Basados en el libro de
SIRÁCIDES (O ECLESIÁSTICO) Cap 8-19
De la Santa Biblia
Capítulo 8 Errores que hay que
evitar
1 No discutas con un hombre
poderoso: podrías caer en sus manos.
2 No te querelles con un hombre rico:
podría echar su peso en la balanza.
3 No discutas con un hablador: sería
echar leña al fuego. 4 No bromees con
el hombre grosero: acabaría insultando
a tus antepasados.
5 No hagas reproches al pecador
arrepentido; acuérdate que todos
somos culpables. 6 No desprecies al
hombre en su vejez; también seremos
viejos un día.
12 No prestes a uno que tiene más
poder que tú: si le has prestado, dalo
por perdido.
17 No tomes tu decisión en
presencia de un tonto: no guardará el
secreto.
19 No abras tu corazón a cualquiera: no cuentes con que
sabrá agradecértelo.
Capítulo 9 Actitud hacia las mujeres
2
No te entregues en las manos de una mujer hasta el
punto que te domine. 3 No te acerques a una mujer de mala
reputación: podrías caer en sus redes.
6 No caigas en los brazos de una prostituta: podrías perder
con ella todo lo que tienes. 7 No mires para todas partes en las
calles de la ciudad, ni te entretengas en rincones solitarios. 8
Aparta tus ojos de una mujer hermosa; no te quedes mirando
a una belleza desconocida. La belleza de una mujer ha hecho
caer a muchos; ella basta para encender la pasión.
Relaciones con los hombres
11 No envidies el éxito del pecador, no sabes cuál será su
fin.
13 Mantente alejado del que puede matar, y no tendrás
miedo de morir. Si te acercas a él, trata de no molestarlo, pues
podría quitarte la vida: Sabes muy bien que caminas en medio
de trampas, que caminas por encima de un muro.
15 Prefiere conversar con las personas inteligentes; que
todas tus conversaciones giren en
torno a la Ley del Altísimo. 16 Que
los hombres buenos frecuenten tu
mesa; que tu orgullo sea el temor
del Señor.
18 El hombre que habla mucho
es temido en la ciudad; se detesta al
que habla puras estupideces.
Capítulo 10
2 Así como es el jefe así serán
los ministros; así como es el
gobernador de una ciudad así serán
sus habitantes.
3 Un rey sin sabiduría es la ruina
de su pueblo; una ciudad prospera
gracias a la inteligencia de sus jefes.
4 Las autoridades de un país
están en las manos del Señor; él
envía en el momento preciso el hombre que conviene.
5 El éxito de quien sea está en las manos del Señor; él
reviste a los jefes de su propia autoridad.
8 Una nación pierde el poder y lo deja en manos de otra
debido a la injusticia, la violencia y la riqueza.
12 El comienzo de la soberbia en el hombre es apartarse
del Señor y no tomar más en cuenta a su Creador.
Capítulo 11
8 No respondas antes de haber escuchado, ni interrumpas
al que habla.
9 No te metas en lo que no te incumbe, ni tomes partido en
querellas de pecadores.
10 Hijo mío, no emprendas muchas cosas a la vez; si son
demasiadas, te perjudicarás; aunque corras, no las conseguirás
y no podrás librarte más de ellas. 11 Hay quiénes se fatigan
en el trabajo, se agotan y se atormentan y se encuentran más
pobres que antes.
14 Prosperidad y mala suerte, vida y muerte, pobreza y
riqueza, todo viene del Señor. ( ) 17 Los que son fieles pueden
contar con la generosidad del Señor, su benevolencia los
guiará siempre.
21 No te escandalices por el éxito de los pecadores; pon
tu confianza en el Señor y persevera en tu labor. Es fácil para
el Señor hacer rico al pobre en un instante. 22 La bendición
del Señor recompensará a sus fieles: de repente, sin hacerse
anunciar, trae sus frutos.
29 No lleves a cualquiera a tu casa.
Capítulo 13
2 No cargues con un fardo muy pesado; no te hagas amigo
de uno más fuerte y más rico que tú. Juntarías un cántaro
de arcilla y una olla de fierro. Uno golpearía a la otra y se
quebrarían.
15 Todo ser viviente ama a su semejante, todo hombre ama
a su prójimo. 16 Todo animal frecuenta a los de su especie,
también el hombre busca a su semejante. 17 ¿Puede el lobo
caminar con el cordero? Lo mismo pasa con el pecador y el
hombre de bien.
24 La riqueza es buena cuando es sin pecado.
Capítulo 14
3 A un hombre mezquino no le conviene la riqueza: ¿para
qué le van a dar muchos bienes a un avaro? 4 El que junta
privándose de todo, junta para otro: otros disfrutarán de sus
bienes.
6 No hay nadie más malo que el que es malo consigo mismo.
11 Hijo mío, haz buen uso de todo lo que tengas, y preséntale
al Señor ofrendas generosas.
14 Disfruta de la vida y no desdeñes un gusto legítimo si se
te presenta en el camino.
16 Da y recibe, satisface tus anhelos, porque no se puede
buscar el placer en el sepulcro.
Capítulo 15
1 Esta es la suerte del que teme al Señor; el que se da a
la Ley (el que se preocupa de observar las normas de Dios)
obtendrá la sabiduría. 2 Le saldrá al encuentro como una
madre, y lo acogerá como una joven esposa. 3 Lo alimentará
con el pan de la inteligencia y le dará a beber el agua de la
sabiduría.
4 Puede contar con ella: no vacilará. Se apoyará en ella y
no caerá. 5 La sabiduría lo destacará entre los que lo rodean, y
tomará la palabra en la asamblea. 6 Será coronado de felicidad
y de alegría, y su nombre será famoso para siempre.
7 Los imbéciles jamás conseguirán la sabiduría, los
pecadores nunca la verán. 8 Se mantiene alejada de los
orgullosos, y los mentirosos no la conocerán.
9 De nada vale la alabanza en boca del pecador, pues ella
no viene del Señor. 10 Debe venir de un sabio, porque entonces
es el Señor quien lo inspira.
15 Si tú quieres, puedes observar los mandamientos; está
en tus manos el ser fiel.
Capítulo 18
15 Hijo mío, no reprendas cuando hagas un favor, no causes
tristeza si haces un regalo. 16 ¿No refresca el rocío al viento
caliente? De igual modo la palabra hace más bien que lo que
se da. 17 ¿No ves que algunas palabras valen más que un
regalo? Pero una persona generosa junta lo uno con lo otro. 18
El insensato echa a perder una buena obra con sus críticas, el
regalo de un hombre mezquino hace que se llenen de lágrimas
los ojos.
19 Antes de hablar, infórmate, y cuídate antes de estar
enfermo.
25 En los momentos de abundancia acuérdate de los
instantes de miseria…
31 Si te concedes lo que quieren tus pasiones, harán que de
ti se rían tus enemigos.
32 No te des a la buena vida, no pases a ser esclavo de
sus exigencias. 33 No te empobrezcas festejándote con dinero
prestado cuando no tienes nada en tu bolsillo.
Capítulo 19
Un obrero bebedor nunca se hará rico; el que se descuida
en las pequeñas cosas decaerá poco a poco.
2 El vino y las mujeres corrompen a los mejores; el que
frecuenta a las prostitutas perdió toda vergüenza. 3 Allí ganará
sólo podredumbre y gusanos: así acabará el que no tiene más
vergüenza.
Callarse o hablar cuando sea necesario
4 El que confía inmediatamente es un cabeza hueca, el que
cede al pecado se hace daño a sí mismo.
5 El que se complace en los chismes será condenado,
7 No cuentes nunca lo que te han dicho, y nunca tendrás
que sufrir por ello.
8 No cuentes nada a nadie, ni amigo ni enemigo; no lo digas
a menos que tu silencio se haga culpable.
10 ¿Has oído algo? Entiérralo dentro de ti; ¡ánimo, que eso
no te hará reventar! 11 Por una palabra que escuchó, el tonto
está con dolores como una mujer que va a dar a luz. 12 El
secreto es insoportable para las entrañas del tonto: para él es
como una flecha enterrada en el muslo.
13 Conversa con tu prójimo, tal vez no ha hecho nada, y si
lo ha hecho, no lo hará más.
14 Conversa con tu prójimo, tal vez no ha dicho nada, y si lo
ha dicho, no volverá a decirlo.
15 Conversa con tu prójimo, porque a menudo no son más
que calumnias: no creas todo lo que se cuenta. 16 Sucede que
uno resbala sin mala intención; ¿quién no ha pecado nunca
con su lengua? 17 Conversa con tu prójimo antes de llegar a
las amenazas: luego te atendrás a la Ley del Altísimo.
Nota:
El contenido se ha tomado textual de la Santa Biblia, “Biblia
Latinoamericana” edit. Verbo Divino. Edición revisada 1995,
XVIII edición. Los subrayados son míos.
Javier Contreras Horta
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