Por Elvis Padilla Jiménez
los
huizaches’ ubicado aproximadamente a 3.5 kilómetros
de la cabecera municipal. Cuenta la leyenda que en
este lugar habita una especie de anaconda, llamada
el ‘chan’; se trata de una enorme serpiente que no es
como las otras anacondas, ésta es más grande y con
pronunciados colmillos, su guarida es una de las pilas
de este lugar, llamada ‘pila del padre’.
Dicen las personas de mayor edad, que antiguamente
se le podía ver en las piedras tomando el sol y también
se distinguía su gran rastro por todo el lugar, aseguran
que su comida eran becerros, borregos o vaquillas y
todas las personas le tenían miedo. Hoy se dice que ya
no sale de su pila por la cantidad de turistas que acuden
cada año a este lugar, pero todavía está allí escondida,
sólo sale de noche y algunas personas afirman que la
han visto y ha reducido un poco su tamaño porque ya no
se puede alimentar como antes.
El lugar donde se encuentra el ‘chan’ destaca por
su paisaje; se puede observar la naturaleza con agua,
vegetación y partes rocosas.
Es un lugar donde la gente
se puede bañar, pasar un día de campo, y disfrutar el
paisaje ambiental. Son unas pilas con agua maravillosa,
tienen forma más o menos redonda y son grandes.
Alrededor de las pilas se ven zonas verdosas, con
muchos huizaches, donde se pueden observar muchas
especies de aves y escuchar el canto de los pájaros. En
este lugar es donde por tradición popular, se realizan
las fiestas de verano, sin tomar en cuenta o ignorando
la existencia del ‘chan’ que, según se dice ya van varias
víctimas, entre ellas niños a los que sorprende nadando
y han desaparecido sin dejar rastro.
El ‘chan’ es un animal que, según se dice, tiene
cabeza de humano y cuerpo de serpiente con grandes
colmillos con las que desgarra a sus presas, su color es
un verde combinado con café, tiene escamas en todo el
cuerpo.
Cuentan que en una ocasión el ‘chan’ rondaba cerca
de un rancho y todos los animales empezaron a hacer
ruidos extraños y empezaron a correr, el dueño de ese
rancho salió a ver qué pasaba pero sólo vio mucha sangre
y uno de sus borregos no estaba, empezó a buscar en
las cercanías del rancho y encontró un rastro que se
dirigía hacia la pila de los huizaches cerca de su rancho,
entonces el hombre tomó una escopeta y una linterna
y le pidió a su hijo mayor que lo acompañara para ver
qué es lo que estaba ocurriendo, porque a todos los que
tenían ranchos cerca a este lugar, les estaba pasando lo
mismo, pero todos los demás granjeros tenían miedo de
averiguar qué era.
Así, padre e hijo, se dirigieron hacia la pila de los
huizaches donde al llegar pudieron observar algo
que se arrastraba por las rocas; ellos se acercaron
más para ver qué era y distinguieron unos ojos que
brillaban, ambos se asustaron y quisieron correr pero se
tropezaron con algo bastante grande; era una especie
de víbora muy grande que ni siquiera les dio tiempo de
gritar porque se los devoró completos; al día siguiente,
la esposa salió a buscar a su hijo y esposo pero no los
encontraba por ningún lado; le pidió ayuda a todos los
campesinos del lugar y los estuvieron buscando durante
una semana, pero no encontraban ningún rastro; un
día, a un campesino se le ocurrió salir por la noche a
buscarlos con ayuda de todos sus amigos y al llegar a la
pila, vieron aquel animal tan espantoso y grande que de
inmediato empezaron a correr y a dispararle, uno de los
campesinos hirió gravemente al ‘chan’, pero se alcanzó
a meter a la pila; desde entonces, se cree que no ha
salido de la pila.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario