Por María de la Asunción Muñoz Ramírez
Lic. en Contaduría Pública, 2º. semestre
Jalostotitlán es considerado el corazón de Los Altos
de Jalisco, un pueblo reconocido por su arquitectura y sus
tradiciones. Además de sus fiestas del primero al 15 de agosto
de cada año, en honor a la Virgen de la Asunción, a la que se
dedica la principal y más grande parroquia de este municipio
alteño.
Ubicada en el centro de la ciudad, dicha parroquia se
comenzó a construir en el año de 1622 y se dedicó a la Virgen
de la Asunción en 1736. Su hermosa fachada en cantera
rosa, ha sido admirada por miles y miles de visitantes, sin
embargo, pocos saben la historia que se ha pasado oralmente
de generación en generación, referida a cómo esta parroquia
puede ser destruida algún día.
Cuenta la leyenda que a principios del año 1600, cuando
recién se empezó a habitar este pueblo, existía un inmenso
río que atravesaba el asentamiento; los pobladores decidieron
orillarlo para así poder construir su parroquia, su plaza y sus
casas.
Lo que ellos no sabían era que en aquel gran río se
encontraba un peligroso dragón; por el miedo que les causaba,
buscaron la manera de sepultarlo y decidieron que en ese lugar
debían construir una parroquia, misma que años más tarde la
dedicarían a Ntra. Sra. de la Asunción, quedando la hermosa
construcción sobre el infernal animal, librándose por completo
con él.
Así las cosas, se apresuró la construcción para que fuera
menor el peligro que representaba el susodicho dragón, pero en
realidad nunca mataron a ese animal, sólo quedó atrapado bajo
los cimientos de la parroquia. La gente se mantuvo tranquila con
el hecho de que la parroquia se dedicara a la Santísima Virgen
de la Asunción, ya que con la presencia de su imagen y las
oraciones de los devotos, tenían la esperanza de que el dragón
muriera o desapareciera dejando el pueblo en santa paz.
Se cuenta también que en la cantina “La Casa Verde” (que
está ubicada en el portal de la plaza, frente a la parroquia) existe
un túnel oculto que conduce al subterráneo de la parroquia y al
mercado del pueblo, donde se escondían los civiles en época
de la guerra cristera. Sin embargo, ningún habitante ha tenido
el valor de buscar y recorrer ese túnel, por temor a encontrarse
con la realidad de la leyenda.
A pesar de los siglos que han transcurrido, esta historia aún
sigue causando temor entre los habitantes del pueblo, ya que
se dice que un día 15 de agosto, lloverá tanto que el río volverá
a tomar su cauce tan fuerte como antes, inundando todo lo que
encuentre a su paso y lo peor que podría pasar es que con la
gran inundación se destruirá la parroquia, dejando en libertad al
horrendo dragón.
Temerosos los jalostotitlenses han presenciado tormentas
que han traído a su memoria esta leyenda, y como lo han
hecho sus ancestros, oran con gran devoción a la Virgen de
la Asunción, pidiendo que no ocurra la desgracia de la que se
habla.
Actualmente en un camino de terracería que conduce al
rancho de La Piedrera, existe una ermita donde en cantera está
grabada por un párroco, una oración a la Virgen de la Asunción,
que data del año 1954 y dice así:
Año mariano en Jalostotitlán, Jal. Solemnísima quincena de
Agosto.
“Madre, vivimos pensando en tu asunción, en este año jubilar
tu concepción inmaculada nos ensancha la visión de tu gloria
del cielo. Oh triunfadora del mal y de la muerte inspíranos un
profundo horror al pecado que hace al alma aborrecible a Dios
y esclava del infierno. Madre defiende tu parroquia del dragón
infernal para que honrando tu concepción inmaculada, merezca
participar de la gloria de tu asunción”. Agosto 1954, el párroco,
Pbro. Telésforo de Alba.
La oración grabada en cantera.
Parroquia de la Virgen de la Asunción.
Vista panorámica del río.
Romería en honor de la Virgen de la Asunción.
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