viernes, octubre 07, 2016

¿Por qué perdió el PRI la gubernatura de Tabasco?

La percepción ciudadana del motivo por el que el otrora partidazo de Tabasco perdiera la gubernatura en el 2012, es que se debió al hartazgo ciudadano en contra de los gobiernos corruptos del PRI, al efecto Obrador y a las expectativas que causó la llegada del gobierno del cambio verdadero; a poco más de dos años de terminar Arturo Núñez su mandato, una encuesta nacional elaborada por el Gabinete de Comunicación Estratégica arrojó que su gestión ha sido reprobada por los tabasqueños. 
A pesar de las corruptelas del anterior gobierno, según una encuesta de GAUSSC realizada en hogares de los 17 municipios de Tabasco, en los que se encuestaron a 1800 personas de abril a noviembre del 2011, resultó que el 56% de los encuestados avalaron el trabajo realizado por Granier durante los cinco años que llevaba su gobierno, pero para enero del último año de su gestión, la aceptación del ex gobernador era del 62%. 
La imagen del ex gobernador de Tabasco crecía de cara a los comicios, al igual que la de su partido porque el 48% de los tabasqueños se identificaba con el PRI; una reciente encuesta nacional realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica, al preguntar si le confiaría las llaves de su casa al gobernador si tuviera que salir, arrojó que 83.5% de los tabasqueños no le confiaría las llaves de su casa a Arturo Núñez, en el 2008 una encuesta nacional hizo la misma pregunta resultando que el mejor calificado fue el ex mandatario tabasqueño. 
La debacle del PRI en Tabasco comenzó a gestarse en la designación del candidato a la gubernatura, para nadie es desconocido que el candidato que quería imponer el ex gobernador Granier era su compadre del alma Humberto Mayans Canabal, como no pasó el consenso en la Quinta Grijalva, tras acaloradas discusiones según trascendió en su momento, surgió como el precandidato de línea Luis Felipe Graham. 
Todo parecía indicar que el ex secretario de salud en el gobierno granierista sería el candidato oficial del tricolor al gobierno de Tabasco, las negociaciones previas así lo habían determinado ya, de hecho salió humo blanco dirían en el vaticano al trascender que ya estaba todo acordado y que el candidato a la gubernatura era Luis Felipe Graham, pero todo cambió en la sede nacional del tricolor y en el último momento dio vuelta todo, resultando candidato Jesús Alí. 
En ese contexto, para finales de enero del 2012 Jesús Alí de la Torre, alcanzó según una encuesta de GAUSSC el 60% de la preferencia electoral, quedando el candidato del PRD Arturo Núñez con un 49%; asimismo la intención del voto para el proceso electoral de julio de ese año la misma encuesta arrojó que el tricolor obtuvo el 48%, el PRD el 28% y el PAN el 14%; todo inició con la normalidad histórica que marcaba al estado como una entidad eminentemente priista, la continuidad del PRI en la gubernatura de Tabasco era lo más viable. 
Al final de cuentas el candidato por su soberbia se fue quedando sólo, no hubo durante su campaña un delegado nacional de su partido, el gobernador se desentendió de la elección, no metió orden si quiera, por eso los candidatos hicieron lo que quisieron, creando fuego amigo y voto cruzado, cuanta falta hizo que el mandatario diera un golpe de autoridad y dijera: “se calman y dejan sus rencillas de lado o cambio de candidatos”; la realidad es que Granier no se metió en la elección, y el poco dinero que aportó lo fue ministrando trastornando los tiempos de campaña. 
El PRI perdió la gubernatura de Tabasco por la designación de un mal candidato, que no era el idóneo al interior del partido, que su soberbia en lugar de sumar le restó, que no hubo el dinero en abundancia, que el gobernador no operó en las elecciones, que quienes manejaron la campaña se confrontaron con la prensa, ocasionando con ello un desgaste cotidiano del candidato que terminó por influir en la opinión pública, creándose la percepción de que la alternancia era bola cantada. 
De hecho, fue un trascendido a voces, la ayuda que Granier y muchos de su gabinete le dieron a Nuñez, por ello vemos, aunque un poco escondidos, pero en toma de decisiones, a algunos ex funcionarios. Ali, fue copado por sus amigos, nunca oyó consejos. Creyó que solo por ser candidato, tenía la gubernatura en la bolsa, le falló la estrategia y más aún, el vigilar a su estructura electoral. Era sabido que de día trabajaban con el e iban a recibir instrucciones a Paseo Tabasco. 
Al concluir el cómputo final realizado en los 21 consejos distritales, Núñez Jiménez obtuvo 547 mil 663 votos, Jesús Alí del PRI 466 mil 499, y el panista Gerardo Priego Tapia 50 mil 672 sufragios, estos fueron los números oficiales, la realidad que arroja la elección pasada para gobernador en Tabasco es que el priismo de hueso duro salió a votar, pero que las traiciones y voto cruzado dio origen a la alternancia en el estado, que si el candidato hubiese sido afín al gobernador Granier hoy seguiría gobernando el tricolor en Tabasco. Hasta la próxima entrega.

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