Por: Eduardo Castellanos
Cebolla, jitomate, cilantro y chile
¡mucho chile!, estos ingredientes
componen la salsa que baña unos
trozos de chicharrón de puerco o
puerca en medio de un pedazo de
bolillo al que la gente de Lagos
de Moreno y sus visitantes llaman
guacamaya.
Hace poco más de dos años
visite Lagos de Moreno, entre las
encomiendas para esa visita era
probar las guacamayas. Siempre he
creído que para conocer mejor los
lugares visitados hay que nutrirse de
su gastronomía. He vuelto a la ciudad
en otras dos ocasiones, y en las dos
he vuelto a comer esa deliciosa torta
remojada con esa salsa ¡tan especial!
aplicándole sus respectivas gotas de
limón.
En una zona conocida como
la callejuela, a un costado de la
Parroquia de Nuestra de la Asunción, hay unos puestos
de comida callejera, es ahí donde desde hace más de 25
años la familia Ramírez Sotelo, prepara alimentos en un
puesto nombrado “Duros y tostadas el gordo”. Uno de los
integrantes de la familia refiere haber perfeccionado la
receta que es atribuida a la ciudad de León, Guanajuato.
El puesto de “El gordo” Es una estructura metálica con
cristales donde se amontonan tostadas, chicharrones de
cerdo, papas fritas y totopos, también hay ollas de aluminio
que contienen cueritos, orejas o trompas, que son servidas
en las botanas de maíz, pero en el lugar la reina es la
guacamaya, casi todos sucumben a su sabor peculiar y al
encanto de su picor.
Por sólo $15 pesos el comensal puede “matar la lombriz”.
Si su torta lleva aguacate el costo se incrementa un poco.
Puede acompañarse de la bebida de su preferencia, hasta
de refresco light.
En el puesto de la familia Ramírez la actividad inicia
desde las 7:30 de la mañana, cuando comienzan a
preparar la salsa, la cual está lista a las 9:30. De lunes a
sábado pueden llegar a picar hasta 90 kilos de jitomate,
los domingos pueden ser hasta 200 kilogramos que son
alrededor de seis u ocho botes de 20 litros de salsa por día.
Venden alrededor de 150 o 200 guacamayas diariamente,
pero la salsa también acompaña a las demás botanas y
hasta se vende para llevar.
Los turistas que llegan al centro de Lagos prefieren la
guacamaya, a los laguenses les gusta más consumir los
totopos con salsa, refiere Juan Manuel Ramírez, miembro
de la familia de comerciantes.
Casi todos los miembros de la familia atienden el puesto,
es el único local con el que cuentan, por el momento no
está en sus planes la expansión del negocio.
“Tenemos mucho trabajo aquí con un solo puesto, no
podríamos atender otro y no nos gustaría meter gente
que no sepa. Somos pura familia y así es como estamos
trabajando siempre. Nos gusta atender a los clientes
personalmente, es lo que nos hace diferentes a los demás,
la constancia y la calidad”, expresa Juan Manuel.
Nora Gómez vivió durante algunos años en Lagos de
Moreno, mientras era estudiante en el Centro Universitario
de los Lagos. Las guacamayas eran parte de su dieta y de
la de algunos de sus compañeros de escuela.
“Cuando éramos estudiantes y salíamos temprano
de clases, casi siempre bajábamos al centro por una
guacamaya, también cuando teníamos ganas de algo
picosito buscábamos las guacamayas. En Lagos es muy
común que vendan papas y otras frituras con esa salsa
como la que le ponen a las guacamayas. Podríamos decir
que esa salsa es la botana oficial”, refiere la ex estudiante.
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