Este personaje en vida se llamó
Ezechia Marco Lombroso, nacido en
la Ciudad de Verona, Italia el 6 de
noviembre de 1835 y Muere el 19 de
octubre de 1909 en la Ciudad de Turín.
Fue fundador de la escuela
Criminalística Italiana conocida como
Positivismo y en su momento se le
denomino la Nueva escuela, en alusión
a que nació como antítesis o de ideas
contrarias a la entonces vigente escuela
clásica del derecho penal, también de
origen italiano.
A la edad de 15 años escribió su
primer obra denominada: “Sàggio di
studi sulla Repubblica Romana (1850)”,
donde establece las diferencias entre
la civilización romana y la italiana
de su tiempo, más tarde escribió
“Genio y locura” (1864) y “El hombre
delincuente” (1876), obras donde
identifica características antropológicas
de los delincuentes de su época.
A la edad de 20 años se inscribió
en el ejército donde tuvo ocasión de
conocer a diversos compañeros en los
cuales identificó ciertas características
externas, las cuales relacionó con
su conducta, concluyendo que las
formas físicas de una persona son
determinantes en su comportamiento.
Durante su infancia y adolescencia
siempre tuvo el deseo de estudiar la
carrera de abogado, sin embargo su
Madre Zefora Levi, le suplica le conceda
un deseo y es que estudia Medicina,
por lo que para no contrariar a su
Madre se inscribe en la Universidad de
Pavia, donde cursa en 3 años la carrera
de Médico, graduándose en 1859 con
la Tesis “Ricerche sul cretinismo in
Lombardía” (‘investigación sobre el
cretinismo en Lombardía’).
Durante el tiempo en que estudió
medicina obtuvo permiso en la Cárcel
de Pavia para auxiliar en las labores
de la enfermería en forma gratuita, con
toda la intención de iniciar sus estudios
y adquirir nuevas experiencias en el
campo de la observación de perfiles
de delincuentes y con la aprobación
del director del centro carcelario se
le permitió hacer tomas fotográficas
y registros escritos de características
físicas de los delincuentes internos en
ese centro carcelario, logrando una
gran cantidad de registros, a través de
los cuales sacó diversas conclusiones.
En sus registros no solo se incluía
la fotografía del delincuente, sino
las medidas de diversas partes de
su cuerpo (antropométricas), color
y tipo de pelo, color de piel, de ojos,
formación anatómica y alguna marca,
tatuaje o malformación física.
Al concluir sus estudios de
Medicina cursa la carrera de abogado
en la Universidad de Padua; la cual
complementa con sus estudios de
medicina, convirtiéndose en un
excelente Médico Forense.
En 1872 Lombroso publica su
libro “Memoria sobre los Manicomios
Criminales”, obra en la que expone
la necesidad de la existencia de
Instituciones especializadas, para el
tratamiento de personas con problemas
mentales.
Ese mismo año publica “El Genio
y La Locura”, en donde equipara
la genialidad con la locura, y en
1876 la obra “Tratado Antropológico
Experimental del Hombre Delincuente”,
donde expone su teoría de la
clasificación delincuencial.
De sus observaciones se derivaron
sus obras: “El hombre delincuente”
(1876) y posteriormente “La mujer
delincuente” (1893), donde sostuvo
que la criminalidad representa un
fenómeno biológico producto de la
degeneración, identificable a partir de
la fisonomía, induciendo la creación de
una escuela de antropología criminal,
de donde se desarrolló la criminología.
Para Cesare Lombroso, el aspecto
físico de las personas tenían relación
directa con su inclinación a ser un
delincuente. Sus concepciones se
fundamentaban en cuestiones de
práctica o estadística, sin un sustento
ó base científica, por lo que no tuvo
miedo en afirmar que la forma de una
mandíbula, oreja o cráneo podía revelar
si su portador era un criminal o no.
Coleccionando cantidades
impresionantes de cráneos, igual
que algunos coleccionan mariposas,
estudiando la morfología de 27.000
criminales o personajes anormales
(criminales, tarados, epilépticos,
prostitutas, etc.), hizo un trabajo
gigantesco y mostró los resultados en
su obra principal “El Criminal”. En ella
hacía el inventario de los “estigmas”
criminales aptos para traicionar a los
delincuentes congénitos. Aparte de
la famosa “fosa occipital hundida”, la
lista incluía particularidades físicas que
aclaró:
Una caja craneana demasiado
desarrollada, una frente demasiado
huidiza, unas arcadas superciliares
demasiado marcadas, así como unos
brazos demasiado largos y “colgando a
lo largo del cuerpo como los monos”.
A aquellas anotaciones físicas
obtenidas gracias a unas estadísticas
prolongadas, Lombroso añadía en su
descripción del “criminal nato” unas
indicaciones de orden psicológico e
intelectual. Según él, los delincuentes
se caracterizan por una ausencia casi
total de sensibilidad, “son”, decía, “unos
psicópatas incapaces de sentir piedad
y paradójicamente muy fácilmente
sentimentales”: sus defectos son
lo bastante específicos como para
que se pueda hacer un inventario.
Los criminales son de buen grado
versátiles, perezosos, hipócritas y -lo
cual a menudo les pierde- se muestran
generalmente “ligeros en sus actos”.
Cesar Lombroso es considerado
como el Padre de la Criminología al ser
el precursor de estudios que buscaron
identificar perfiles delincuenciales, para
conocer causas del crimen y factores
de prevención de los mismos.
Algunas de las aportaciones de
Lombroso al campo de la Criminología:
DELINCUENTE NATO (de nacimiento)
Menor capacidad craneana
Mayor diámetro bizigomático
Gran capacidad orbitaria
Escaso desarrollo de las partes anteriores y frontales
Gran desarrollo facial y maxilar
Abultamiento del occipucio
Desarrollo de los parietales y temporales
Frente hundida
Muy imprevisible
Insensibilidad moral y falta de remordimientos
Gran impulsividad
DELINCUENTE LOCO MORAL
El cráneo de estos sujetos tiene una capacidad igual o superior a la normal, y no presenta diferencias con los cráneos normales.
En algunos casos se han encontrado los caracteres comunes del hombre criminal (mandíbula voluminosa, asimetría facial, etc…)
No usan tatuajes ya que saben que por ellos pueden ser identificados
Son personas antipáticas, poco sociales
Son personas bastante excitables y crueles
Tienden a ser perezosos en el trabajo
De peso de igual o mayor a la normal
DELINCUENTE EPILÉPTICO
Muy violentos
Destructivos
Tendencia al suicidio
Cambios de humor
Amnesia
Vanidad
EL DELINCUENTE LOCO
El autor diferencia entre delincuentes locos y los locos delincuentes (enfermos mentales).
Lombroso subdivide a los delincuentes locos en:
Alcohólico
Extraña Apatía e Indiferencia
Violencia
Histérico
Más común en mujeres
Bipolares
Egocentrismo (Social, Intelectual,
Afectivo)
Mentirosos
Se idolatran ellos mismos
Mattoide
Son Altruistas
Éticos
Ordenados, Trabajadores
Escriben de forma Impulsiva
Delirio de persecución
DELINCUENTE PASIONAL
Poco frecuente entre los delitos de
sangre
Edad entre 20 y 30 años
Sexo: 36% de mujeres (El cuádruple
de los demás delitos)
Cráneo sin datos patológicos
Conmoción después del delito
Suicidio o tentativa de este
inmediatamente después del delito
Confesión
El autor diferencia dentro de este
grupo a 3 tipos:
Duelo
Infanticidio
Pasión política
DELINCUENTE OCASIONAL
Lombroso los divide en:
Pseudo−criminales
Criminaloides
Habituales
Una frase de Lombroso respecto a
los delincuentes incorregibles era:
“En realidad, para los criminales
natos adultos no hay muchos remedios:
es necesario o bien secuestrarlos
para siempre, en los casos de los
incorregibles, o suprimirlos, cuando su
incorregibilidad los torna demasiado
peligrosos”
JOSE GUADALUPE LOMELI DE
LA TORRE
Doctor en Derecho Penal
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