Por: Eduardo Castellanos
Las salsas y el chile Yahualica no son
el único atractivo culinario del municipio
alteño, también están los encurtidos, los
tacos y tostadas en ensarta, los dulces
típicos y el pan.
En el local número 33 de la calle Ramón
Corona en los portales del mercado
municipal, está la panadería Iñiguez, que
desde hace más de doce años ofrece las
tradicionales chorreadas, un delicioso
pan endulzado con piloncillo que puede o
no llevar queso”.
Esta pieza de harina de trigo es uno de
los panes más antiguos de la ciudad a la
que algunos conocen como “El pueblo de
mujeres enlutadas”, gracias a la novela
de Agustín Yañez, “Al filo del agua”.
Aunque Manuel Iñiguez Jiménez,
propietario de la panadería desconoce los orígenes
de las chorreadas, sabe que su este pan, junto con los
picones, son los reyes del negocio.
“Tenemos las deliciosas chorreadas de dulce con
queso y de puro dulce y el tradicional picón. No sé
cuánto hace que surgieron, pero son un pan típico de
aquí de Yahualica, es tradicional”, señaló.
La panadería Iñiguez es uno de los referentes para
adquirir este manjar de dulce o de queso. Igual llegan
consumidores locales, regionales y extranjeros,
también los denominados “hijos ausentes”.
La venta de chorreadas puede variar dependiendo
la época del año, el clima y las festividades locales
que atraen a los turistas. Sus ingredientes son los
tradicionales de un pan de mesa. La preparación es lo
que las vuelve especiales.
“Están hechas de harina normal, piloncillo, panocha
y queso de mesa. Se produce dependiendo como
esté el clima y la venta. Si hace calor se vende menos
y si hay mucho turismo se vende más. Hay ocasiones
que hacemos unas treinta de queso y unas veinte de
dulce, según como esté la venta”.
Las chorreadas de Yahualica, igual que los otros
panes que se venden en la panadería Iñiguez son
puro sabor alteño que se puede acompañar con leche,
café, chocolate o atole de avena.
Chorreadas de Yahualica, René Saldaña
No hay comentarios.:
Publicar un comentario