Alguna vez se había puesto a pensar, que posiblemente
Ud., ¿no está destinado a triunfar? Por lo menos en el
concepto que generalmente se maneja, a veces la sed de
triunfo es como la piedra del Pípila pesada y difícil de cargar,
pero nuestro entorno nos pide a gritos triunfar…pero nunca
nos dice cómo hacerlo.
Las metas son una gran herramienta… sin embargo,
muy pocas personas la usan como deberían, y por lo tanto
no aprovechan su máximo potencial. Con todo lo que pasa
a nuestro alrededor en ocasiones se hace difícil alcanzar
nuestras metas y lograr hacer nuestros
propósitos realidad.
Muchas personas se plantean metas
sin alma. Es decir, cosas que quieren
lograr porque sí. ¿Quieres un auto nuevo?
¿Cuál es el propósito de tenerlo? ¿Quizás
aumentar tu productividad para así poder
ayudar a más gente? ¿O de pronto te
interesa llegar más rápido a tus destinos para
efectivamente cumplir con tus tareas diarias
y poder dedicar más tiempo a tus hijos?
Cualquiera que sea tu meta, asegúrate de
que está atada a un gran propósito de vida.
Hay muchos motivos por los que las
personas no alcanzan sus metas y se
quedan atascadas en el camino hacia ellas,
lamentando su mala suerte o reprochándose
su falta de capacidad.
Todas tenemos a una amiga hermosa y
simpática, que lleva años sin novio, un primo
inteligente y capaz, que no puede conseguir
trabajo y un conocido que tiene un alto IQ
pero nomás no hace nada. Estos tres tienen
todas las condiciones que necesitan para
alcanzar sus metas y triunfar en la vida – por
qué no lo hacen?
Si les preguntas seguramente te darán una muy buena
justificación. La amiga hermosa sale con puros patanes. El
primo inteligente se queja de la situación del país y el genio
dice que nadie lo comprende.
Sus pretextos pueden ser reales, pero el hecho de que
no logren sus metas va más allá de tener o no tener las
habilidades y características correctas. Hay personas que
tienen tiempo, dinero, ideas, apoyo y recursos para lograr lo
que quieren y aun así no hacen nada. Por el contrario hay
personas llenas de carencias, que logran grandes cosas.
La diferencia está en su actitud. Las personas que
logran sus metas, piensan muy distinto a la mayoría. No
esperan a que las estrellas se alineen y los planetas se
muevan para poder conseguir lo que quieren. Salen a
buscarlo – y normalmente lo encuentran. Desarrolla las
siguientes actitudes, y tú también comienza a alcanzar tus
metas efectivamente.
Deja de tomarte en serio, la vida está hecha para gozar!
Que flojera ser uno de esos amargados que se enojan por
todo y viven estresados. Toma tus metas como un juego
y diviértete. Disfruta cualquier cosa que se te ponga en
frente. Saborea los logros
pero también los obstáculos
y contratiempos. Nunca más
vas a estar en esta etapa,
donde tienes la ilusión de
conseguir algo, las ganas y
la motivación para hacerlo.
Cuando te diviertes, tu
cuerpo y tu mente funcionan
mejor.
Además ¿Dónde dice
que para vivir feliz necesitas
alcanzar alguna meta? No es
una obligación triunfar en la
vida para ser feliz, la gente
emprenderá y decidida lo
hace, porque tiene un motivo
valido es una catapulta que
impulsa su vida, y lograrlo es
más que un sueño.
Para tener éxito debes
aprender lo que todavía no
sabes. Pero si no sabes lo
que no sabes, ¿cómo lo vas
a aprender? Una opción es
intentar descubrirlo tú solo.
Te va a tomar mucho tiempo, y además corres el riesgo de
nunca encontrar la pieza clave que te hace falta. Acepta que
no sabes nada y pide ayuda de alguien que sepa más que
tú. Ahorrarás tiempo, esfuerzo, dinero y verás resultados
más rápido.
Si no has fallado últimamente, quiere decir que no
estás apuntando lo suficientemente alto. Lo que quieres
se encuentra más allá de tu zona de confort, así que sal
Inevitablemente vas a fracasar y te vas a enfrentar con
obstáculos. Está bien. Son señal de que estás creciendo.
Desde ahorita mentalízate a fallar en grande. Recuerda que
el éxito se hace más de perseverancia que de talento.
La presión no debe ser por triunfar, la presión debe
darse por trabajar, por no quedarse estático, por tener una
vida común, no hay mayor fracaso que morirse de rutina,
de no haberlo intentado, de ser siempre igual, las personas
no cambiamos, evolucionamos, siempre hacia algo mejor,
porque si fracasas u obtienes algo peor es detrimento.
No te pierdas en lo instantáneo de la vida. Ten siempre
muy claro por qué quieres conseguir tus metas. Recordarlo
te ayudará a tomar decisiones y a mantenerte enfocado. Tu
éxito puede ser incómodo para las personas a tu alrededor,
pero no por eso te vas a detener. Recuerda tu visión, y no
la comprometas solo porque los demás no la entienden.
Aférrate a ella.
Trabaja por tus metas. Si te dejas llevar por los deseos
de alguien más, vas a terminar muy frustrado. Todas las
respuestas que necesitas están dentro de ti. Si algo no
tiene sentido para ti, no lo hagas, aunque el mundo te diga
lo contrario. Si algo te emociona, ve por ello. Nunca dejes
de escuchar a esa voz interna que te guía. A veces da
miedo hacerle caso porque sugiere cosas muy locas, pero
es como las mamás – que siempre tienen la razón.
La vida sea una educación continua para todos, si
queremos ser productivos y competitivos. La única forma
que tenemos de crecer como personas es mantenernos en
una constante educación. Esto determina que educarnos,
y ayudar a educarse a quienes nos rodean es una
responsabilidad que debemos asumir de por vida.
Un instrumento necesario y eficaz para esto es la
motivación, la que se define como un deseo que impulsa
a la acción, a la satisfacción de necesidades, y es un
componente sumamente importante del comportamiento
de los seres humanos.
Los seres humanos necesitamos aún más que los
animales auto-motivarnos, para enfrentar la vida con la
mayor eficiencia posible, con las satisfacciones que esta
situación acarrea, ya que no nos guiamos solamente por
nuestros instintos. Recordemos siempre que somos seres
racionales, lo que nos brinda coherencia para pensar y
actuar, y nos permite reconocer y reparar nuestros errores.
Nuestro principal objetivo debe ser mejorar nuestra vida,
y para alcanzarlo hay que actuar. El primer paso consiste
en pensar en nuestros logros, enumerarlos por escrito. Es
muy probable que nos demos cuenta que son más de los
que pensábamos. Esto nos dará energía y nos ayudará
a pensar en positivo, elemento imprescindible para una
buena motivación. Nos orientará hacia el optimismo,
vislumbrando un presente y futuros mejores, lo que nos
ayudará mucho a sentirnos motivados.
Un buen recurso es plantearse por la mañana todas las
oportunidades que tendremos durante el día para lograr lo
que queremos y nos brindará satisfacciones. Pensar “en el
día de hoy podré lograr cosas que me hagan sentir mejor”
cada vez que nos despertamos permitirá crear una filosofía
de vida, que nos puede ayudar muchísimo.
Luego, analizar lo que podríamos necesitar durante
el día que comienza. Tomar conciencia de nuestras
necesidades y priorizarlas, nos permitirá buscar la forma
de satisfacerlas, y afrontarlas positivamente. Todos
somos capaces de progresar, aunque a veces creamos
que no. En ocasiones no somos conscientes de nuestras
potencialidades, por lo que creer en nosotros mismos nos
ayudará considerablemente a elevar la auto-motivación.
En este sentido, colabora notablemente rodearnos de
personas optimistas y motivadas. El ambiente contagia, y
el diálogo entre seres con estas características es un factor
de enriquecimiento para todos.
Así también si nos ejercitamos en la auto-motivación,
seremos capaces de educarnos y ayudar a educarse
a quienes nos rodean. Todo depende de nosotros y de
mejorar nuestra manera de pensar respecto a la vida.
Las emociones son parte de la existencia humana. A
través de toda nuestra vida experimentaremos emociones
que al final de cuentas harán interesante nuestra experiencia
de vida. Cuando perdemos el control de ciertas emociones
es cuando nuestros problemas comienzan. Falta de control
sobre tus emociones te pueden provocar tomar decisiones
erróneas y aislarte de las personas correctas que debes
de tener a tu alrededor. Ambos casos te pueden impactar
negativamente en cualquier área de tu vida.
Esto ocurre cuando la mente de una persona está
programada para fracasar. ¿Alguna vez has escuchado a
una persona decir “si me gano la lotería lograré mi sueño?
Es obvio que al expresar esto es que desean dinero y
tienen sueños, pero se han programado a sí mismos para
creer que la única manera de obtener el dinero que ellos
necesitan para convertir sus sueños en realidad es con
un golpe de suerte como ganarse la lotería. Básicamente
se niegan a tener pensamientos de que son capaces de
tener una vida de abundancia simplemente enfocándose
en ello y llevándolo a cabo. Para ellos la suerte es el factor
decisivo.
La programación negativa se puede manifestar de
muchas maneras, incluyendo la forma en la que hablas de
tu propia vida, lo que tú sientes que es realista que puedes
tener, lo que sientes que tú eres capaz de lograr o lo que
tu mereces.
El que una persona sea negativa es una decisión propia.
Aun cuando la persona se desarrolle en un hogar en el cual
el trato lo haya llevado a sentirse menospreciado, aun así
elige ser negativa al no tomar acción para corregirlo.
Tu realidad no es más que la realidad que tú percibas,
lo que quiere decir que cualquier cosa en la que tú decidas
creer, se convertirá en tu realidad. Si has sido programado
para fracasar, siempre fracasarás. Aún en las situaciones
en las que logres éxito, tú sabotearás dicho éxito porque el
fracaso es lo que tú atraes a tu vida debido a tu programación
negativa. Cambia esa programación y cambiará tu vida
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