
“El Capi” dejó este mundo
a los 78 años de edad y sus
años posteriores al futbol los
vivió tranquilo atendiendo
un negocio de mascotas
que tenía en el centro de la
ciudad, siempre amable y
con buen ánimo. Se va Efraín
Loza pero deja un legado
lleno de historia con esa
playera número tres que vistió en sus mejores años
como jugador que lo llevaron incluso a defender la
camiseta nacional en las olimpiadas de Tokio.
Ahora Efraín ya descansa, pero su legado
está ahí, recordado por los miles de leoneses que
alguna vez vieron a los “Hermanos muerte” una
leyenda que seguirá viva porque siempre será un
deleite recordar a uno de los mejores defensores en
la historia del equipo esmeralda, un romántico del
futbol, un jugador que se habló de tú con la muerte
y la volvió un sello indeleble.
Enfrentó a Brasil de Pelé; “él me regaló su
playera”
“Al León hay que irle, gane o pierda. Yo con
el León ¡hasta la muerte!”, puntualiza Gil Loza
Barba, defensa esmeralda en los años sesentas,
de Tepatitlán Jalisco, narra que llegó al León en
1963 y luego de un tiempo pasó al cuadro titular como
defensa central al lado de su hermano Efraín. Destaca que
gran parte del tiempo que militó en el León “jugamos puros
mexicanos, incluso fuimos Campeones de Copa derrotando
al Guadalajara en el Distrito Federal” -en el año de 1966-.En
esa época los futbolistas duraban más tiempo en los equipos.
Cita que en el León “como seis o siete años siempre fuimos
los mismos jugadores”.

Vistiendo la playera del León tuvo la fortuna de enfrentar
a la selección brasileña con Pelé al frente, en un partido de
preparación previo al Mundial México 70. En ese encuentro
el conjunto que resultó campeón del mundo derrotó al León,
al parecer por cuatro goles a dos.
-¿Cómo le fue con Pelé?
– Bien, me regaló su playera…(responde). Pele -prosigue-
“era todo un fuera de serie”. Con el equipo de casa le tocó
presenciar los inicios de futbolistas como José “Cocodrilo”
Valdez, Rafael “Chepe” Chávez y Héctor “Cuirio” Santoyo,
quienes llegaron a ser integrantes de la selección mexicana.
¡Descanse en Paz el gran Efraín Loza!
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