Cómo sería un obrero viviendo por un día la vida de un
político, un mexicano sencillo y modesto como usted y yo,
con un salario como el de ellos, tendríamos una casa propia
en un vecindario aceptable donde nuestra familia estuviera
segura, tendríamos a nuestros hijos estudiando en una
de las escuelas más caras de este país, podríamos hacer
viajes cuantas veces quisiéramos, mejor aún, tendríamos
todos los días sobre la mesa una comida exquisita, un
trabajo en el cuál podríamos ganar tanto dinero que no
tuviéramos preocupaciones por el futuro de nuestra familia.
¿Sería una oportunidad o una deshonra?
Porque todo esto lo haríamos con dinero del pueblo,
dinero mal habido, qué inmoralidad, no es entendible porque
gozan de tales beneficios cuando los mexicanos exigimos
que tengan que rendir cuentas y haya investigaciones a
cada uno, no hay preferencias partidistas puesto que todos
actúan de la misma manera, sólo es la mafia en el poder
reflejada en la impotencia de los mexicanos. El gobierno tiene
un compromiso con la verdad y no es capaz de ofrecerla,
no lo es ni siquiera de otorgar lo mínimo indispensable para
vivir, no alcanza para la canasta básica ¿Qué es lo que
llevaremos a casa? ¿Con qué esperan que sobrellevemos
los días? Cuando México comienza a levantarse en armas
contra un gobierno opresor, será fácil hacer a un lado a
todo aquel que ellos consideran un estorbo o una amenaza,
desterrarnos y ponernos precio por cabeza, desaparecer el
cuerpo y lavarse las manos buscando más culpables para
después vanagloriarse con hacer creer que encontraron
al culpable y darle una supuesta justicia al mexicano
desaparecido, corrupción maquillada. Qué bajo han
caído que ahora lo que portan es vergüenza y calumnias
para su pueblo obrero. Cuando más comprende uno las
cosas más desearía no
comprenderlas, cada
persona debería formar
un juicio sobre cómo
nuestro país ha sido
manipulado para un
bien colectivo en el cual
los únicos benefi ciados
son los que lo manejan.
Una tristeza que vive el
pueblo mexicano por
todos estos abusos
cargando con esa
bandera de corrupción
que trae nuestro
presidente, un hermoso país descuartizado, a nosotros los
mexicanos la venda maldita se nos cayó de los ojos. Para ti
obrero mexicano que a pesar de la desolación no corrompes
tus valores cuando el sueldo no alcanza y tienes valentía de
llevar con lo poco que te dan el pan a tu familia, para ti que
te partes el lomo todos los días por una larga jornada, para
aquellos que mueren sin tener vacaciones, por ti que no
careces de valentía y tiene la osadía de ganarte el dinero
limpio. Esos son héroes sin capa, merecedores de una vida
digna. Pero qué maldita suerte que esté país lo gobierna
una pandilla de ladrones, lo que los ciudadanos sentimos
por este sistema de gobierno es un profundo desprecio,
hoy cada mexicano cansado de esta dictadura con la
educación que portamos les hacemos la cordial invitación
de que vayan a incomodar a su progenitora en un grado
súper lativo. Les pedimos de la manera más atenta que
renuncien por incapaces.
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