sábado, marzo 10, 2018

Cañadas de Obregón: El ‘chan’ de la pila del padre entre los huizaches

Por Elvis Padilla Jiménez

En el municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco se encuentra un lugar turístico llamado ‘la pila de
los huizaches’ ubicado aproximadamente a 3.5 kilómetros de la cabecera municipal. Cuenta la leyenda que en este lugar habita una especie de anaconda, llamada el ‘chan’; se trata de una enorme serpiente que no es como las otras anacondas, ésta es más grande y con pronunciados colmillos, su guarida es una de las pilas de este lugar, llamada ‘pila del padre’. 
Dicen las personas de mayor edad, que antiguamente se le podía ver en las piedras tomando el sol y también se distinguía su gran rastro por todo el lugar, aseguran que su comida eran becerros, borregos o vaquillas y todas las personas le tenían miedo. Hoy se dice que ya no sale de su pila por la cantidad de turistas que acuden cada año a este lugar, pero todavía está allí escondida, sólo sale de noche y algunas personas afirman que la han visto y ha reducido un poco su tamaño porque ya no se puede alimentar como antes. El lugar donde se encuentra el ‘chan’ destaca por su paisaje; se puede observar la naturaleza con agua, vegetación y partes rocosas. 
Es un lugar donde la gente se puede bañar, pasar un día de campo, y disfrutar el paisaje ambiental. Son unas pilas con agua maravillosa, tienen forma más o menos redonda y son grandes. Alrededor de las pilas se ven zonas verdosas, con muchos huizaches, donde se pueden observar muchas especies de aves y escuchar el canto de los pájaros. En este lugar es donde por tradición popular, se realizan las fiestas de verano, sin tomar en cuenta o ignorando la existencia del ‘chan’ que, según se dice ya van varias víctimas, entre ellas niños a los que sorprende nadando y han desaparecido sin dejar rastro. 
El ‘chan’ es un animal que, según se dice, tiene cabeza de humano y cuerpo de serpiente con grandes colmillos con las que desgarra a sus presas, su color es un verde combinado con café, tiene escamas en todo el cuerpo. 
Cuentan que en una ocasión el ‘chan’ rondaba cerca de un rancho y todos los animales empezaron a hacer ruidos extraños y empezaron a correr, el dueño de ese rancho salió a ver qué pasaba pero sólo vio mucha sangre y uno de sus borregos no estaba, empezó a buscar en las cercanías del rancho y encontró un rastro que se dirigía hacia la pila de los huizaches cerca de su rancho, entonces el hombre tomó una escopeta y una linterna y le pidió a su hijo mayor que lo acompañara para ver qué es lo que estaba ocurriendo, porque a todos los que tenían ranchos cerca a este lugar, les estaba pasando lo mismo, pero todos los demás granjeros tenían miedo de averiguar qué era. 
Así, padre e hijo, se dirigieron hacia la pila de los huizaches donde al llegar pudieron observar algo que se arrastraba por las rocas; ellos se acercaron más para ver qué era y distinguieron unos ojos que brillaban, ambos se asustaron y quisieron correr pero se tropezaron con algo bastante grande; era una especie de víbora muy grande que ni siquiera les dio tiempo de gritar porque se los devoró completos; al día siguiente, la esposa salió a buscar a su hijo y esposo pero no los encontraba por ningún lado; le pidió ayuda a todos los campesinos del lugar y los estuvieron buscando durante una semana, pero no encontraban ningún rastro; un día, a un campesino se le ocurrió salir por la noche a buscarlos con ayuda de todos sus amigos y al llegar a la pila, vieron aquel animal tan espantoso y grande que de inmediato empezaron a correr y a dispararle, uno de los campesinos hirió gravemente al ‘chan’, pero se alcanzó a meter a la pila; desde entonces, se cree que no ha salido de la pila.

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