. William Shakespeare
Carlos Salazar Vargas
Salvador Schiavon Núñez
www.carlosalazarvargas.com
La carencia de una Estrategia Electoral “Profesional”
en una campaña política se observa sobre todo en el
hecho de que rara vez se diseña ésta con base en una
investigación profunda.
Por lo general, se llega es a acumular los resultados
electorales en una enorme y a veces incomprensible base
de datos o a consultar por doquier encuestas que salen
en los diarios o bien se encargan a casas encuestadoras
que casi siempre se refieren únicamente a la intención
del voto, con lo cual se reduce la campaña a una simple y
llana la carrera de caballos. El problema de una campaña
electoral es que es mucho más compleja que una simple
carrera de carril, pues intervienen una infinidad de
factores, muchos con características sistémicas. A pesar
de ello, la mayoría de nuestros candidatos/políticos o
bien se encargan ellos mismos de diseñar lo que mal
llaman Estrategia o ubican a un conocido/amigo/pariente
que consideran muy avispado o que ya participó en
una campaña ganadora, reduciendo así la Estrategia a
una serie de ideas políticas elaboradas con ocurrencias
del momento y para rematar, le suman a un amigo
especialista en mercadotecnia y así confiados, se lanzan
a la conquista del voto, reduciendo todo a movilizaciones,
publicidad y declaraciones generalizadas, que nada o
poco conducen al éxito.
Aunque algunos aciertos en la historia han surgido
casi al azar, cuando un día una
persona amanece iluminada y
se le ocurre una idea genial,
estos sucesos muy rara vez
suceden. Lo normal es que
muchos de los éxitos ocurran
por una serie de habilidades
formadas y aprendidas con
esfuerzo, metodología y
mucha lógica. Y es que si
Newton no hubiera tenido esa
gran habilidad y su formación
matemática, así le hubiera
caído en la cabeza todas las manzanas de todos los
huertos de Inglaterra, difícilmente hubiese creado la
teoría de la gravedad. Por eso es que el “candidato serio”
debe evitar la tentación de que le salga el Estratega que
todos traemos dentro y buscar personas con preparación
en Politing que le permita -mediante procesos de
investigación profunda- diseñar Estrategias ganadoras
que iluminen sus acciones, pues aunque la investigación
NO es garantía de éxito, indudablemente, SÍ es la forma
más segura de lograrlo.
Entender lo que la gente dice que espera de un
político y comprender lo que realmente desea del político,
aunque parezca tautología no lo es, pues en general
no se puede asimilar lo que la gente dice con lo que
realmente quiere: Si fuera así, todo sería muy sencillo.
Y es la investigación dentro del Politing la que debe
resolver este asunto, con la premisa de que las bases de
datos que no generen algoritmos que permitan encontrar
comportamientos comunes, difícilmente serán de utilidad
en el diseño Estratégico, ya que los datos deben revelar
comportamientos, actitudes y movilidades del elector,
para así, proceder a estructurar todo el andamiaje
necesario.
Es por eso que (en este mundo cambiante y complejo),
la necesidad de profesionalizar al
Estratega y a la Estrategia misma, es una gran
necesidad y ese es el compromiso del Politing, que como
herramienta ideal es la indicada para lograr este cometido
y evitar así que una campaña electoral se reduzca a
una simple alegoría de una carrera de caballos, pues la
competencia política no es una carrera, ni el candidato
que contiende es cabal.
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