José Alvarado Montes
En San Juan han ocurrido
sucesos y hay personajes
que son poco conocidos.
Los motivos son varios, pero
el principal es el desinterés
oficial por este tema, aunado
al encallecimiento social
que no lo demanda. Aun así
hay a quienes les mueve el
interés y gastan su tiempo y
economía en rescatar poco
a poco los renglones en que
está plasmada la historia del
terruño.
Ayer
Luis C. Curiel fue un oficial
de alto rango en el gobierno de
Porfirio Díaz. Fue gobernante
del estado por diez años y
benefactor del pueblo, lo
mismo que Miguel Ahumada, con igual grado militar gobernó
Jalisco. Históricamente estos personajes están tan olvidados
en la localidad que merecen un trabajo por separado que dé
a conocer su obra.
En ese tiempo, Carmelita, esposa del presidente Porfirio
Díaz, inició una campaña exhortando a obreros y campesinos
a cambiar su tradicional forma de vestir y usar el pantalón,
ya que el pueblo vestía calzón y camisa de manta. La idea la
secundó el presidente, pues se aproximaba el aniversario y
la celebración del centenario del grito de independencia dado
por el cura de Dolores. Se dio a la nación esta ordenanza
que sólo la ejecutaron dos estados, entre ellos el de Jalisco.
Aquí en la ciudad se hacían los preparativos
para la coronación de la Virgen. El clero
exhortó con vehemencia a que este mandato
se cumpliera para dar más lucimiento a la
celebración. La ordenanza fue leída como bando
a la ciudadanía por la autoridad municipal. Se
prohibía usar en la ciudad el calzón y camisa
de manta y obligatoriamente debería utilizarse
el pantalón. La orden abarcó las rancherías del
municipio. Corría el año de 1904.
Los que bajaban al pueblo por el camino de
Mezquitic escogieron para hacer el cambio de
ropa, un robusto árbol que por muchos años
fue conocido como “El Mezquite del Calzón”. La
picardía popular le compuso a este hecho unos
versos ya casi olvidados de autor anónimo:
Por fin señores llegó
Venderemos las camisas
y acaso los calzones
para andar muertos de risa
luciendo los pantalones.
Un son jalisciense, quizá haciendo referencia a lo mismo,
en un fragmento de su letra dice:
El cuervo en una ladera
llora sin compasión
porque la cuerva no quiso
vestirlo de pantalón.
No hay un dato escrito que precise la fecha y duración
de esta orden. El obispo de la Mora a sabiendas que la
feligresía era pobre escribió: “los bajos salarios de
los obreros y el de los campesinos que es de tres
litros de maíz, sus viviendas no tienen aire ni luz,
los hombres harapientos con calzón y camisa de
manta, trabajan de sol a sol eternamente endeudados
con la tienda de raya, cuando les pagan con moneda
corriente son veinte o veinticinco centavos, razón
de tanto bandolerismo.” Sobre la vida de los peones
de haciendas y rancho da para escribir un sinfín de
páginas narrando su esclavitud y memoria.
Hoy
En marzo del 2017 se presentó al público el libro
Ayer y Hoy, Número 8, editado por el Círculo Histórico
y Cultural “Entre Amigos”, agrupación conformada por
un reducido grupo de personas de diferentes edades
y ocupaciones que a lo largo de 26 años han mantenido
una meta y amistad sincera y desinteresada. Formalmente,
sin pases ni desplantes han trabajado investigando la
historia y la cultura local.
Esta publicación consta de 138 páginas. Tiene 13
artículos con diferentes temas que relatan parte de nuestra
historia. El Ing. Luis Antonio de Alba Ruezga en su texto
editorial, entre otras cosas nos enseña que el ocio es el
vacío de actividades, mas si el tiempo libre se emplea en
algo constructivo deja buenos resultados. El profesor y
licenciado en Ciencias Naturales Juan Guillermo Lara trata
sobre la flora y fauna de San Juan señalando que lo que
no se conoce no se ama y lo que no se ama no se cuida y
la responsabilidad que tenemos todos en su conservación.
El maestro José de Jesús Martín Flores investigó en el
Archivo Histórico de la Defensa Nacional, el segundo motín
de 1857, detallando el sangriento suceso entre la población
y el ejército, el cual tenía órdenes de sus superiores de
incendiar el pueblo si se repetía otra revuelta. El doctor
Pedro de Alba, con su particular estilo, las peripecias en
vida de uno de sus compañeros de escuela y su trágico
final. Sebastián Preciado Rodríguez, conocedor de este
personaje, reseña cómo Don Pedro fundó la Universidad
de Nuevo León. Omar López Padilla presenta una
investigación amplia y detallada donde da a conocer la
labor cotidiana y los problemas de los canteros, albañiles
y barreteros que trabajaron en la construcción de la hoy
Catedral Basílica.
Víctor Manuel Aguilera compara a la Virgen de sus
amores con poética y fina imaginación como la más bella
de todas las flores y cariñosamente la llama la Jardinerita.
El maestro José de Jesús Martín Flores investiga la
primera década de evangelización en la zona de los Altos,
rectificando errores en hechos y fechas anotadas por las
primeras fuentes. Habla también de la rebelión de los
peñoles más identificada como la Guerra del Miztón.
Parte de los hechos de la vida de Felipe Hermosillo,
miembro del grupo recién fallecido, son dados a conocer
por quien esto escribe, señalando que fue un hombre de
inquietudes artísticas, deportivas, educativas, políticas e
intelectuales en un pueblo donde el mercantilismo opaca
la cultura y el arte. Adrián Martín dedica su escrito a narrar
parte de la vida de San Pedro Esqueda, su niñez, su
vocación y su apostolado como sacerdote, su cautiverio,
martirio y muerte y cómo años después surge la idea de
perpetuar su memoria, teniendo un templo donde son
venerados sus restos. Tiempo después se comenzó a
trabajar y dedicarle un monumento con una celebración
muy concurrida se develó su escultura el 29 de abril de
2016.
Martín González Figueroa narra detalladamente la
trayectoria de la maestra Rafaela Gutiérrez Jiménez
como la educadora colaboradora de San Pedro Esqueda
y testigo presencial de los horrores y crímenes de la
Revolución Cristera. Alfredo Lara Flores deja escrito a
detalle para la historia los problemas que se presentaron
en la construcción del monumento tan representativo de la
ciudad que da la bienvenida a los peregrinos que hoy luce
en todo su esplendor en la llamada Glorieta de la Virgen.
Adrián Martín en un artículo dedicado a la celebración
del 25 aniversario del Círculo, recordó a quienes
formaron parte de él y ya han fallecido dejándonos sus
conocimientos y vivencias. Como cada año, relató la
entrega de reconocimientos que esta agrupación hace a los
personajes que en diferentes áreas trabajan en beneficio
de la sociedad. Los reconocidos fueron: la religiosa Susana
Acosta Díaz, la maestra María Paz Angélica Rodríguez, el
Ing. Juan Guillermo Márquez, el Sr. Manuel Romo Ruiz, el
hortelano José Eugenio Padilla y la trayectoria deportiva de
Francisco Javier Gutiérrez.
Por parte de la Presidencia Municipal, el Círculo recibió
un reconocimiento. Asimismo, la Delegación Regional
de Turismo también reconoció la labor de la agrupación
durante 25 años. Así termina sus páginas esta nueva
publicación, a quienes sus integrantes le han dado el
nombre de AYER Y HOY.
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