Estimados lectores, el pasado día del Médico 23 de
Octubre, recibí en mensaje de What Saap, de mi hija menor,
cuya vocación es atender al enfermo, que sufre de dolor, qué
esta encamado por alguna enfermedad, me refiero a mi hija
qué se desempeña como enfermera en un conocido Hospital
de Tepatitlán de Morelos Jal.
Al ir leyendo las líneas de dicho mensaje, vinieron a mi
mente varios recuerdos, cuando ellas eran pequeñas, ( dos
hijas ), algunos de ellos cuando salíamos de paseo familiar
y sonaba el teléfono o llegaba algún paciente para solicitar
de mis servicios médicos, sabiendo qué llegaríamos tarde
al paseo o alguna reunión o fiesta, sus ojitos reflejaban
tristeza o cierta incomodidad, y en una de esas ocasiones,
quizás deseando aminorar su sentir, les pedí qué ojala no
escogieran la misma vocación de su Padre, de lo cual hoy
estoy arrepentido, ya que no pensé bien lo qué les pedí en
ese momento, ya que crecieron al lado un Padre Médico y
una Madre que aprendió a ser enfermera, ayudando en algún
parto, instrumentista en la sutura de alguna herida o aplicar
inyecciones, así fue la infancia de nuestras dos hijas, en
algunos momentos el escuchar el sonar de la sirena de la
ambulancia, lamentos de dolor, el llanto de algún niño qué
recién nacía, o la radio banda civil con claves como 10-14,
10-20 etc.etc..
Siendo la mayor con aprendizaje en Protección Civil, y
la menor enfermera, pues a continuación les comparto el
mensaje qué recibí de mi hija que por estar de guardia me
envió:
A mi padre, del cual cada vez me siento más orgullosa,
a mis amigos, compañeros, que se casan con su profesión,
dan su tiempo, su tranquilidad, su velo, sus días festivos,
aniversarios, navidades y año nuevo.
Dejan el enfermo de su hogar, por velar de los nuestros.
Dejan su sueño fisiológico por asegurar el nuestro incluso,
abandonan la velación del cortejo de sus seres queridos, por
ir angustiados a dar la hora de defunción de un paciente por el
que tanto luchó. Por sacrificar el tiempo de su familia, atender
emergencias en horas ingratas, con toda la dedicación cómo
si hubiesen tenido sueño reparador. Por jamás decir que no.
Por salvar vidas, por no rendirse, por ser superhéroes.
Lo vivo, crecí con uno de ellos, me consta. Jamás
reclamaré el tiempo perdido a mi lado, porque comprendí,
por qué y tanto te admiré, qué ahora comparto tu pasión y
entrega. Porqué estabas dando tu vida, por salvar otras. TE
AMO PA, feliz día del Médico.
Atte. tu hija EMMY CORTES IÑIGUEZ.
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