
Durante la revolución mexicana, México fue muy
vulnerable a las decisiones de Estados Unidos, porque
había muchos grupos peleando entre sí, y todos ellos sabían
que si no tenían el apoyo de Estados Unidos, no podrían
comprar armas y demás pertrechos militares al otro lado
de la frontera. Grupo que no contara con el visto bueno de
USA, tenía de vida, sólo el tiempo que tardara en acabársele
el parque. Todos sabían, que al grupo que estados unidos
le vendieron armas, ese ejército ganaría; y al que no le
vendiera material de guerra, ese perdería: Ello implica no
ser soberano, depender de la voluntad de otro, para lo que
quisieras hacer.
Si un país quiere dominar otro, lo primero que tiene
que hacer es dividirlo. Atizar las inconformidades de los
ciudadanos que no consientan alguna decisión de su
gobierno; esto lo hace a través de sus espías, de manera
solapada, encubierta, fingiendo amistad. Los países
poderosos tienen agencias de espías que se encargan
de pagar a personas para que estén escribiendo en
contra del gobierno. Si el gobernante comete un error, los
espías pagarán para que se escriba diciendo que ya son
muchos los errores, que la gente está cansada, que son el
país más corrupto del mundo, que en su país se vive más
mal que en otros, que se necesita un cambio.
Y no es que no sea cierto que el gobierno ha cometido
errores, pues todos los gobernantes del mundo entero
cometen errores, puesto que son seres humanos; no hay
ningún país del mundo, donde los gobernantes no cometan
algún error; pero una cosa es que un político cometa errores,
que desde luego se deben corregir, y otra, que un país
poderoso aproveche el error del gobernante, para
fomentar la inconformidad social, y con eso dificultar el
gobierno de la nación y después de señalar como blanco
de los ataques los “errores” del
gobernante en turno, afirmar que
“hay ingobernabilidad” o que se vive
en un “estado fallido”.
En el país de Chile, durante el
gobierno “socialista” de Salvador
Allende (1970-1973), la CIA (Agencia
Central de Inteligencia; institución
del gobierno americano que organiza
y entrena a los espías de estados
unidos) estableció una campaña
nacional de desestabilización social
en Chile, que incluía huelgas, tomas
de carreteras para impedir la libre
circulación de mercancías y campañas en los medios de
comunicación social, donde se hacía énfasis en los “errores”
del presidente y en la enorme “necesidad y urgencia de
un cambio”; todo esto preparando el consiguiente golpe
de estado que organizaron los militares encabezados por
Augusto Pinochet, con el apoyo de estados unidos.
En el
fondo lo que estaba de por medio era que el Presidente
Salvador Allende había expropiado las minas de cobre
(antes propiedad de americanos), metal del que chile era el
principal exportador mundial; después del golpe de estado
y asesinato de Allende, las compañías antes expropiadas
fueron indemnizadas y las minas de cobre regresaron a
manos de compañías particulares.
En Guatemala, hubo un presidente (Jacobo
Árbenz 1951-1954) que expropió la principal fuente
de ingresos del país, una compañía frutera internacional
(que coincidentemente era propiedad de americanos) y
entonces la CIA, inició una campaña de desestabilización
social acusando al presidente de “comunista” y de que
sus actos iban a causar muchos problemas a Guatemala,
hasta que la situación llegó a un punto en que un “ejército
de guatemaltecos” entrenados por la CIA en el extranjero,
invadieron el país (1954) y “salvaron” a la nación del “caos
y la ingobernabilidad” quitando al Presidente y “restaurando
la paz social”… y regresando la compañía United Fruit a
propiedad de los americanos.
Después del triunfo de la 1ª Revolución Mexicana que
encabezó Francisco I. Madero contra el gobierno de Porfirio
Díaz y que Madero ganó la Presidencia de la República;
quedó una enorme cantidad de personas descontentas con
el cambio: unos porque habían perdido el poder y privilegios
que antes tenían durante el Porfiriato; otros porque
esperaban lograr rápido algunos cambios muy necesarios
en la vida nacional, pero que creían que Madero se tardaba
mucho tiempo en concedérselos. Al Presidente Madero,
algunos lo acusaban hasta de que apareciera en público
acompañado de Sarita su esposa, y hubo periódicos que se
ensañaron con él, acusándolo de débil e incompetente.
(Sin tomar en cuenta, que había sido el único mexicano
capaz de encabezar y lograr una revolución contra el
invencible Porfirio Díaz).
Se conservan periódicos donde se muestran caricaturas
del Presidente Madero vestido de niñita mimada, con su
vestido de holanes y sus trencitas; así hacían mofa de un
presidente intachable en cuanto al respeto a la libertad de
expresión y que había librado a México de un Porfirio Díaz
que encarcelaba periodistas y destruía imprentas contrarias
a su gobierno. El punto es que el fin del gobierno de Madero
llegó cuando el embajador de estados unidos en México,
reunió a los líderes de todos los inconformes en la embajada
de su país, e hicieron entre todos un acuerdo que se conoce
como el “Pacto de la Embajada”, en el que acordaron: matar
al Presidente de México Francisco I. Madero y repartirse
el gobierno entre ellos, quedando como “presidente” de
la república, el Gral. Victoriano Huerta. Durante diez días
antes del asesinato de Madero, hubo desórdenes en toda la
ciudad dónde grupos de militares se disparaban entre sí y se
aventaban cañonazos a diestra y siniestra, sin pegarse entre
ellos. A estos diez días de desorden previos a la muerte de
Madero, se le conoce como La Decena Trágica. Una vez
que mataron a Madero, todo quedó en paz y la gente pudo
salir a la calle sin ningún problema… y hubo periódicos que
en sus titulares festejaban que “por fin estamos en paz”, sin
hacer ninguna mención de que había sido asesinado un
mártir.
Esto, ya lo sabemos, tuvo como consecuencia que el
pueblo mexicanos se levantara indignado e iniciara bajo
el liderazgo de Venustiano Carranza, la 2ª Revolución
Mexicana, o segunda etapa de la revolución; esta sí, bien
cruel: con grandes matanzas, con batallas épicas, como la
batalla de Torreón, la de Chihuahua, la de Cd. Juárez, la
de Zacatecas, etc. Todo ello, quizá no hubiera sucedido,
de no ser por la intervención oscura, solapada, inicua, del
embajador de estados unidos en nuestro país, en 1913.
Pero esto no sólo ha sucedido en México y en
Latinoamérica: las grandes potencias siempre se están
metiendo en la mayoría de los países menos fuertes que
ellos del mundo, a través de los medios de comunicación:
unas veces con su cooperación y otras atizando sus
intereses personales, incentivando sus personales deseos
de mejorar las cosas, sin darse cuenta que con sus escritos
contribuyen a causas que ni imaginan, sin darse cuenta
que ellos son instrumento de oscuros intereses, que tienen
por objeto debilitar el país: quitándole cohesión social,
sembrando desconfianza, creando incertidumbre, haciendo
que la población desconfíe de sus líderes; con lo que les
quitan capacidad de convocatoria y hacen crecer el rumor
de que en el país “hay ingobernabilidad”, para provocar
corrientes de pensamiento que favorezcan en las elecciones,
a algún político “más manejable” por ellos, “más controlable”
por sus intereses. “A río revuelto, ganancia de pescadores”
Y viene al caso, mencionar las redes sociales y los
medios de comunicación en general, porque históricamente,
siempre que un país quiere dominar a otro, lo primero que
hace es procurar su desestabilización social, haciéndoles
creer que su situación nacional es mala, más de lo que en
realidad es; incluso haciéndoles creer que la situación de su
país es más mala que la de otras naciones; para hacerles
desconfiar de su gobierno y que no haya cohesión social,
que cada quien ande por su lado, según la conocida frase:
“divide y vencerás”.
Antes, los espías de las naciones poderosas hacían su
campaña de desprestigio a través de los periódicos, pero
tarde o temprano sabía la población que algún periodista iba
a cobrar sus servicios a alguna embajada, (como cuando
tras el triunfo de la revolución cubana, hubo periodistas
que cobraban periódicamente en la embajada de Estados
Unidos por estar criticando sistemáticamente a Cuba. A ellos
se les conoció como: los periodistas de la embajada), pero
ahora con las redes sociales, es más difícil saber quién está
promoviendo rumores de inconformidad, aunque ya se ha
sabido del caso de una serie de rumores contra el gobierno
mexicano (cuando sucedió el gasolinazo) que nacían en
dos países extranjeros, donde había oficinas encargadas
exclusivamente de generar rumores de inconformidad para
hacer creer a los mexicanos que el problema, de por sí
grave, era aún peor de lo que estaba en realidad.
¿Quién se pondría a pagar por que se difundan rumores
de inconformidad contra México?, pues eso cuesta caro.
¿Quién se interesaría en desestabilizar a México, y hacerle
creer a sus habitantes que son un país muy pobre, cuando
está catalogado como una de las 20 mayores economías
del mundo? De hecho, nuestro país forma parte del “Grupo
de los 20”, que engloba a las 20 mayores economías del
mundo, que han sesionado en México y en tiempos del
Presidente Calderón, nuestro país ocupó la presidencia
de ese organismo. ¿Y esto circula en las redes sociales
con tanta insistencia como los rumores de que estamos
mal? ¿Quién está detrás de todo esto? Y, ¿quién se la ha
creído?... no fuera siendo que soñando con un “cambio”
que nos mejore, nos salgamos de lo seco a lo mojado.
Javier Contreras
No hay comentarios.:
Publicar un comentario