“Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás;
es la única manera.” Albert Einstein.
Profesor’Carlos’Salazar-Vargas
®!Todos!los!derecho!reservados!por!la!Ley
www.carlosalazarvargas.com
A simple vista, son tres (3) los grandes sectores dominan
la industria de la evaluación y marcan muchas de sus reglas:
(1) el sector de ayuda al desarrollo integrado prioritariamente
por organismos internacionales (2) el sector de los Fondos
Europeos donde se destaca la UE y (3) el de la evaluación
interna de cada país, con infinidad de prácticas de cuerdo
con sus propias culturas y particulares idiosincrasias
Además de los dos grandes promotores internacionales
en evaluación, el tercer bloque ofrece un abanico de
experiencias nacionales que recorre un amplio abanico
de posibilidades, desde la evaluación como monitoreo o
seguimiento, la evaluación como herramienta de mejora al
servicio de la gerencia pública “new public management”,
hasta la evaluación democrática, encaminada a dotar
de poder a la colectividad y de la cual se habla ya, en la
mayoría de los países, pero indudablemente con mayor
fuerza, en las Organizaciones Internacionales y en América
latina, porque allí lo que está en juego no es sólo la
modernización administrativa y la revitalización del sistema
democrático, sino su reforzamiento.
Cada una de estas
organizaciones tiene puntos de vista muy distintos sobre el
tipo de evaluación a utilizar en función de sus fines. Por eso
es conveniente saber y conocer -al menos someramentesobre
esta enorme variedad con la salvedad de no perder
de vista que la evaluación, por profesional y excelente que
sea, no es más que un mapa que se traza para explorar
la realidad y que ninguna posición sobre el conocimiento
-por más moderna que sea o pretenda ser- puede reclamar
verdades absolutas. A su vez, desde el punto de vista
político, convendría tener presente que por importante que
sea su valor, la evaluación es sólo un instrumento más -entre
muchos otros- cuya finalidad última, es la ayuda efectiva
para la toma de decisiones públicas.
Otra consideración importante es que la mayor parte de
las experiencias evaluadoras están enfocadas a la evaluación
de programas y mucho menos a las políticas públicas en
cuanto a sus funciones superiores (tareas estratégicas
de gobierno y no sólo gestoras y operativas), por lo que,
existiendo infinidad de prácticas, son menos las que sirven
como modelo respecto a la finalidad que persigue el más
alto nivel de la acción de gobierno, que es precisamente,
la evaluación de las políticas públicas. Tratar de marcar
esta diferencia, que está reclamándose cada día más en
evaluación, ha sido uno de los grande retos a los cuales se
han venido enfrentando tanto expertos, como académicos y
los muchos seguidores del campo de las Políticas Públicas.
De acuerdo con lo anterior, es fácil concluir que es
importante y prioritario proporcionar los fundamentos para
que los ciudadanos todos comprendan y apoyen una cultura
de evaluación y rendición de cuentas en las Administraciones
Públicas y que ayuden a responder los retos y estrategias
necesarias para su consolidación. Sin embargo, bien vale la
pena recordar aquí, que un candidato aseguraba que más
vale gramo de práctica que tonelada de teoría y el otro le
respondía que la mejor práctica…es una buena teoría.
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