+ Maduro, Trump, AMLO y ahora Alfaro
Por Gustavo González Godina
La autocracia y los medios de comunicación no se llevan.
El autócrata es enemigo de la prensa. Aquí y en China. No
está incluido explícitamente en la definición del término, pero
se entiende esta fobia en forma implícita. Y si alguna duda
quedara, los dictadores del siglo pasado y de éste se encargan
de recordarnos que así es, no pueden ver a los medios de
comunicación.
Autócrata, dice el diccionario, es la persona que ejerce
por sí sola la autoridad suprema en un Estado; este título se
le daba especialmente al emperador de Rusia. Y autocracia
es la forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola
persona es la ley suprema. Por eso no soportan que nadie los
contradiga ni los critique, mucho menos que les sea señalado
algún error, su voluntad es la ley suprema y nadie tiene
derecho a cuestionarlos.
Y puede haber autócratas -y de hecho los hay- de todos
los colores y sabores, esto no es exclusivo de los comunistas,
ni de los capitalistas ni de ninguno de los “istas”, pero es igual
de dañino para la sociedad que gobiernan el hecho de que
no toleren el señalamiento de sus errores, mucho menos la
exigencia de que los corrijan.
Ejemplos sobran. Desde hace 58 años no existe la prensa
en Cuba, desde el triunfo de la revolución comunista que llevó
al poder a Fidel Castro que se convirtió de inmediato en un
autócrata (revolución, por cierto, contra el gobierno de otro
dictador que fue Fulgencio Batista. Ocurre con frecuencia, la
revolución contra una dictadura desemboca en otra igual o
peor, exactamente lo que pasó en Cuba).
Me refiero por supuesto a la prensa libre o independiente.
Tiene el gobierno cubano sus propios medios de comunicación,
pero son más bien órganos de propaganda que jamás
cuestionan al autócrata, primero Fidel y ahora su hermano
Raúl. Pero antes de estos la autocracia y los autócratas
existieron en la Unión Soviética, donde la dictadura fue tan
cruel como la cubana, y no hablamos de la Rusia de los Zares
ni de otros autócratas de la antigüedad, porque en aquel
tiempo no existían los periódicos, mucho menos la radio y la
televisión.
Podemos enlistar ahora a Adolfo Hitler en Alemania, a
Benito Mussolini en Italia, a Francisco Franco en España;
y más para acá a Augusto Pinochet en Chile y a todos los
dictadores que ha padecido Latinoamérica, hasta llegar a
Hugo Chávez en Venezuela, quien se murió pero nos dejó a
otro peor que dice hablar con los pajaritos. Imagínese…
Para unos tiranos que no soportan a la prensa, los
medios de comunicación están al servicio del imperialismo
yanqui, para otros al servicio de la mafia del poder, y para
otros son simplemente medios falsos los que no les aplauden
ni aprueban todas sus estupideces. Porque entre menos
contrapesos tengan los autócratas o (simplemente) aspirantes
a dictadores, entre menos haya quién les señale sus errores,
más estupideces cometen.
Fue el caso de Hugo Chávez en Venezuela, que mandó
cerrar todos los medios de comunicación que informaban
acerca de sus estupideces, y es el caso ahora de su sucesor
Nicolás Maduro; sabemos de lo que hace éste y lo que intenta,
y de la sangrienta represión contra sus opositores que son
mayoría, porque ahora existen las redes sociales en el internet,
no puede este autócrata controlar el Twitter ni el Facebook ni
el YouTube entre otras, y sus barbaridades trascienden, de ahí
las toman las televisoras del mundo para darles difusión.
Es el caso de nuestro aspirante a dictador Andrés Manuel
López Obrador, para quien son los “medios inmundos” aquellos
que no lo apoyan, es decir casi todos, porque ha tenido la
virtud de unir a la prensa en su contra. Ya se peleó antes de
la elección en el Estado de México con el periodista Pepe
Cárdenas que siempre lo había tratado bien; bueno, hasta
con Carmen Aristegui, a quienes sus malquerientes llaman
Chairistegui porque era su aliada, el día que no estuvo Ella
totalmente de acuerdo con las mentiras y falsedades de AMLO
éste la insultó. Para Él todos los medios de comunicación en
México están al servicio de la mafia del poder. Y no ha llegado
a la Presidencia, espérense…
Y para otros, que ya tienen el poder pero que demuestran
cada día su estupidez y que no pueden cerrar los periódicos
ni las cadenas de televisión, como Donald Trump en Estados
Unidos, se trata simplemente de “medios falsos”. Ningún
autócrata soporta la crítica.
Y ahora es el alcalde de Guadalajara Enrique Alfaro, para
quien todos los medios de comunicación son “comprados”
y a algunos los llama “basura” porque critican su gestión al
frente de la administración municipal. Así llamó por su nombre
a los periódicos NTR, Mural y La Crónica, al mismo tiempo
que se jactó de que junto con el MC representan “las últimas
esperanzas que quedan en este país -dijo-, no exagero ¿eh?,
de las últimas esperanzas que quedan”.
Igualito que el Peje, el último rayito de esperanza para
México. Por lo general los autócratas son mesiánicos, se
sienten tocados por la mano de Dios para dirigir a su pueblo.
Y los medios de comunicación estorban, son “falsos”,
“inmundos”, “basura”. Y ellos, los dictadores o aspirantes a
serlo, son como las aves de Díaz Mirón, de las que cruzan
el pantano y no se manchan, su plumaje es de esos… Está
bueno pues.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario