sábado, marzo 04, 2017

Historia de la salvación

Basados en el libro de
SIRÁCIDES (O ECLESIÁSTICO) Cap 8-19

De la Santa Biblia

Capítulo 8   Errores que hay que evitar 
1 No discutas con un hombre poderoso: podrías caer en sus manos. 2 No te querelles con un hombre rico: podría echar su peso en la balanza. 3 No discutas con un hablador: sería echar leña al fuego. 4 No bromees con el hombre grosero: acabaría insultando a tus antepasados. 
5 No hagas reproches al pecador arrepentido; acuérdate que todos somos culpables. 6 No desprecies al hombre en su vejez; también seremos viejos un día. 
12 No prestes a uno que tiene más poder que tú: si le has prestado, dalo por perdido. 
17 No tomes tu decisión en presencia de un tonto: no guardará el secreto. 
19 No abras tu corazón a cualquiera: no cuentes con que sabrá agradecértelo. 

Capítulo 9    Actitud hacia las mujeres 2 
No te entregues en las manos de una mujer hasta el punto que te domine. 3 No te acerques a una mujer de mala reputación: podrías caer en sus redes. 

6 No caigas en los brazos de una prostituta: podrías perder con ella todo lo que tienes. 7 No mires para todas partes en las calles de la ciudad, ni te entretengas en rincones solitarios. 8 Aparta tus ojos de una mujer hermosa; no te quedes mirando a una belleza desconocida. La belleza de una mujer ha hecho caer a muchos; ella basta para encender la pasión. 

Relaciones con los hombres 

11 No envidies el éxito del pecador, no sabes cuál será su fin. 

13 Mantente alejado del que puede matar, y no tendrás miedo de morir. Si te acercas a él, trata de no molestarlo, pues podría quitarte la vida: Sabes muy bien que caminas en medio de trampas, que caminas por encima de un muro. 

15 Prefiere conversar con las personas inteligentes; que todas tus conversaciones giren en torno a la Ley del Altísimo. 16 Que los hombres buenos frecuenten tu mesa; que tu orgullo sea el temor del Señor. 
18 El hombre que habla mucho es temido en la ciudad; se detesta al que habla puras estupideces. 

Capítulo 10 
2 Así como es el jefe así serán los ministros; así como es el gobernador de una ciudad así serán sus habitantes. 
3 Un rey sin sabiduría es la ruina de su pueblo; una ciudad prospera gracias a la inteligencia de sus jefes. 
4 Las autoridades de un país están en las manos del Señor; él envía en el momento preciso el hombre que conviene. 
5 El éxito de quien sea está en las manos del Señor; él reviste a los jefes de su propia autoridad. 
8 Una nación pierde el poder y lo deja en manos de otra debido a la injusticia, la violencia y la riqueza. 
12 El comienzo de la soberbia en el hombre es apartarse del Señor y no tomar más en cuenta a su Creador. 

Capítulo 11 
8 No respondas antes de haber escuchado, ni interrumpas al que habla. 
9 No te metas en lo que no te incumbe, ni tomes partido en querellas de pecadores. 
10 Hijo mío, no emprendas muchas cosas a la vez; si son demasiadas, te perjudicarás; aunque corras, no las conseguirás y no podrás librarte más de ellas. 11 Hay quiénes se fatigan en el trabajo, se agotan y se atormentan y se encuentran más pobres que antes. 

14 Prosperidad y mala suerte, vida y muerte, pobreza y riqueza, todo viene del Señor. ( ) 17 Los que son fieles pueden contar con la generosidad del Señor, su benevolencia los guiará siempre. 
21 No te escandalices por el éxito de los pecadores; pon tu confianza en el Señor y persevera en tu labor. Es fácil para el Señor hacer rico al pobre en un instante. 22 La bendición del Señor recompensará a sus fieles: de repente, sin hacerse anunciar, trae sus frutos. 
29 No lleves a cualquiera a tu casa. 

Capítulo 13 
2 No cargues con un fardo muy pesado; no te hagas amigo de uno más fuerte y más rico que tú. Juntarías un cántaro de arcilla y una olla de fierro. Uno golpearía a la otra y se quebrarían. 
15 Todo ser viviente ama a su semejante, todo hombre ama a su prójimo. 16 Todo animal frecuenta a los de su especie, también el hombre busca a su semejante. 17 ¿Puede el lobo caminar con el cordero? Lo mismo pasa con el pecador y el hombre de bien. 
24 La riqueza es buena cuando es sin pecado. 

Capítulo 14 
3 A un hombre mezquino no le conviene la riqueza: ¿para qué le van a dar muchos bienes a un avaro? 4 El que junta privándose de todo, junta para otro: otros disfrutarán de sus bienes. 
6 No hay nadie más malo que el que es malo consigo mismo. 
11 Hijo mío, haz buen uso de todo lo que tengas, y preséntale al Señor ofrendas generosas. 
14 Disfruta de la vida y no desdeñes un gusto legítimo si se te presenta en el camino. 
16 Da y recibe, satisface tus anhelos, porque no se puede buscar el placer en el sepulcro. 

Capítulo 15 
1 Esta es la suerte del que teme al Señor; el que se da a la Ley (el que se preocupa de observar las normas de Dios) obtendrá la sabiduría. 2 Le saldrá al encuentro como una madre, y lo acogerá como una joven esposa. 3 Lo alimentará con el pan de la inteligencia y le dará a beber el agua de la sabiduría. 
4 Puede contar con ella: no vacilará. Se apoyará en ella y no caerá. 5 La sabiduría lo destacará entre los que lo rodean, y tomará la palabra en la asamblea. 6 Será coronado de felicidad y de alegría, y su nombre será famoso para siempre. 
7 Los imbéciles jamás conseguirán la sabiduría, los pecadores nunca la verán. 8 Se mantiene alejada de los orgullosos, y los mentirosos no la conocerán. 
9 De nada vale la alabanza en boca del pecador, pues ella no viene del Señor. 10 Debe venir de un sabio, porque entonces es el Señor quien lo inspira. 

15 Si tú quieres, puedes observar los mandamientos; está en tus manos el ser fiel. 

Capítulo 18 
15 Hijo mío, no reprendas cuando hagas un favor, no causes tristeza si haces un regalo. 16 ¿No refresca el rocío al viento caliente? De igual modo la palabra hace más bien que lo que se da. 17 ¿No ves que algunas palabras valen más que un regalo? Pero una persona generosa junta lo uno con lo otro. 18 El insensato echa a perder una buena obra con sus críticas, el regalo de un hombre mezquino hace que se llenen de lágrimas los ojos. 
19 Antes de hablar, infórmate, y cuídate antes de estar enfermo. 
25 En los momentos de abundancia acuérdate de los instantes de miseria… 
31 Si te concedes lo que quieren tus pasiones, harán que de ti se rían tus enemigos. 
32 No te des a la buena vida, no pases a ser esclavo de sus exigencias. 33 No te empobrezcas festejándote con dinero prestado cuando no tienes nada en tu bolsillo. 

Capítulo 19 
Un obrero bebedor nunca se hará rico; el que se descuida en las pequeñas cosas decaerá poco a poco. 
2 El vino y las mujeres corrompen a los mejores; el que frecuenta a las prostitutas perdió toda vergüenza. 3 Allí ganará sólo podredumbre y gusanos: así acabará el que no tiene más vergüenza. 

Callarse o hablar cuando sea necesario 

4 El que confía inmediatamente es un cabeza hueca, el que cede al pecado se hace daño a sí mismo. 
5 El que se complace en los chismes será condenado, 
7 No cuentes nunca lo que te han dicho, y nunca tendrás que sufrir por ello. 
8 No cuentes nada a nadie, ni amigo ni enemigo; no lo digas a menos que tu silencio se haga culpable. 
10 ¿Has oído algo? Entiérralo dentro de ti; ¡ánimo, que eso no te hará reventar! 11 Por una palabra que escuchó, el tonto está con dolores como una mujer que va a dar a luz. 12 El secreto es insoportable para las entrañas del tonto: para él es como una flecha enterrada en el muslo. 

13 Conversa con tu prójimo, tal vez no ha hecho nada, y si lo ha hecho, no lo hará más. 
14 Conversa con tu prójimo, tal vez no ha dicho nada, y si lo ha dicho, no volverá a decirlo. 
15 Conversa con tu prójimo, porque a menudo no son más que calumnias: no creas todo lo que se cuenta. 16 Sucede que uno resbala sin mala intención; ¿quién no ha pecado nunca con su lengua? 17 Conversa con tu prójimo antes de llegar a las amenazas: luego te atendrás a la Ley del Altísimo. 

Nota: El contenido se ha tomado textual de la Santa Biblia, “Biblia Latinoamericana” edit. Verbo Divino. Edición revisada 1995, XVIII edición. Los subrayados son míos. 

Javier Contreras Horta

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