponente y, por último, un diagnóstico medicamentoso, es decir, debe hallar por métodos especiales, el medicamento más semejante y a fin al caso. 
Así en Clínica Homeopática tiene plena aplicación el célebre y pocas veces bien interpretado aforismo hipocrático: “no hay enfermedad sino enfermos”, dicho esto pensando sólo en el aspecto estrictamente terapéutico de la cuestión, no en el patológico. De acuerdo con su creador, la Homeopatía no es una filosofía, pero tiene una filosofía que se basa en el vitalismo histórico. 
La enfermedad comienza por una perturbación psíquica y dinámica, es decir, energética. Por eso la homeopatía no persigue ni combate las causas aparentes y desencadenantes de la enfermedad ni sus resultados últimos o lesiones orgánicas, sino que trata de corregir la susceptibilidad mórbida devolviendo la armonía a la energía vital perturbada. La curación de la enfermedad a través de la curación del enfermo y no a la inversa es el verdadero camino por seguir. 
La curación que se vale por leyes naturales precisas, tales como la ley de la similitud, la experimentación en el hombre sano, el medicamento atenuado y dinamizado. Los médicos homeópatas, podemos certificar ampliamente que no existe un método terapéutico más natural, más eficaz, más extraordinario, un método que es capaz no sólo de curar el padecimiento orgánico sino de transformar una personalidad perturbadora en un ser que viva en armonía consigo mismo y su creador. 
El ideal de la terapéutica homeopática es la perfectibilidad del arte de curar consiste en restablecer la salud de una manera pronta, suave y duradera, separando y destruyendo totalmente la enfermedad, del modo menos perjudicial y por el camino más corto y seguro, conduciéndose en virtud de inducciones fáciles de comprender. 
No se podría en conciencia asegurar que el restablecimeinto de la salud por los métodos habituales de la medicina oficial sea rápido, especialmente tratándose de las enfermedades crónicas, ni suave, con los actuales quimioterápicos y antibióticos, ni duradero, sobre todo en los trastornos propios de los males crónicos permanentes o con exacerbaciones periódicas. 
También el médico tiene la misión de conservar la salud, eliminando las causas conocidas que la alteran o producen y sostienen la enfermedad. Esto tiene atingencia con la profilaxis, la higiene y la medicina preventiva. Efectivamente, una alimentación insuficiente o inadecuada, una vivienda malsana, un régimen de vida antinatural, sufrimientos morales o espirituales, sustos, emociones violentas, la ingestión de tóxicos, etc., así como la exposición al contagio deben ser evitados o suprimidos en todos los casos. La obesidad es una afección de etiología multifactorial, actualmente es uno de los grandes retos de la ciencia médica. 
El mismo carácter multifactorial de la obesidad, debe llevar al médico a considerar este padecimiento no solo como un problema genético, endocrino, metabólico, social, sino que, también se debe diferenciar como un problema donde influye en forma importante lo emocional, anímico y psicológico, por lo que, el tratamiento a seguir no solo deberá abordarse desde el punto de vista nutricional, sino también, desde el punto de vista psicológico. 
La homeopatía como auxiliar en el tratamiento de la obesidad, brinda resultados excelentes, ayuda a controlar el estrés y las tensiones emocionales, actúa equilibrando la desarmonía de la energía vital y armonizando la esfera mental del individuo. 
La obesidad en cada persona debe ser considerada en forma individual, que no debe ser considerada en forma estricta a un solo factor, que debe ser estimado en forma muy importante el aspecto nutricional, pero debemos tomar en cuenta que otros factores también influyen. La atención de la obesidad debe ser multidisciplinaria, se recomienda la homeopatía como parte del tratamiento, no como el tratamiento en sí, como parte integral de un equipo multidisciplinario. 
Todo ser humano antes de enfermar del cuerpo, primero enferma de la mente, los medicamentos homeopáticos antes de actuar en lo orgánico accionan en lo mental.

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