El empresario Rodolfo Rosas
Moya fungió como aval para
garantizar el cumplimiento del
contrato con el que se realizó en
México el concurso Miss Universo
2007, organizado por una de las
empresas de Donald Trump, quien
tras el certamen se inconformó y
promovió demandas que al final
perdió Foto Paul Antoine Matos / La
Jornada Maya.
Donald Trump tiene un objetivo
en mente: construir muros. Eso
sólo lo logrará si se sienta en el
despacho Oval, en la Casa Blanca. El magnate de
Nueva York es el candidato del Partido Republicano a
la presidencia de Estados Unidos. Con discursos de
odio y racismo ha criticado a los mexicanos, pero uno
ha logrado derrotarlo.
En marzo del 2015, en la cuenta de Twitter de Trump
se publicó que por Rodolfo Rosas Moya, quien me
debe mucho dinero, México jamás volverá a organizar
el Miss Universo y el sistema de justicia mexicano es
corrupto. No quiero tener nada que ver con México,
excepto construir una pared impenetrable y detenerlos
para que no vengan a quitar dinero de Estados Unidos.
Un mes después de sus declaraciones en redes
sociales, el magnate estadunidense anunció sus
intenciones de gobernar su país y, como promesa
principal de campaña, construir un muro en la
frontera entre ambas naciones. Rodolfo Rosas Moya,
empresario de Mérida que se desempeña en la industria
de la construcción, habló con La Jornada Maya sobre
el origen del problema que afrontó con Donald Trump.
Hace una década, tras el paso del huracán Wilma,
que devastó Quintana Roo, se ideó un plan para reactivar
la economía del estado, que tenía como centro realizar
el concurso de Miss Universo en Cancún, Chiapas y
la Ciudad de México, explicó Rosas en entrevista. En
aquella ocasión, la empresa de Trump Miss Universe
LP LLLP tenía la mitad de los derechos del concurso y
la otra mitad con NBC, por lo que se realizó un contrato
con Grupo Promotor MU de México SA de CV, cuyo
propietario es Pedro Rodríguez Sierra y en el que está
Carlos Alaz-raki de socio, indicó.
En los meses previos, el Grupo Promotor MU
tuvo conflictos con la empresa dirigida por Trump
debido a las exigencias de esta última, como el uso
de iluminación importada de Europa, lo que encarecía
los precios, expresó. Un mes antes del concurso, la
empresa de Trump amenazó con cancelarlo, por lo que
solicitó el aval de Rodolfo Rosas y Pedro Rodríguez
como condición para garantizar el cumplimiento del
contrato. En ese aval, el yucateco ofrecía cinco terrenos
ubicados en la Riviera Maya.
Pero Rosas Moya nunca firmó el contrato para
otorgarlo, debido a que notó que la empresa de
Donald Trump estableció una estrategia para generar
conflictos, para posteriormente llevarlos a un proceso
judicial, expresó. Al notar la estrategia de conflictos,
solicité retirar el aval. Había una mala intención por
parte de la empresa de Donald Trump, declaró. El
concurso de Miss Universo se llevó a cabo en mayo de
2007, sin incidentes. Rosas Moya no fue cuestionado
sobre el tema ni recibió notificación legal alguna. Los
predios que tenía en Quintana Roo, que hubieran
servido como aval en 2007, fueron vendidos, porque le
pertenecían a él, no a Trump, ni tampoco estaban en
disputa, reconoció.
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